Italia: movilización masiva de los contrarios a la regulación de las parejas del mismo sexo
La movilización social a favor y en contra del reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo continúa paralelamente a su discusión política en Italia. El debate, que podría por fin ser el definitivo, ya ha comenzado en el Senado italiano. Como estaba anunciado, apenas una semana después de las multitudinarias manifestaciones que mostraron su apoyo a la apertura de este proceso, las fuerzas reaccionarias opuestas a los derechos LGTB han organizado una gran concentración de sus adeptos en Roma.
Una gran multitud se congregó este sábado en el Circo Máximo romano para protestar contra la regulación de las uniones civiles en Italia. Las cifras de participantes, como siempre en estos casos, son objeto de polémica: los organizadores la situaron en dos millones, pero el presidente de GayNet Italia Franco Grillini aseguró que en el Circo Máximo no caben más de 300.000 personas. En cualquier caso, no cabe duda de la capacidad de movilización de los homófobos italianos, que fletaron más de mil autobuses para acudir a Roma desde muchos puntos del país.
La convocatoria ha sido la tercera de los llamados “Family Day” contra el reconocimiento de las parejas del mismo sexo. El primero tuvo lugar en 2007 y contribuyó al encallamiento del proyecto de sociedades de convivencia (DICO) del Gobierno de Romano Prodi. El segundo y más reciente también congregó a una multitud el pasado mes de junio en Roma y contó, como ahora, con el apoyo de la iglesia católica y la participación de numerosos políticos. Entre los presentes el pasado sábado, el ministro del Interior y líder del Nuevo Centro Derecha Angelino Alfano, que fue recibido personalmente por el organizador de la concentración Massimo Gandolfini. También asistió, “a título personal”, el ministro de Medio Ambiente Gian Luca Galletti. Unas presencias que dan idea de la división en el seno del Gobierno de Matteo Renzi sobre el asunto y que entorpecen los avances.
Y es que Italia sigue siendo el único gran país de Europa occidental que carece de reconocimiento alguno de las parejas del mismo sexo, más allá de algunas iniciativas locales de escaso alcance práctico. Y ello pese a que tras el histórico resultado del referéndum irlandés sobre el matrimonio igualitario el primer ministro Renzi declaraba que “las uniones civiles no pueden retrasarse más”. Curiosamente, el propio Renzi era el que había actuado hasta entonces como freno al proyecto (el Parlamento salido de las elecciones de 2013 no debería tener, en teoría, especiales dificultades para aprobarlo).
La propuesta que está sobre la mesa es la presentada por la senadora Monica Cirinnà en junio de 2014, que reconocería a las parejas del mismo sexo su derecho a contraer una unión civil con derechos similares a los del matrimonio salvo la adopción conjunta (aunque sí permitiría, bajo ciertas circunstancias, la adopción de los hijos que ya tenga la pareja). Un proyecto que recibió la aprobación de la Comisión de Justicia del Senado en mayo, tras lo cual tuvo lugar una gran movilización conservadora, que culminó a finales de junio, como se ha dicho, con una multitudinaria manifestación en Roma.
Desde la reactivación del proyecto en enero tras el arranque en falso del pasado octubre, el principal escollo en las negociaciones es la regulación de la adopción. La aprobación de la iniciativa, en cualquier caso, parece por fin probable: el Gobierno ha expresado hoy su respeto por los manifestantes a favor y en contra del proceso, pero ha reafirmado su compromiso con el mismo. La proposición de ley de Cirinnà podría votarse a mediados de febrero y recibir el apoyo de la mayoría del Partido Democrático, el Movimiento Cinco Estrellas, Izquierda Ecología Libertad y parte de Forza Italia.
Estas escenas las vimos en España hace 10 años y en Francia hace 2 y afortunadamente acabó como tenía que acabar. En Italia los partidos favorables a ley de uniones tienen más del 70% del voto en las encuestas.
En realidad, ni tan masiva. Los organizadores hablan de 2 millones, pero la realidad es bien distinta. Mirad el HT #FamilyFlop en Twitter porque es hilarante.
O el artículo de La Stampa que habla de los gays que fueron a la manifa y se contactaban por Grindr.
Cuando vi la manifestación, este sábado, en Telecinco, me entraron temblores en el cuerpo y sentí miedo. ¡Cuánto odio atroz contra nosotrxs!!!!