Piden prisión para tres estudiantes que protestaron en clase contra la homofobia de un profesor de la Universidad de Santiago de Compostela
Cinco meses de prisión. Es la condena a la que se exponen tres estudiantes de la Universidad de Santiago por realizar una protesta en el aula contra Domingo Neira, el profesor que fue temporalmente suspendido en 2013 por sus comentarios homófobos en clase, pero que al que finalmente la universidad compostelana permitió reincorporarse.
En su momento contamos la historia: en respuesta a la pregunta de una alumna de la Facultad de Ciencias de la Educación, Domingo Neira relacionó pederastia y homosexualidad, de la que afirmó que era “una alteración congénita o vicio”. En declaraciones concedidas al diario El País, Neira ratificó luego sus opiniones, argumentando que “si no hay certificación de que sea congénito, no hay más que discutir; pero si hay esa certificación, también puede ser por vicio. ¿O no hay desviaciones por vicios?”. Es más, el profesor de la Universidad de Santiago se refirió a los homosexuales como“maricones” que sufren “desviaciones”, para distinguirlos de los “hombres-hombres”. Neira aseguró también que la adopción debería estar prohibida a parejas del mismo sexo, porque la homosexualidad es “contagiosa” y esas parejas “le pasarían el mal a su hijo”. Alumnos de Neira aseguraron de hecho que su discurso homófobo no era una novedad. Según denunciaron, el profesor les exigía además, para aprobar el examen de su materia, superar una prueba sobre un libro escrito por él mismo.
La Universidad de Santiago procedió a suspender de empleo a Neira durante el curso 2013-2014, pero el homófobo profesor volvió a las aulas el curso siguiente, ante la sorpresa de numerosos alumnos o de ALEAS EU (el Área de Libertad de Expresión Afectivo-Sexual de Esquerda Unida), que ya entonces manifestó su rechazo a que un individuo como Neira pudiera dar clases en una universidad pública. «El alumnado compostelano y la ciudadanía en general no deben y no pueden tolerar que una institución pública como la USC integre elementos reaccionarios y retrógrados, que se forme a los maestros y maestras en el odio y la discriminación, en mentiras más propias del franquismo», expresaron desde esta organización.
El malestar por la reincorporación de Neira se reflejó, entre otras acciones, en una protesta que unos setenta alumnos vinculados a movimientos de izquierda llevaron a cabo en mayo de 2015 en forma de escrache al final de una de sus clases, y que ahora ha desembocado, tras la denuncia de la Universidad de Santiago, en el procesamiento de tres de ellos acusados de un delito de «desórdenes públicos», por los que se les solicita cinco meses de prisión.
En declaraciones a Praza Pública, los estudiantes encausados aseguran que la acción de protesta (consistente en la muestra de carteles y banderas arcoíris y el grito de consignas reivindicativas) respetó el desarrollo de la clase y solo se llevó a cabo en los últimos minutos, ya cuando Neira había comenzado a recoger, sin que se registrase ningún tipo de incidente violento. Insisten además en que es intolerable la «complicidad» de la dirección de la Universidad de Santiago con Neira y su conducta homófoba.
Desde dosmanzanas trasladamos a estos tres estudiantes nuestra solidaridad. Resulta incomprensible que mientras que la Universidad de Santiago permita dar clase a un individuo como Neira emprenda acciones legales precisamente contra los que denuncian y protestan contra su homofobia.
¿Para cuando petición de firmas en change?
Increíble la postura de la universidad defendiendo a una persona irrespetuosa como esta. Haría falta alguna acción de presión a la universidad.
Vale, muy mal este profesor. Ahora bien… ¿Dónde quedan la libertad de cátedra y la libertad de expresión? ¿Los escraches sólo son buenos cuando se «escrachea» a los que no nos gustan? Me pregunto… Y se pregunta también lo mismo Pablo Iglesias, al parecer.
Los escraches son solo buenos cuando no se agreden a personas como hicieron los policías peperos que protestaban por no poder repartir hostias a mansalva. Estoy ya harto de que se esté pidiendo cárcel para todo el que no repita lo que les diga los medios generalistas de comunicación. Que han detenido a gente por disfrazarse en carnaval! Esta claro que este señor no respeta a sus estudiantes, los insulta y debería estar en el banquillo respondiendo de sus llamadas al odio homófobo. Ya está bien de esta ofensiva fascista que solo demuestra cuan podrido está este régimen. Quien quiera seguir votando a partidos ladrones que lo haga, haya cada cual con su nivel de fanatismo. Lo que se es que no todos los partidos son iguales por mucho que quieran hacerlos parecer lo mismo.
Me parece perfecto que les pidan eso por *****, porque la manifestación deberian realizarla en el rectorado y no donde la hicieron. Aparte Iñigo tiene toda la razón del mundo en tema escraches y libertad de catedra ¿o es que cuando lo hacen los mios mola y cuando lo hace el contrario es un fascista o un podemita?
La libertad de cátedra no es una patente de corso, todo tiene sus límites. Está dando clase a personas adultas, y eso justifica que tenga una libertad de cátedra más amplia, pero de ninguna manera se puede consentir que alguien que está formando a futuros maestros tilde a los homosexuales de «maricones», «desviados», «viciosos», o diga que le pueden pasar «el mal» a sus hijos, porque eso es hiriente no solo para la sensibilidad de un homosexual sino para la de cualquier persona con capacidad de empatizar con otros, y nadie tiene por qué aguantar a un «profesor» así.
Pero lo peor de todo no es eso, lo más llamativo es que quienes se enfrenten a una pena de prisión sean tres estudiantes por reaccionar contra ese discurso homófobo.
Ánimo para ellos, gracias por haberlo hecho y campaña en change ya!
PS: ¿Dónde está el Ministerio Fiscal en estos casos? Qué investigue si la conducta del profesor encaja en algún tipo penal.
Los límites a los que se está llegando en este país panderetero y cristofascista hace tiempo que pasaron de la raya. La derecha está rabiosa por perder las elecciones (que se enterraron solitos) y han atado y amordazado libertades (para ellos no, pueden decir y hacer lo que sea, el resto… los hechos hablan por sí mismos)
Que semejante especímen esté dando clases en una universidad dá mucho que pensar sobre este país. Hay mucha gente preocupada por si la homosexualidad es contagiosa, pero nadie se plantea si la estupidez lo és. Nadie se plantea si un profesor puede transmitir su imbecilidad (me da igual si es imbécil de nacimiento o solo lo es «por vício») a sus alumnos. A fin de cuentas les está transmitiendo sus conocimientos. Nadie se preocupa de que un fachorro ultrareligioso esté llenándoles la cabeza de mierda a sus hijos, pero si es gay o lesbiana…buenooo, la que se arma.