El Sínodo General de la Iglesia de Noruega aprueba el matrimonio religioso entre personas del mismo sexo
El proceso llega a su fin. El Sínodo General de la Iglesia de Noruega ha votado, por 88 votos a favor y 32 en contra, abrir el matrimonio religioso a las parejas del mismo sexo. Ya a finales de octubre los doce obispos de la iglesia lo habían aprobado por unanimidad, pero faltaba la confirmación del Sínodo, que en 2014 habría rechazado dicha posibilidad por un estrecho margen.
En aquella ocasión, el Sínodo General votó en contra de permitir los enlaces de de parejas del mismo sexo en las iglesias por 62 votos frente a 54, pese a que un año antes ocho de los doce obispos se habían mostrado a favor de la apertura del matrimonio. Para evitar una escisión, acabaron aceptando una solución de consenso que incluyera la bendición de las parejas del mismo sexo sin casarlas. Ahora, sin embargo, la apertura es plena. Y aunque los clérigos que no quieran celebrar estos matrimonios podrán continuar sin hacerlo, se arbitrarán las medidas necesarias para que todas las parejas tendrán el derecho de contraer matrimonio en sus parroquias locales.
Noruega aprobó el matrimonio igualitario en 2008, cuando se convirtió en el sexto país del mundo y primero nórdico en reconocer este derecho. La ley dejaba la puerta abierta a las comunidades religiosas que quisieran casar a sus fieles con sus parejas del mismo sexo, aunque no las obligaba a practicar estos matrimonios. En este sentido, conviene precisar que la Iglesia de Noruega perdió su condición de religión de estado en 2012, pero sigue manteniendo fuertes lazos con la administración, de la que recibe también financiación. La confesión luterana permite la ordenación de sacerdotes abiertamente homosexuales desde 2007.
La Iglesia de Noruega se convierte así en la tercera gran confesión luterana de su región en dar el paso. La Iglesia de Suecia fue pionera con una decisión histórica de su Sínodo en 2009 y la Iglesia de Dinamarca siguió sus pasos tras la aprobación del matrimonio igualitario en este país en 2012. La Iglesia de Islandia, por su parte, celebra de facto bodas entre personas del mismo sexo sin que haya mediado decisión explícita alguna, al limitarse, como iglesia de estado, a aplicar la ley de matrimonio igualitario aprobada por el Parlamento islandés en 2010, aunque ha habido quejas de discriminación que en 2015 llevaron a la obispa de Islandia a aclarar que los ministros de su Iglesia no pueden negarse a aplicar la ley.
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