Grandes personajes LGTB de 11 aclamadas series
Pese a la normalización que la comunidad LGTB está viviendo en todos los rincones del mundo civilizado, aún son pocas las producciones audiovisuales centradas en ella. Sin embargo, como sucede con la comunidad afroamericana desde hace tiempo, ya es habitual que las series de prestigio cuenten con alguna persona homosexual entre su elenco de secundarios, atrayendo así a un amplio espectro del público para el que las pocas series existentes de temática LGTB saben a poco. Hoy os hablo de los interesantes personajes homosexuales y bisexuales (lamentablemente, ambas constituyen todavía las únicas sexualidades tenidas en cuenta por la televisión comercial) contenidos en algunas de las series más aclamadas y amadas de los últimos años. ¡Espero instaros a ver alguna!
A dos metros bajo tierra (Six feet under, 2001-2005). Centrada en las vidas de una familia que posee una empresa funeraria, esta comedia negra reflexiona con cada capítulo sobre la muerte a la par que insta a sus protagonistas a vivir sus vidas con plenitud. Entre estos, encontramos a David Fisher (Michael C. Hall, también conocido como Dexter), el hijo homosexual conservador atormentado por el mundo que él mismo ha escogido. Por supuesto, esto dificulta constantemente su relación con el abiertamente gay Mathew St. Patrick (Keith Charles), pero da rienda suelta a la evolución de uno de los primeros personajes LGTB protagonistas de la televisión estadounidense.
Downton Abbey (2010-2015). La serie británica de época por excelencia se beneficia de una preciosa ambientación y un lujoso elenco en el que destaca —bueno, lo haría de no competir con la condesa Violet Crawley (Maggie Smith)— Thomas Barrow (Rob James-Collier), un ambicioso miembro del servicio al que su homosexualidad lleva a menudo por un sombrío camino. Ciertamente, la Inglaterra de los años 20 y 30 no era el mejor lugar para ser gay, lo que lleva a los guionistas a oscurecer en exceso un personaje que, por lo demás, está bien desarrollado. En ocasiones, la apacible serie parece dudar entre mantenerse fiel a la época y ofrecer una alternativa más esperanzadora.
Glee (2009-2015). Repleta de excelentes números musicales y mediocres diálogos, este divertido musical tiene en Kurt Hummel (Chris Colfer) parte de su corazón. Curiosamente, este personaje gay surgió de repente precisamente cuando el actor se presentó a un casting donde no encajaba en papel alguno. Reivindicativa hasta niveles que a veces rozan el absurdo, la serie ofrece un sensible tratamiento de la homosexualidad engrandecido por el gran trabajo del intérprete, tan expresivo en el escenario —donde destacan “Blackbird”, “Not the boy next door”, “I have nothing”, “I want to hold your hand” y, por supuesto, “Defying gravity”— como fuera de él.
Juego de Tronos (Game of Thrones, 2011-actualidad). Si algo distingue a la adaptación de la obra de George R. R. Martin de la mayoría de las producciones medievales es el progresismo que destila en cuestiones de género y raza. Varios de sus personajes secundarios (aunque no de sus protagonistas), forman parte de la comunidad LGTB. Y, considerando que la primera novela se publicó en 1996, no podemos quejarnos. Entre los personajes más destacables encontramos a Renly Baratheon (Gethin Anthony), posiblemente el más bondadoso de los contendientes al Trono del Hierro en la Guerra de los Cinco Reyes; Loras Tyrell (Finn Jones), el ingenuo y orgulloso hermano gay de Margaery; Varys “La araña” (Conleth Hill), inteligente y retorcido consejero que se declara asexual; Yara Greyjoy (Gemma Whelan), valerosa guerrera de las Islas de Hierro, y Oberyn Martell “La Víbora Roja” (Pedro Pascal), un príncipe abiertamente bisexual (como el resto de los dornienses, pueblo fuerte y liberal, curiosamente el único al que los Targaryen no lograron derrotar en su día). Además de presentar la homosexualidad con naturalidad, la serie denuncia las dramáticas consecuencias de esa peligrosa incultura también conocida como homofobia.
Mad Men (2007-2015). Elegantemente ambientada en el mundo de los publicistas del Nueva York de los años 60, esta excepcional serie es un cuidado retrato de los sueños y aspiraciones de los hombres y las mujeres de aquel periodo de cambio donde no podía faltar un hombre homosexual tristemente encerrado en el armario. El director artístico italo-americano Salvatore Romano (Bryan Batt) está incluso casado con una mujer, con lo que vive una mentira diaria que el superficial mundo que habite le impide dejar a un lado. En la otra cara de la moneda nos encontramos a Kurt Smith (Edin Gali), otro director artístico fan de Bob Dylan que vive su homosexualidad con una naturalidad envidiable. A él debemos el necesario cambio de estilo de uno de los personajes más desarrollados de la serie: Peggy Olson (Elizabeth Moss); ¡gay tenía que ser!
Modern Family (2009-actualidad). Dado su título, esta divertida sitcom tenía prácticamente obligado contar con una familia LGTB, pero no por ello debemos dejar de celebrar la presencia de una pareja gay con una hija adoptada en ella, sobre todo considerando que hace poco la ABC advertía de que los contenidos gais eran potencialmente peligrosos. Mitchell (Jesse Tyler Ferguson) y Cameron (Eric Stonestreet) están llenos de defectos y tópicos, pero sólo porque la dinámica de la serie parte precisamente de ellos —sólo hay que ver a la resultona colombiana Gloria (Sofía Vergara)—. El contraste entre un Cameron que no teme esconder su pluma y un Mitchell que intenta constantemente “pasar por heterosexual” sirve de base para la constante reflexión. Todo ello entre risas aseguradas, claro.
Pequeñas Mentirosas (Pretty Little Liars, 2010-actualidad). Que una serie protagonizada por un cuarteto de amigas tan pijas como divinas incluya una lesbiana entre ellas es todo un avance. A niveles narrativo y formal, la serie roza el absurdo, pero gracias al carisma de sus siempre arregladas protagonistas pocos son los espectadores que terminan cansándose de ella. La joven Emily Fields (Shay Mitchell), tan bella, inteligente y atlética como atormentada por su sexualidad, se gana rápidamente nuestra empatía. Además, entre misterio y misterio, tiene tiempo para dos relaciones bastante problemáticas pero bien desarrolladas (para la esencia de una serie donde los tacones importan más que la sensatez, claro) con la liberal Maya St. Germain (Bianca Lawson) y la abusona torturada Paige McCullers (Lindsey Shaw).
Shameless (2011-actualidad). La familia desestructurada más desvergonzada del momento tiene, por supuesto, una atolondrada madre bisexual llamada Monica (Chloe Webb) —digna contrincante a peor paternidad de la historia para Frank Gallagher (William H. Macy)— que podría dar a la serie un toque homófobo de no ser por el maravilloso personaje del hijo mediano: Ian Gallagher (Cameron Monaghan, protagonista también del emotivo film gay de fantasmas Jamie Marks is Dead, 2014), uno de los miembros más sensatos y nobles de la familia. De gay encerrado en el armario a aspirante a militar con las ideas muy claras, este atractivo joven es uno de los principales motivos para ver una serie que nunca juzga a sus alocados personajes. Aunque sus relaciones amorosas —con el gamberro en el armario Mickey Milkovich (Noel Fisher); el padre bisexual de Steve, Ned Lishman (Harry Hamlin); y el dulce Caleb (Jeff Pierre)— son siempre interesantes, sus momentos más emotivos tienen lugar junto a su hermano y colega Lip (Jeremy Allen White). Por cierto, esta serie constituye una adaptación de la serie británica homónima (2004-2013) que supera al original.
Skins (2007-2013). Protagonizada por un grupo de amigos adolescentes de Bristol, esta dramática —pero también divertida— serie se centra cada capítulo en uno de sus personajes, siendo uno de ellos Maxxie Oliver (Mitch Hewer), abiertamente gay y apasionado por la danza y el dibujo. Seductor y talentoso, tiene como mejor amigo a Anwar Kharral (Dev Patel), un musulmán liberal al que a veces cueste lidiar con la homosexualidad. Por cierto, esta serie británica fue el principal referente de la irregular serie española Física o química (2008-2011), donde destacaban los personajes homosexuales de Fer (Javier Calvo) y David (Adrián Rodríguez).
The Good Wife (2009-actualidad). Esta correctísima serie de abogados debe mucho a Ally McBeal (1997), todo un icono del feminismo, pero va un paso más allá al aportar un personaje bisexual que, eso sí, suele guardarse la sexualidad para sí. Se trata de Kalinda Sharma (Archie Panjabi), una investigadora sorprendentemente eficaz convertida en la principal amiga de la protagonista, Alicia Florrick (Julianna Margulies). Que su sexualidad sea irrelevante puede verse como un paso firme para la comunidad bisexual, al dejar por fin de relacionarse absurdamente la bisexualidad con una adicción al sexo que nada tiene que ver con ella.
The Walking Dead (2010-actualidad). ¿Quién nos iba a decir que una serie de zombies se convertiría en una de las más progresistas del momento? ¿Quién nos iba a decir que un divertimento aparentemente dirigido al público masculino introduciría personajes LGTB tan poco estereotipados? ¿Quién nos iba a decir que, en plena lucha por la supervivencia, la homosexualidad surgiría como quien no quiere la cosa? Pues bien, conforme la serie se ha adentrado en el terreno feminista, también ha incorporado dos importantes personajes LGTB: la lesbiana Tara Chambler (Alanna Masterson), torturada por su pasado pero perennemente valiente, y el gay Aaron (Ross Marquand), tan adorable como intrépido —y pareja de Eric Raleigh (Jordan Woods-Robinson), cuya relevancia es bastante mejor—. Nos encontramos además ante dos almas muy nobles que engrandecen el plano sentimental de una de las series más sorprendentemente humanas de los últimos años.
Sobra decir que muchos de los personajes de estas y otras series carecen de sexualidad definida, con lo que podrían tener cualquiera, si bien la omisión suele relacionarse con la heterosexualidad. Por otro lado, no debe pasar desapercibido que Frank Underwood (Kevin Spacey) y Ragnar Lothbrok (Travis Fimmel), nada más y nada menos que los poderosísimos protagonistas de House of Cards (2013-actualidad) y Vikingos (Vikings, 2013-actualidad), son claramente bisexuales, mas los he dejado de lado dada la irrelevancia de su sexualidad para el desarrollo de la trama. Tampoco he considerado a los personajes de series donde el mundo LGTB es protagonista (como Transparent, 2014-actualidad), pues a estas les dedicaré poco a poco artículos propios. Y, centrándose en nuestro país, hay que acordarse de Diana Freire (Anabel Alonso) de 7 vidas (1999-2006), Mauri Hidalgo (Luis Merlo) de Aquí no hay quien viva (2003-2006) y el mencionado Fer (Javier Calvo) de Física o química (2008-2011), todos ellos de vital importancia para la aceptación de la homosexualidad dentro de nuestras fronteras.
Noticias Relacionadas
- El asesino de dos chicos gays, condenado a 20 años por el incendio de la casa
- Principio de acuerdo entre el Gobierno vasco y el colectivo transexual sobre las ayudas a la cirugía recientemente retiradas
- VIHvO! reune a más de cien personas en su campaña Anónimos
- La artista trans Roberta Marrero lanza un libro sobre la celebración de la cultura LGTBQ+ a lo largo de las últimas décadas
- Una denuncia por twitter logra que una tienda de Arkansas retire la censura a la portada en la que Elton John presentaba a su familia
Acerca del Author
JuanRoures
Escritor y activista, hablo de cine en 'La estación del fotograma perdido', de dudas lingüísticas en '¿Cómo se dice?' y de cultura LGTB en 'dosmanzanas' (sección: 'Apolo vive enfrente'). He publicado la novela 'Bajo el arcoíris' y dirigido el cortometraje 'Once bitten, twice daring', ambos de temática gay. También soy corrector ortotipográfico y de estilo. Trabajo en la UAM.
Añadiría Faking it, que además de gais y lesbianas, tiene un personaje intersexual, que no lo he visto en otras series.
Un articulo interesante en cuanto a la realidad que se vive hoy en dia, es cierto que hoy en dia se esta aceptando mas a las personas por lo que son y no por sus preferencias sexuales…estos personajes resulta muy bien estructurados, hay que mirarlos, saludos :).
Pues me he visto todas menos la de «A dos metros bajo tierra», y me están entrando ganas de verla ahora, :)!!