La primera ministra escocesa promete una avanzada ley de identidad de género si, como apuntan las encuestas, es reelegida
Escocia celebrará elecciones parlamentarias el próximo 5 de mayo y los partidos empiezan a posicionarse en los principales temas de campaña. La primera ministra Nicola Sturgeon, cuyo Partido Nacional Escocés (SNP) lidera las encuestas con una amplia ventaja, ha prometido una avanzada ley que recoge el principio de autodeterminación de género y pondría a la nación británica entre los países punteros de Europa en esta materia.
En un acto de campaña dirigido a la comunidad LGTB escocesa, Sturgeon anunció una ambiciosa reforma legal encaminada a mejorar la situación de la comunidad transgénero del país. El proyecto, que previsiblemente contará con el respaldo mayoritario del Parlamento que salga de las próximas elecciones, recoge el principio de autodeterminación de género y permite a las personas transexuales ver reconocida su identidad mediante un sencillo trámite sin necesidad de justificación médica o psicológica alguna.
Los mayores de 16 años podrán utilizar el procedimiento de modificación del género en la partida de nacimiento sin necesidad de una autorización paterna, y los menores de esa edad también podrán hacerlo con el consentimiento de sus progenitores. Otro aspecto importante de la iniciativa es la introducción de un tercer género (X), que también se reflejará en los pasaportes. James Morton, de la Alianza Transgénero Escocesa, ha saludado estas medidas, que “reconocen a las personas trans como las expertas en sus propias identidades”.
La probable aprobación del proyecto colocará a Escocia a la vanguardia de Europa en lo que se refiere a la autodeterminación de género y la despatologización de la transexualidad, junto a países como Dinamarca, Irlanda o Malta. Fuera del Viejo Continente, la legislación más avanzada es la de Argentina, si bien Chile prepara una reforma legal sobre la materia y, el año pasado, el Gobierno de Colombia emitió un decreto en el mismo sentido. Escocia también será pionera dentro del Reino Unido, en cuyo territorio rige por el momento la Ley de Reconocimiento del Género de 2004.
Ahora serán los escoceses los que decidan en las urnas si renuevan su confianza en el SNP para llevar a cabo estas y otras medidas. Las elecciones tendrán lugar un año y medio después del referéndum de independencia que se saldó con la victoria de la permanencia en el Reino Unido y la consecuente dimisión del líder nacionalista Alex Salmond. Nicola Sturgeon lo sustituyó al frente del Gobierno y, bajo su mandato, el SNP mantiene una amplia ventaja en las encuestas, que le otorgan más del 50% de los votos. Como curiosidad, cuatro de los líderes políticos escoceses se identifican como LGB: la laborista Kezia Dugdale, la conservadora Ruth Davidson, el verde Patrick Harvie y el dirigente del UKIP David Coburn.
En lo que se refiere a la realidad LGTB, la legislatura que acaba bien puede calificarse de histórica: a comienzos de 2014, el Parlamento aprobaba el matrimonio igualitario por una mayoría transversal y abrumadora de 105 votos a favor frente a 18 en contra. Las primeras bodas entre personas del mismo sexo se celebraron en cuanto comenzó el año 2015. Sturgeon ha colocado la anunciada ley de identidad de género al mismo nivel de importancia que tuvo la igualdad matrimonial en la pasada legislatura, dentro del ámbito de los derechos LGTB.