LGBTfobia «de baja intensidad» en el CERN, el laboratorio europeo de física de partículas
La Organización Europea para la Investigación Nuclear (más conocida por las siglas francesas CERN), con sede en Ginebra, es posiblemente el más importante laboratorio de física de partículas del mundo. Trabajar en este centro es un sueño para muchas personas que se dedican a la Física. Entre ellas, personas LGTB que deben enfrentarse al odio de algunos de sus compañeros. Porque por desgracia parece que no hay actividad humana, por elevada que parezca, que esté libre de LGTBfobia. Así lo ha denunciado LGBT CERN, un grupo de científicos abiertamente LGTB que allí desarrollan su actividad.
«Cuando las personas y las partículas colusionan», fue el primer y muy interesante artículo, publicado en Physics World, que recogió la incomodidad de este grupo de trabajadores LGTB con algunas de las cosas que suceden en la organización, de la que otros medios se han eco con posterioridad. Quizá lo más llamativo sea el hecho de que carteles distribuidos por LGBT CERN en las instalaciones, anunciando sus actividades, hayan sido objeto de vandalismo homófobo. En numerosas ocasiones han sido sustraídos o han aparecido rotos, e incluso, con menos frecuencia, han sido «adornados» con comentarios como «cerdos», escrito en alemán, o citas bíblicas que condenan la homosexualidad, como el famoso pasaje del Levítico («Si un hombre se acuesta con un varón, como se acuesta con una mujer, ambos han cometido una infamia; los dos morirán y serán responsables de su muerte») en inglés.
Conductas que, al difundirse públicamente, han merecido incluso una condena oficial del CERN, que asegura en un comunicado que no tolerará las conductas homófobas y que se tomarán medidas disciplinarias contra aquellos trabajadores a los que se identifique como responsables. «El CERN está totalmente comprometido a promover la diversidad y la igualdad, a todos los niveles. Es uno de los valores centrales del CERN, como queda claramente reflejado en nuestro código de conducta, así como en diversas políticas de la organización», continúa el comunicado de la organización, que se define como «culturalmente diversa» y compuesta por personas de más de cien nacionalidades diferentes. «Es un lugar en el que todo el mundo es bienvenido y donde cualquiera puede tener éxito, con independencia de su raza, creencias u orientación sexual», añade.
LGBT CERN ha recopilado toda la información referente a la situación en su propia página web, en la que el propio grupo deja claro que lo que se está denunciado no es una política de discriminación por parte del propio CERN, sino una serie de desagradables incidentes cometidos por una minoría supuestamente no identificada. Se menciona incluso el caso de una persona del grupo que recibió correos electrónicos con mensajes de odio por parte de otra persona del centro, que fue sancionada por ello.
Leyendo sin embargo entre líneas parece evidente (o esa es nuestra impresión) el malestar entre los trabajadores LGTB del CERN, a los que en 2012 se les denegó expresamente la solicitud para convertirse en «club oficial» del CERN, estatus del que sí disfrutan otros 53 grupos, entre ellos el de mujeres o el de aficionados al running. Una negativa que, merece la pena destacar, no procedió de la dirección del CERN, sino de la propia asociación de trabajadores. En el mismo sentido nos llaman la atención algunas de las observaciones que hace LGTB CERN en el contenido de su web antes mencionado, como «la mayoría de los científicos apoyan una atmósfera tolerante, y están o bien a favor del grupo LGBT CERN, o son indiferentes a su presencia. Solo unos pocos científicos son abiertamente hostiles» o «las opiniones personales varían, y la actitud mayoritaria parece ser de ‘tolerancia callada» (no armes mucho follón y te toleraremos)».
Intentaremos estar atentos a posibles novedades.