Salt Lake City, capital del estado bastión de la religión mormona, Utah, dedica una calle al activista LGTB Harvey Milk
El concejo de Salt Lake City, la capital y ciudad más importante del estado de Utah, ha aprobado por unanimidad una propuesta para dedicar una de sus calles al activista LGTB Harvey Milk. A pesar de albergar la sede de la conservadora Iglesia Mormona, Salt Lake City tiene una alcaldesa abiertamente lesbiana, Jackie Biskupski, desde las elecciones del pasado 2015 y cuenta con dos concejales también abiertamente gais en su concejo. Quizás por ello, uno de los defensores de la propuesta la ha calificado como “una de las ciudades más gais de los Estados Unidos”.
La idea de dedicar una de las calles de Salt Lake City a Harvey Milk partió del concejal Stan Penford, que fue el primero abiertamente gay en el concejo de la ciudad. Su propósito, además de homenajear al activista, era “enviar un mensaje de que somos una ciudad abierta e inclusiva”. La elección de Milk, aparte de una preferencia profundamente personal, respondía a que el activista “imaginó un mundo feliz donde todo el mundo —todo el mundo— era valioso y tenía derechos civiles», afirmaba Penfold, concluyendo que «también me gusta imaginar ese mundo».
La propuesta se debatió el pasado martes 19 de abril, tras una hora de debate abierto a los ciudadanos que quisieran expresar sus opiniones al respecto. En su defensa, Troy Williams, miembro del grupo de defensa de los derechos LGBT Equality Utah, señalaba que el mismo hecho de que dos miembros del concejo de Salt Lake City fueran abiertamente homosexuales —el propio Stan Penford y el recientemente elegido Derek Kitchen—, al igual que la alcaldesa Biskupski, era parte del legado de Harvey Milk. Lo mismo opinaba Bryce Hurst, para quien el activista era un “héroe personal”, al destacar que Salt Lake City se había convertido en “una de las ciudades más gais de los Estados Unidos”. Algunos de contrarios a la propuesta simplemente se oponían a que se homenajeara a alguien que no fuera de la ciudad o del estado de Utah. Tan solo uno de los que manifestaron su desacuerdo aludió a que “contravenía sus creencias religiosas”.
Finalmente, por unanimidad, se aprobó que la calle 900 Sur se llame desde ahora Bulevar de Harvey Milk, y entre a formar parte de un conjunto de avenidas dedicadas a defensores de los derechos civiles que ennoblecen el callejero de Salt Lake City, como el Bulevar de Martin Luther King Jr., el Bulevar de César Chávez o el Bulevar de Rosa Park.
Tras la aprobación, el concejal y ponente Stan Penford informaba de que Equality Utah había iniciado una campaña de recogida de fondos para sufragar los nuevos letreros de la calle, de tal manera que el cambio de nombre no suponga un gasto para los contribuyentes.
En cuanto a la Iglesia Mormona, sus portavoces no han querido hacer ninguna declaración al respecto, lo que cual se ha interpretado como una aceptación velada. Recordemos que la confesión religiosa considera la homosexualidad como un pecado mortal, y que una de sus últimas y polémicas decisiones ha sido la de excluir a los hijos de las parejas del mismo sexo del bautismo.
Recordemos también que Harvey Milk fue el primer político abiertamente gay elegido por sus conciudadanos para ocupar un cargo relevante en Estados Unidos. Milk fue elegido “city supervisor” de la ciudad de San Francisco (equivalente a concejal de distrito) en 1977, destacando por su apasionada defensa de los derechos civiles de gais y lesbianas. Fue asesinado a tiros en noviembre de 1978, junto al alcalde George Moscone, por Dan White, otro concejal. Su historia fue inmortalizada por la inolvidable Mi nombre es Harvey Milk, película protagonizada por Sean Penn y ganadora de dos Óscar en 2009.