Baleares y Murcia aprueban avanzadas leyes contra la discriminación de las personas LGTBI
El Parlamento de Baleares aprobó el martes, coincidiendo con la celebración del Día Internacional contra la LGTBfobia, su ley autonómica «para garantizar los derechos de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales y erradicar la LGTBIfobia». La Asamblea Regional de Murcia, por su parte, ha aprobado este jueves la ley «de igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales, y de políticas públicas contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género».
Ambas comunidades se suman, de este modo, a Galicia (si bien la ley gallega carece de capítulo sancionador, al no haber querido incluirlo el PP en su momento), Cataluña y Extremadura, por lo que a leyes contra la discriminación se refiere. Ambas leyes siguen, de hecho, el modelo extremeño, en tanto que cubren también en su articulado la realidad de las personas transexuales (a las que comunidades como Navarra, País Vasco, Andalucía, Canarias o Madrid han preferido dedicar leyes específicas).
En el caso balear, la ley ha sido aprobada con los votos del PSIB-PSOE, Podem, Més per Mallorca, Més per Menorca y Gent per Formentera. Partido Popular, Ciudadanos y Pi-Proposta per les Illes Balears han visto aceptadas muchas de sus propuestas de enmienda y se han mostrado satisfechos por la aprobación de la ley, aunque han mostrado su desacuerdo sobre algunos de sus puntos. En el caso murciano, la ley ha sido aprobada por unanimidad. PSOE, Podemos, Ciudadanos y PP han votado a favor, si bien este último ha expresado públicamente su desacuerdo con el hecho de que el texto, formalmente presentado por el PSOE pero consensuado con los colectivos regionales, estuviera «totalmente cocinada».
Ambos textos (que enlazaremos en el momento en que aparezcan publicados en los respectivos diarios oficiales en su versión definitiva) guardan, de hecho, numerosas similitudes. Incluyen medidas educativas (como la incorporación de la diversidad afectivo-sexual a los planes docentes o la garantía de respeto a la identidad de género de los menores transexuales en todos los aspectos de la vida escolar), sanitarias (entre ellas el acceso a las técnicas de reproducción asistida en la sanidad pública para mujeres sin pareja masculina y la atención integral a las personas transexuales), de formación específica para el personal de la administración autonómica o para combatir la discriminación en el acceso al mundo laboral.
Ambas leyes incorporan además su correspondiente capítulo sancionador en casos de discriminación por LGTBIfobia, incorporando el principio de inversión de la carga de la prueba, tan importante en estos casos: será el infractor el que deberá demostrar que no ha cometido la infracción. Eso sí, no se podrán sancionar aquellos hechos que ya hayan sido sancionados penalmente o administrativamente. Las infracciones se dividen en tres categorías: leves, graves y muy graves, y las sanciones podrán llegar, en los casos extremos, hasta los 45.000 euros (en el caso de Murcia) y los 90.000 euros (en el caso de Baleares).
En Murcia se creará un Observatorio regional contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género y se incluirá a representantes de las familias LGTBI en el Consejo Asesor Regional de Infancia y Familia, mientras que en Baleares se creará un Consejo LGTBI de las Islas Baleares y un servicio integral de atención. Las dos leyes contemplan también la realidad del colectivo intersexual.
Felicitación a los colectivos
A la espera de que se desarrollen los correspondientes protocolos y reglamentos que las hagan efectivas (sin duda la gran debilidad de este tipo de leyes, aprobadas con importante ruido mediático pero cuyo despliegue reglamentario suele demorarse mucho más allá de lo razonable) lo cierto es que se trata de dos excelentes noticias.
Sin duda, el hecho de que el PP perdiese la mayoría absoluta en los parlamentos de ambas comunidades ha ayudado a que estas leyes hayan podido salir adelante incluyendo sus aspectos más ambiciosos, pero no debe olvidarse el trabajo realizado por colectivos locales como Ben Amics, No Te Prives o Galactyco, por mencionar solo algunos de los más importantes. Nuestra enhorabuena por el gran trabajo realizado.
Con la primera lectura de la proposición de “Ley para garantizar los derechos de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales y para erradicar la LGTBIfobia” aprobada el martes por el Parlamento Balear, extraigo algunas reflexiones referidas sólamente a la LGTBIfobia en el ámbito deportivo:
– Todas las medidas establecidas se refieren a “cualquier ámbito de la vida social y en particular las áreas civil, laboral, social, sanitaria, educativa, económica y cultural”. Se echa de menos una mención específica al área deportiva, dado que es uno de los ámbitos de mayor persistencia de la LGTBIfobia en la sociedad.
– Es positivo el hecho de que se mencione la necesidad de “garantizar la formación y sensibilización de profesionales que realizan tareas de prevención, detección, atención, asistencia y recuperación en el ámbito del deporte y el ocio” (aunque no siempre estos dos términos deberían ir juntos).
– Cuando se habla de llevar a término “medidas de apoyo a la visibilidad de las personas LGTBI”, cabría mencionar la necesidad de intervenir en el ámbito deportivo, donde la invisibilidad de deportistas profesionales LGTBI es preocupante.
– Encuentro muy acertada la mención a la necesidad de hacer efectivo el respeto a la diversidad en las “actividades deportivas escolares”. Baste mencionar que El 64,5% del alumnado de Secundaria en las clases de Educación Física ha sido testigos de comportamientos homofóbicos entre estudiantes, según estudio del Profesor J.Piedra de la Cuadra.
– Como “sectores de intervención”, opino que tratar conjuntamente “Cultura, ocio y deporte” no es lo más acertado, dado que el ámbito deportivo precisa un tratamiento específico. La parte positiva es que se obliga a la administración a velar por el fomento de la sensibilización y que no haya discriminación, en concreto, en “eventos deportivos”.
– Encuentro muy satisfactoria la mención explícita a garantizar por parte de las administraciones de las Islas Baleares “junto a las Federaciones deportivas, la libre participación de las personas LGTBI en las competiciones y el trato correcto de estas personas en las instalaciones deportivas”. Aquí cabe implementar medidas como impedir el acceso a recintos a personas que sostengan comportamiento hómofobos, el trato digno de deportistas transexuales garantizando espacios íntimos como vestuarios, etc.
– Muy apropiada la obligación a los titulares de espacios públicos y organizadores de espectáculos de impedir el acceso o expusar a aquellas personas que usen la violencia verbal o física o inciten a la violencia o la discriminación por razón de orientación sexual o identidad de género o expresión de género.
– Con respecto a la polémica “inversión de la carga de la prueba”, por la cual corresponde a la parte demandada, y no a la víctima, aportar una justificación cabe remarcar que sólo se refiere a infracciones administrativas (nunca delitos).
En resumen, es sumamente positivo que nuevas Comunidades Autónomas, como Baleares, se sumen a garantizar legalmente la igualdad de derechos para las personas LGTBI. Sin embargo, aún no se aprecia un tratamiento lo suficientemente específico a la hora de abordar la LGTBIfobia en el ámbito deportivo, teniendo las Comunidades Autónomas muchas competencias en materia de política deportiva. Recordemos que la “Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte” estatal de 2007 NO recoge una mención expresa a la LGTBIfobia. Y debemos ser conscientes de que en el ámbito deportivo perviven estereotipos mucho más arraigados que en otros y ello produce mayores episodios de LGTBIfobia, como vemos continuamente.
Fernando, en dosmanzanas tenemos la sección «Carta en dosmanzanas» en la que publicamos artículos de suficiente interés que los lectores nos envían. Quizá pueda resultar interesante que articules tus reflexiones en una carta y la podamos publicar, de forma que tengan más visibilidad que en un simple comentario.
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