El Sínodo católico de Tréveris (Alemania) pide una “oferta litúrgica” a las parejas del mismo sexo
El reciente Sínodo de la diócesis católica de Tréveris (Alemania) se ha pronunciado a favor de una mayor inclusión de las personas LGTB. Una inclusión que hacen extensiva a las parejas y sus familias, para las que se llega a hablar de “ofertas litúrgicas” y pastorales.
En algunos lugares, los laicos católicos siguen atreviéndose a dar pasos a favor de la inclusión de las personas LGTB. Lo hacen a pesar de que los posicionamientos oficiales no incorporan avance doctrinal alguno y como mucho abren la puerta a una cierta flexibilidad pastoral, como ha ocurrido con la última exhortación La alegría del amor, que comentábamos hace poco en esta página.
En esta ocasión, ha sido en Alemania, un país en el que los católicos han mostrado reiteradamente su distancia del magisterio oficial, también en materia LGTB. Ha sido en el Sínodo de la diócesis de Tréveris (Trier, en alemán), bajo el gobierno del obispo Stephan Ackermann. El encuentro —de hecho, el primer Sínodo local convocado en Alemania desde 1990— se ha compuesto de sacerdotes, religiosos y laicos. En él se ha concluido que debe haber una mayor apertura a las parejas del mismo sexo e incluso que debe haber una “oferta litúrgica” para ellas y sus familias.
Así se afirma en el documento final (accesible íntegramente en PDF). Bien es cierto que hay diferencias entre lo que se plantea en el cuerpo del texto a modo de acta de lo discutido, por una parte, y las recomendaciones finales, por otra. En el primer caso, se afirma que: “la iglesia de Tréveris se comporta respetuosa y valorativamente con las personas que conviven en parejas estables del mismo sexo. Resulta evidente que ha de procurarse un diálogo continuado en todos los niveles, así como una colaboración con las personas con orientación homosexual y sus familiares”. Y se añade llamativamente que “ha de desarrollarse una oferta pastoral y litúrgica a las parejas estables del mismo sexo, establecida en diálogo con personas de orientación homosexual; esta oferta habrá de dirigirse también a sus hijos y el ambiente familiar en su conjunto”. Las recomendaciones finales, más limitadas, hablan del desarrollo de “una oferta de cura de almas, pastoral y litúrgica en diálogo con las personas de orientación homosexual”, eliminando la referencia explícita a las parejas.
El mero hecho de que el documento haya sido publicado —y que sea fruto de la reunión de todos los estamentos de la diócesis— resulta sintomático de lo especial del catolicismo en Alemania. Repetidas veces los católicos alemanes han marcado diferencias con la doctrina romana, unas distancias que también son visibles, y mucho, en materia LGTB. Esta ya “tradicional” distancia de los laicos alemanes permite entender también que algunos obispos hayan sido más audaces en sus declaraciones, como el aquí reseñado obispo de Osnabrück, Franz-Josef Bode, partidario de bendecir a las parejas del mismo sexo, aunque en el ámbito privado. Hace pocos meses destacamos también cómo la Alianza de Juventudes Católicas Alemanas en Colonia se pronunciaba a favor de una política inclusiva de las personas LGTB.
Cierto es que hay también obispos que siguen la línea más conservadora, como el obispo de Passau, Stefan Oster. Con todo, el que se presente esta diversidad es significativo, y más aún que cuando pueden hablar los laicos, como ha sido en este Sínodo local, la posición a favor de las personas LGTB es aún más clara.