Morgan Tsvangirai, líder opositor de Zimbabue: “No apoyaré la persecución de los gais”
El presidente del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) y líder de la oposición de Zimbabue, Morgan Tsvangirai, se ha pronunciado públicamente contra la persecución de la población LGTB en uno de los países con una mayor homofobia social y de Estado.
Zimbabue es un país del sur de África dominado desde su independencia en 1980 por Robert Mugabe. El ya anciano presidente (tiene 92 años) es un virulento homófobo que ha llegado a tachar a las personas LGTB de ser “peores que los perros y los cerdos”. Tsvangirai es el líder más destacado de la oposición a Mugabe y fue el primer ministro del país entre 2009 y 2013.
El político opositor no comparte la brutal campaña homófoba del presidente zimbabuense. Si bien en 2010 ambos mandatarios rechazaron que la nueva Constitución recogiera mención alguna de las personas homosexuales, al año siguiente el entonces primer ministro cambió de opinión y se mostró favorable a incluir de alguna manera los derechos LGTB en su redacción. Los partidarios de Mugabe rechazaron de plano, como era de esperar, esta posibilidad.
El viernes pasado, Tsvangirai se mostró contrario a la escalada de violencia contra la comunidad LGTB que sufre el país en los últimos años. En una conferencia de prensa, el líder opositor afirmó ser consciente de la homofobia social vigente en Zimbabue y quiso aclarar que ni es homosexual ni apoya a gais y lesbianas. Pero añadió que no perseguirá a la población LGTB “porque en la Constitución se les reconoce ese derecho”.
Según Tsvangirai, “existe la libertad de orientación sexual en la actual Constitución de Zimbabue. ¿Por qué debería violarse esa cláusula?”, se preguntó. La realidad, sin embargo, es que las relaciones entre varones siguen siendo un delito en el país y que los ataques y las torturas a los ciudadanos LGTB están a la orden del día.
Un presidente y una sociedad profundamente homófobos
A pesar de este posicionamiento del líder opositor, la situación de las personas LGTB en Zimbabue es como bien sabemos muy delicada. La ley persigue toda actividad percibida como homosexual, sea pública o privada, como corresponde a la bien conocida homofobia del presidente Robert Mugabe, que por otra parte encuentra respaldo en buena parte de la población del país.
En dosmanzanas hemos recogido numerosos ejemplos. A principios de 2014 Mugabe daba su respaldo a la entonces recién aprobada ley ugandesa contra la homosexualidad y amenazaba a los activistas LGTB locales. En 2013, en su última campaña electoral, prometió convertir Zimbabue en un “infierno para los homosexuales” y amenazó a gais y lesbianas con “cortarles la cabeza”. De hecho, no fue hasta 2015 cuando pudimos publicar la primera noticia positiva de Zimbabue: la decisión de introducir medidas de prevención del VIH entre la población reclusa masculina.
Lo cierto es que en cuanto a declaraciones homófobas de Mugabe, tenemos un amplio repertorio para elegir: calificó de “satánica“ la propuesta de David Cameron de asociar la ayuda británica al desarrollo al respeto de los derechos LGTB y unos meses después, mandó al mandatario europeo “al infierno“ por la misma causa. Antes había calificado a la homosexualidad de “inmundicia europea“. Otra de sus ocurrencias fue acusar a los gais de perjudicar los derechos de las mujeres. Y no han sido sus únicos exabruptos.