Bermudas rechaza en un referéndum, no vinculante y de baja participación, el matrimonio igualitario y las uniones civiles
La población de Bermudas, territorio británico de ultramar situado frente a la costa este de los Estados Unidos, ha rechazado en referéndum la posibilidad de reconocer las uniones entre personas del mismo sexo, ya sea en forma de matrimonio o de unión civil. La buena noticia es que el reférendum, consultivo y no vinculante, no ha alcanzado el quórum necesario para ser considerado válido.
Bermudas es una sociedad especialmente conservadora. No despenalizó la homosexualidad hasta 1994, y por ejemplo la edad de consentimiento para las relaciones homosexuales masculinas sigue siendo dos años superior que para las relaciones heterosexuales o lésbicas (18 años frente a 16). Ello no ha evitado que se produzcan avances significativos. En 2013, por ejemplo, el Parlamento aprobó una ley que prohíbe discriminar por razones de orientación sexual (a finales de 2012 nos hicimos eco de la misma). Y a principios de 2015 la Corte Suprema de Bermudas falló a favor de la adopción homoparental, lo que permite a las parejas del mismo sexo adoptar en igualdad de condiciones a las parejas de distinto sexo.
Sin embargo, pese a que la adopción homoparental es posible, no existe reconocimiento jurídico de las relaciones entre personas del mismo sexo (puede sonar extraño, pero en territorios cuyo derecho es de tradición anglosajona esta situación no es tan inusual). Un reconocimiento que está ya sobre la mesa, de ahí la convocatoria de un referéndum sobre la materia, que tuvo lugar el pasado jueves, y en el que se preguntaba tanto por el matrimonio igualitario como por las uniones civiles entre personas del mismo sexo. Una consulta de carácter no vinculante, pero orientativa sobre los «deseos» de la población de Bermudas.
El resultado no es especialmente sorprendente: el 69% de los votantes (14.192 frente a 6.514) se opone al matrimonio igualitario. El 63% se opone también a las uniones civiles. La buena noticia, sin embargo, es que solo han votado 20.804 personas, cuando el número oficial de votantes registrados es de 44.367. Menos del 50%, por lo cual el referéndum, según la legislación de Bermudas, carece de validez.
Un resultado malo, pero posiblemente no desastroso. El referéndum era consultivo, pero debido a la baja participación ni siquiera es válido. Ello permitiría al Parlamento aprobar a medio plazo una norma (posiblemente de uniones civiles) sin sombra de ilegalidad. Ese es el deseo, por ejemplo, del ex primer ministro sir John Swan, que en su momento llegó a votar en contra de despenalizar las relaciones homosexuales y que ahora se muestra convencido de las bondades del matrimonio igualitario. El actual primer ministro, Michael Dunkley, había comentado por su parte antes del referéndum que había que seguir la «la voluntad del pueblo». Veremos qué sucede finalmente.