El Ayuntamiento de Madrid reconocerá al Orgullo una consideración normativa especial y le destinará un presupuesto cuatro veces mayor
El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado su intención de otorgar una consideración especial al Orgullo LGTB para que se pueda desarrollar con totales garantías. Ha sido a través de las concejalas de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, Marta Higueras, y de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, que tras la polémica despertada por la multa impuesta a los organizadores del Orgullo 2015 han querido calmar los ánimos.
Inés Sabanés, a la que justo es reconocer su apoyo al Orgullo LGTB desde muchos años antes de que Ahora Madrid se hiciera con el gobierno municipal tras las elecciones de mayo de 2015, ha explicado que se están buscando alternativas a las multas por incumplimiento de la ordenanza de protección acústica, «para este momento y para las siguientes fiestas. Por supuesto, apoyamos totalmente el Orgullo 2016”. Ambas concejalas entienden que acontecimientos especiales de esta magnitud merecen una normativa específica. “Vamos a buscar en el pleno de junio el apoyo de los grupos para declarar el Orgullo como un acontecimiento de especial relevancia cultural” ha declarado Sabanés, “lo cual daría un marco mucho más abierto para tener más flexibilidad en la aplicación de la ordenanza”. Por su parte, Marta Higuera ha asegurado que “se buscará un marco normativo parecido a las Fallas en Valencia, o los Sanfermines en Pamplona, fiestas donde también se alcanzan niveles altos de decibelios». Higuera ha reconocido que «no nos da tiempo para desarrollarlo, de ahí que llevemos la iniciativa al pleno de junio, pero trabajaremos en desarrollar la normativa posteriormente».
Sobre la indignación expresada hace unos días por COGAM y la FELGTB, organizadores de la Manifestación del Orgullo LGTB 2015 cuyo escenario final resultó incluido (por primera vez) entre los multados, Sabanés declaró que «los colectivos tienen su derecho a expresar su protesta», reconociendo «lo contradictorio que puede parecer el apoyar una actividad y el cumplimiento de la ordenanza correspondiente, que también sigue su curso”.
Cabe destacar, en este punto, que además de las multas municipales, precisamente estos días se conocían los términos de una sentencia emitida en 2015 que daba la razón a la Asociación de Vecinos de Chueca en su ya viejo litigio contra los organizadores del Orgullo 2011, precisamente en relación a los niveles de ruido generados entonces por el escenario de la Plaza de Chueca.
Se cuadruplica la ayuda municipal
Al hilo de la polémica se conocía precisamente que el gobierno de Manuela Carmena tiene intención de cuadruplicar el presupuesto que dedica a las fiestas del Orgullo, pasando de los 60.000 euros de ediciones anteriores a 250.000 euros (repartidos entre el MADO 2016 propiamente dicho y diversas actividades propuestas por colectivos LGTB). El Ayuntamiento, en este sentido, tiene la vista puesta en la celebración en 2017 del World Pride, el mayor evento mundial LGTB en el que el Ayuntamiento prevé invertir alrededor de 750.000 euros.
Las intenciones del Ayuntamiento son desplegar las actividades del Orgullo LGTB 2016 más allá del barrio de Chueca. La Plaza de Chueca, de hecho, solo albergará el miércoles 29 el pregón de las fiestas. Otros escenarios serán la Plaza del Rey, la Puerta del Sol, la Plaza de España, la Puerta de Alcalá, la Explanada del Rey de Madrid Río (donde se desarrollará un programa dirigido a las familias con niños), la Calle Pelayo y la Plaza de Colón, que el sábado 2 de julio volverá a ser el punto final de la gran manifestación estatal.
Es hora de reparar los daños
Volviendo a las multas, ojalá las anunciadas intenciones del Ayuntamiento de resolver el problema se hagan efectivas. Sin dudar de la voluntad del actual gobierno municipal de facilitar la celebración del Orgullo LGTB, por mucho que desde Ahora Madrid se insista en que las multas son consecuencia de una normativa heredada lo que resulta evidente es que ha habido dejadez a la hora de planificar el Orgullo 2016: la necesidad de dotar al evento de una protección específica es la misma ahora que hace ya un año. Hubiera estado bien que se trabajase a lo largo de estos doce meses para que a día de hoy estuviese plenamente desarrollada.
Ojalá lo sucedido se resuelva adecuadamente (estaremos atentos) y sirva de acicate para que los que tienen que hacerlo se pongan de una vez las pilas y el Orgullo LGTB 2016, además de renovar la reivindicación en favor de nuevas leyes contra la discriminación que vuelvan a colocar a España en el lugar de cabeza que ha perdido en los últimos años (leyes como la recién aprobada en Noruega de identidad de género bien lo ponen de manifiesto) sea también un éxito organizativo.