El mulá gay Taha, que casaba a parejas del mismo sexo en secreto, huye de Irán por las amenazas de muerte de otros clérigos musulmanes
Con independencia de las creencias personales o de la fe que cada uno pueda o no profesar, ejemplos como el del mulá gay Taha demuestran que hay espacio para la inclusión, la tolerancia y la diversidad. Otra cosa es que las jerarquías religiosas (en este caso islámicas, pero en otros católicas, evangélicas u ortodoxas) pretendan imponer a menudo sus posicionamientos excluyentes, a veces incluso con violencia. Taha oficiaba bodas igualitarias en Irán, según el rito islámico. Y aunque lo hacía en secreto, otros clérigos musulmanes cuestionaban que se dejara ver con hombres gais e incluso sospechaban de su orientación homosexual. Al final, ha llegado un momento en que la situación se ha vuelto insostenible y ha tenido que abandonar Irán, temiendo por su propia vida.
El mulá Taha trataba de mantener su sexualidad oculta, pero otros clérigos comenzaron a sospechar que era homosexual, incluso sin saber que estaba casando a parejas del mismo sexo a sus espaldas. “Los últimos meses fueron muy difíciles. Las autoridades me interrogaron varias veces sobre mi elección de amigos”, explica Taha. Para la jerarquía islámica iraní no era “tolerable” que una persona del estatus de este clérigo se relacionara públicamente con hombres gais. De hecho, cuando un grupo de mulás creyó segura la orientación homosexual de Taha, “me amenazaron de muerte”.
Peligrando su integridad física, e incluso su vida, Taha se ha visto obligado a abandonar Irán. Por el momento se encuentra en Estambul (Turquía), una ciudad en la que buscan refugio muchas personas LGTB que consiguen escapar de países de cultura islámica con sociedades más intransigentes. Sin embargo, el objetivo último de Taha es conseguir el asilo en Canadá. Desde luego, viendo las posturas radicales y vergonzosas que han adoptado algunos gobiernos de la Unión Europea con respecto a los refugiados, y teniendo en cuenta la historia de Taha, parece más que injusto meter a todos los que huyen de sus países en el mismo saco.
En el siguiente vídeo podéis ver el reportaje que ha realizado la BBC (en inglés) sobre la historia de vida del mulá Taha:
La difícil situación de las personas LGTB en Irán
Aunque el propio Gobierno de la república islámica de Irán ha llegado a reconocer que entre la población juvenil del país existe una alta proporción de homosexuales, las personas LGTB están sujetas a toda clase de discriminaciones, violencia y estigmatización (muchas veces, incluso por sus propias familias y círculos más próximos). En 2013, por ejemplo, la Guardia Revolucionaria iraní, encargada de velar por el mantenimiento del orden islámico en el país, comunicabao la detención de una “red de homosexuales y satanistas” en la ciudad de Kermanshah, cercana a la frontera con Irak. Entre los detenidos había tanto ciudadanos iraníes como iraquíes. La legislación iraní establece para las prácticas homosexuales castigos que incluyen la flagelación y la pena de muerte.
Y aunque, como decíamos anteriormente, muchas personas LGTB procedentes de países como Irán buscan refugio en Turquía, no dejan de correr riesgos. Dosmanzanas recogía en 2015 la denuncia del programa para refugiados de Iranian Queer Organization (IRQO), grupo de defensa de los derechos LGTB radicado en Canadá, con respecto al incremento de las agresiones que sufren los refugiados iraníes en Turquía por su orientación sexual o identidad de género.