La justicia surcoreana deniega el derecho al matrimonio a una pareja de hombres
Un tribunal de distrito de la ciudad de Seúl ha rechazado la demanda presentada por el cineasta surcoreano Kim-Jho Gwang-Soo y su compañero sentimental Kim Seung-Hwan para ver reconocido su derecho a casarse legalmente. La iniciativa de la pareja, que piensa recurrir la sentencia, ha reavivado el debate sobre el matrimonio igualitario en el país asiático.
Kim-Jho Gwang-Soo y Kim Seung-Hwan celebraron una boda de carácter simbólico en 2013 para visibilizar la discriminación a la que se enfrentan las parejas del mismo sexo. La administración local, sin embargo, les denegó la inscripción del enlace en el registro, alegando que la Constitución surcoreana solo reconoce los matrimonios entre hombre y mujer.
La pareja recurrió ante la justicia local en julio del año pasado, la primera vez que se producía una demanda de este tipo en Corea del Sur. Pero el tribunal de distrito correspondiente rechazó el recurso el pasado miércoles y ratificó la decisión de las autoridades locales. La corte consideró que las leyes vigentes “se basan en la noción de un vínculo conyugal que significa una unión entre sexos diferentes”.
El fallo no ha cogido por sorpresa a Kim-Jho Gwang-Soo y Kim Seung-Hwan, que han declarado su intención de seguir recurriendo a tribunales superiores. Su abogada, Ryu Min-Hee, considera que “en caso de duda, las leyes deben ser interpretadas de acuerdo con la Constitución”, que establece la igualdad de derechos de todos los ciudadanos.
El cineasta y su compañero, muy conocidos en Corea del Sur, emplazaron a otras parejas del mismo sexo a seguir su ejemplo, porque “la legislación llegará antes si la parte implicada se hace más grande”. Al menos dos parejas más han hecho caso de su llamamiento. En cualquier caso, con independencia del resultado final del proceso, la visibilidad de la pareja ya es un poderoso símbolo contra la discriminación en una sociedad todavía fuertemente conservadora frente a la realidad LGTB.
Derechos LGTB en Corea del Sur: esperanza y decepción
Corea del Sur, uno de los países económicamente más desarrollados de Asia, sigue, como su vecino Japón, sin reconocer ningún derecho a las personas LGTB salvo el del cambio legal de género tras cirugía de reasignación. El país, en el que casi la mitad de la población se declara irreligiosa (con la otra mitad dividida entre budistas y cristianos), ha abierto en los últimos años tímidamente el debate sobre la igualdad. En las elecciones presidenciales de 2012, el candidato liberal Moon Jae-in prometió explorar “alternativas institucionales” al matrimonio igualitario, pero la presión cristiana, también en esta ocasión, lo obligó a desdecirse.
El alcalde de Seúl, Park Won-soon, mostró en octubre de 2014 su apoyo a los derechos LGTB, incluyendo el matrimonio igualitario, en declaraciones a un periódico de San Francisco (Estados Unidos). El jefe de la corporación municipal manifestaba entonces su deseo de que el país adelantara a Taiwán y se convirtiera en el primero de Asia en abrir el matrimonio a las personas del mismo sexo.