Las elecciones generales, en clave LGTB: PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos disponen de mayoría suficiente para promover avances significativos
Este 26 de junio se celebraron elecciones generales en España. El resultado, conocido por todos. Hoy, y después de un periodo en el que el debate sobre las políticas LGTB ha quedado invisibilizado por la compleja coyuntura política, volvemos la vista a los resultados en clave LGTB, la que en dosmanzanas más nos interesa…
El pasado 20 de diciembre, PP y PSOE sufrían un considerable varapalo, y hacían su entrada en el Parlamento dos fuerzas hasta entonces ausentes: Podemos y Ciudadanos. Un PP desprovisto de aliados ni siquiera intentó la investidura como presidente del Gobierno de su líder, Mariano Rajoy. Fue el líder socialista, Pedro Sánchez, el que dio el paso, tras cerrar un acuerdo de investidura con Ciudadanos.
Un acuerdo que no contaba sin embargo con votos suficientes para salir adelante. El PSOE posiblemente consideró que Podemos acabaría cediendo y se abstendría, permitiendo a Sánchez ser presidente. No fue así. Podemos solo estaba dispuesto a apoyar a Sánchez si entraba a formar parte de un gobierno de coalición negociado bilateralmente con el PSOE y en el que tener capacidad ejecutiva. Una posibilidad que Sánchez rechazó, argumentando que algunas propuestas de Podemos son incompatibles con las del PSOE y que esa opción solo era posible con el apoyo implícito de grupos nacionalistas, algo que la dirección socialista rechazaba. La investidura fracasó. Las conversaciones posteriores no permitieron superar el bloqueo, y se convocaron nuevas elecciones.
Elecciones tuvieron lugar el pasado domingo. El PP, pese a los innumerables casos de corrupción, a la precariedad laboral que se ha instalado en la sociedad española y al cercenamiento de derechos que han caracterizado su gestión, veía aumentado su apoyo electoral, recuperando 14 escaños aunque lejísimos todavía de la mayoría absoluta: la campaña del miedo a Podemos caló fuerte en el electorado más derechista. El PSOE aguantó mejor de lo esperado, y pese a seguir perdiendo apoyos mantuvo su segunda posición tanto en votos como en escaños. Unidos Podemos (coalición de Podemos e IU) y las confluencias, pese a mantener el mismo número de escaños que ya tenían por separado, fueron los «perdedores morales» de la noche, al quedar por debajo de las expectativas: ni siquiera en número de votos totales lograron superar al PSOE, tal y como preveían las encuestas. Un millón de votos menos de los que lograron por separado Podemos e IU (posiblemente muchos de ellos anteriores votantes de IU que rechazaron dar su apoyo a Pablo Iglesias) han hecho mella en una formación que con el mismo número de escaños queda sin embargo en una situación más delicada que la que tenía. Ciudadanos, por su parte, sufría también una fuerte sangría de votos, posiblemente de antiguos electores populares que prefirieron votar ahora de nuevo al PP.
El PP cuenta, finalmente, con 137 diputados, a 39 de la mayoría absoluta. El PSOE, con 85. Unidos Podemos y las confuencias, con 71. Ciudadanos, con 32. A mayor distancia quedan ERC con 9, CDC con 8, PNV con 5, Bildu con 2 y Coalición Canaria con 1. A día de hoy, se desconoce quién será el próximo presidente del Gobierno, aunque la mayoría de los analistas dan por hecho que bajo una fórmula u otra será el PP de Mariano Rajoy el que lo encabece.
Y hasta aquí el relato genérico de lo sucedido. Pero ¿qué va a suceder con las políticas LGTB? Sea quien sea quien forme nuevo gobierno, y ante la evidente falta de interés del PP en ahondar en este terreno (lo recordábamos en una entrada que publicamos poco antes del 20 de diciembre, y esto no ha cambiado) lo cierto es que todo dependerá de la voluntad política de las otras tres grandes formaciones: PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos reúnen 188 diputados, muy por encima de la mayoría absoluta. Disponen por tanto de la capacidad conjunta de aprobar leyes pese a la eventual oposición del PP, incluso aunque este cuente con la mayoría absoluta en el Senado. Hay antecedentes: como recordábamos la pasada semana. En 2005, Un Senado también controlado por el PP vetó la ley de matrimonio igualitario. Días después el Congreso levantaba el veto. De hecho, José Luis Rodríguez Zapatero aprobó todas sus leyes con un Senado controlado por el PP.
En materia LGTB, además, PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos coinciden en numerosos puntos. La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) publicaba antes de las elecciones del pasado domingo una tabla comparativa tras reunirse con las tres formaciones (el PP no quiso) en la que de hecho las equiparan:
Una tabla discutible para muchos: basta leer los programas políticos de las tres formaciones para ver que el peso que cada una de ellas da a los compromisos en materia LGTB es desigual. Sin embargo, no deja de ser un punto de partida prometedor. También lo es, por ejemplo, que las tres formaciones hayan mostrado ante la Coordinadora estatal de VIH y sida, CESIDA, su disposición a un compromiso en materia de VIH, especialmente necesario.
El antecedente de la ley integral de transexualidad en Madrid
No sería, por otra parte, la primera vez que las tres formaciones deciden colaborar conjuntamente y sacar adelante una ley, pese a no estar el en el Gobierno. Sucedió hace pocos meses en la Comunidad de Madrid, donde PSOE, Podemos y Ciudadanos consiguieron la aprobación de una muy avanzada ley integral de transexualidad, a cuyo proceso de elaboración el PP, que defendía su propio proyecto, prefirió no sumarse (acabó por abstenerse en la votación final). Y hace ya años, en 2009, sucedió lo mismo en Navarra, comunidad que aprobó la primera ley autonómica de transexualidad pese a la oposición de UPN, el partido entonces gobernante en Navarra.
Y es que, aunque en España no estemos acostumbrados, en un sistema parlamentario en el que ningún partido dispone de mayoría absoluta es posible que varios partidos sin responsabilidades de gobierno se unan y aprueben leyes.
¿Acaso no homenajean los tres líderes al Orgullo?
Con motivo del 28 de junio, los líderes de las tres formaciones de las que precisamente hablamos han querido homenajear al Orgullo LGTB. Insertamos debajo los tuits de los tres (Mariano Rajoy no hizo mención alguna).
Bienvenido sea. Pero entendemos que la mejor forma de hacer efectivo este apoyo a la causa LGTB es pactando en el nuevo Parlamento una hoja de ruta que permita al menos aprobar varias iniciativas fundamentales en las que las tres formaciones podrían coincidir: una nueva ley de identidad de género desprovista de anacronismos (sin enfoque patologizante y que incluya a los menores trans), una ley de igualdad de trato y no discriminación, un compromiso contra el VIH y medidas educativas contra la LGTBfobia. No debería ser complicado… El trabajo, en este sentido, de los colectivos LGTB va a ser más importante que nunca a la hora de muñir acuerdos. Confíemos en que estén a la altura.
Desde la tolerancia y el respeto, seguiremos empeñados en construir un mundo mejor. Feliz día del #OrgulloLGBT pic.twitter.com/tXKYsTax4e
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 28 de junio de 2016
La lucha LGBTI ha sido, es y será siempre el mejor ejemplo de dignidad. #OrgulloLGBT pic.twitter.com/iQkaeckyTM
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 28 de junio de 2016
Viva la igualdad y viva la libertad, Feliz día del #OrgulloLGTB. pic.twitter.com/YPrNiEGuqJ
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) 28 de junio de 2016
Si realmente creeis que cuñadanos están de nuestro lado, sois aún más ilusos que los capullos que acaban de dar otros 4 años a Rojoy
Patatafrita, nos limitamos a constatar la situación parlamentaria, en este tema equiparable a la madrileña (que sí permitió la aprobación de ua buena ley de transexualidad) y a enunciar las posibilidades que se derivan de los programas electorales y de los compromisos expresos adquiridos ante la FELGTB y Cesida.
Sobre Ciudadanos, precisamente dosmanzanas fue la página que se hizo eco de las entonces reservas de Albert Rivera al matrimonio igualitario, allá por 2006: http://archivo.dosmanzanas.com/index.php/archives/1335
No creo, en este sentido, que se nos pueda acusar de ilusos con Ciudadanos. Nos limitamos a contar que la posibilidad existe. Creemos que es obligación, sobre todo de los colectivos, aprovecharla hasta donde sea posible. Y de los demás pedirles/apoyarles que se pongan a ello desde ya.
El problema es si ese apoyo es importante para ellos o un pacto con el PP lo dejara en segundo plano.De todos modos si frena las actitudes descriminatorias del PP bienvenida sea.