México y Portugal regulan la gestación subrogada sin ánimo de lucro… excluyendo a las parejas del mismo sexo
La regulación de la gestación subrogada sigue levantando polémica. El Senado de México, que inicialmente pretendía prohibirla, ha decidido autorizarla pero solo cuando no exista ánimo de lucro, se produzca entre ciudadanos mexicanos y se documente una «estricta indicación médica». Una cláusula que parece introducida a propósito para excluir de su uso a los modelos de familia no tradicionales (parejas del mismo sexo o familias monoparentales). Algo parecido acaba de suceder en Portugal, país que ha regulado el procedimiento, también sin ánimo de lucro, pero al que solo podrán acceder mujeres que no puedan quedar embarazadas por un problema estrictamente médico.
Que la gestación subrogada es una cuestión polémica no se le escapa a nadie. En España, por ejemplo, siempre ha habido gran resistencia a regularla, y no solo desde posturas conservadoras: una parte del feminismo (representada por ejemplo por la plataforma No Somos Vasijas) se opone frontalmente, por considerarla una forma de explotación mercantilista del cuerpo de la mujer. Ni siquiera entre los colectivos LGTB las posiciones son unánimes.
Recientemente asistíamos a cómo el debate llegaba a la Asamblea de Madrid de la mano de Ciudadanos, que propuso que el Gobierno madrileño solicitase al Gobierno de España que promoviese una ley que regulase esta práctica. La propuesta de Ciudadanos contó con el apoyo de la mayor parte de los representantes del PP, incluido el de la presidenta Cristina Cifuentes (aunque tres de sus diputados más conservadores se rebelaron y votaron en contra), el rechazo frontal del PSOE y la oposición matizada de Podemos, que presentó varias enmiendas con objeto de pedir garantías máximas para las mujeres gestantes, incluyendo el derecho a exigir la custodia del niño durante un periodo de tiempo establecido.
La oposición del PSOE a la regulación de la gestación subrogada ya se había hecho evidente en junio del año pasado, cuando desde el entonces grupo socialista del Congreso se llegó incluso a proponer prohibir la difusión de cualquier información que facilitase el acceso a dicho procedimiento en otros países (los socialistas acabaron por retirar la propuesta).
La iniciativa de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, de hecho, fue finalmente rechazada, gracias a la rebelión de los tres populares díscolos. El PSOE votó en contra y Podemos también, estos últimos al no ver admitidas su enmiendas. Sirvió, al menos, para que se abriera el debate. Especialmente interesante, a este respecto, fue la carta que Marta López, presidenta de la Asociación por la Gestación Subrogada en España, dirigió a la diputada de Podemos Clara Serra, en la que López argumentaba de forma detallada por qué su asociación se oponía a las enmiendas sugeridas por Podemos.
No seremos nosotros, desde dosmanzanas, los que demos solución a la disyuntiva. Pero sí creemos que es conveniente un debate sobre la materia. La gestación subrogada, no olvidemos, es perfectamente legal en países a los que España reconoce su capacidad para determinar la filiación, y de hecho el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha fallado a favor del pleno reconocimiento en suelo europeo de los hijos nacidos por ese procedimiento en terceros países. En concreto, la sentencia se refería a dos matrimonios franceses que tuvieron tres hijas mediante gestación subrogada en Estados Unidos, a las que Francia se negó a registrar por estar dicho procedimiento prohibido en su suelo. El alto tribunal europeo consideró que esta negativa violaba el derecho de las menores al respeto de su vida privada, socavaba su identidad y les producía un perjuicio.
La sentencia se produjo, de hecho, justo cuando en España algunos tribunales avalaban rechazar la inscripción de estos niños con argumentos similares a los del Estado francés y el entonces gobierno del PP se planteaba un cambio legislativo que los dejaba absolutamente desprotegidos. Curiosamente, todos los problemas dieron comienzo cuando fueron parejas de hombres los que comenzaron a acceder a este procedimiento: a las parejas heterosexuales estériles que también recurren a este procedimiento no parece que el Registro Civil español les haya tradicionalmente puesto problema alguno para inscribir a sus hijos.
Países socialmente avanzados, como Canadá, se han llegado a plantear incluso su cobertura por la sanidad pública. Hay países, por otra parte, que han optado por legalizarla siempre que no medie interés económico, como es el caso del Reino Unido, donde por ejemplo una pareja de hombres pudo tener un hijo gracias a que la hermana de uno de ellos se ofreció para gestarlo y dar a luz o que un gay soltero sea padre gracias a la generosidad de su propia madre.
En cualquier caso, no a la discriminación
Lo que en cualquier caso no nos parece de recibo es lo que ha sucedido en México o en Portugal, en los que finalmente se admite la gestación subrogada pero se excluye de ella a las parejas del mismo sexo. En el caso de México, la decisión fue adoptada por el Senado de la República, que el pasado 26 de abril aprobó por 73 votos a favor y cero en contra el dictamen que reforma el artículo 462 de la Ley General de Salud por el que se regula la gestación subrogada sin fines de lucro. Lo que comenzó como una iniciativa que parecía en principio destinada a prohibir esta práctica (que había sido regulada en los estados de Tabasco y Sinaloa, y sobre la que existía un vacío legal en el resto del país) acabó por legalizarla cuando exista una estricta indicación médica: en definitiva y en la práctica, solo para parejas heterosexuales estériles.
En el caso de Portugal, la alianza parlamentaria entre socialistas y Bloque de Izquierda, apoyada por alrededor de un tercio de los diputados del Partido Social Demócrata (oposición de centro-derecha, que tuvo libertad de voto) permitió la aprobación del procedimiento de gestación subrogada en ese país (también sin que medie ánimo de lucro) hace apenas tres semanas. Una norma, la portuguesa, parecida a la mexicana: hecha a medida de las parejas heterosexuales que no pueden concebir hijos, pero que en la práctica deja fuera a las parejas del mismo sexo.
COGAM pide que se abra la discusión en España
En España, es el colectivo madrileño COGAM el que más se ha significado a favor de que se regule la gestación subrogada, y de hecho este martes daba por finalizado el plazo de adhesiones a un manifiesto que COGAM y otras organizaciones, agrupadas en la Plataforma de entidades LGTB+ por la legalización de la Gestación por Subrogación, presenta este miércoles en Madrid (puedes descargarlo en cualquier caso aquí). Lo que pide COGAM es una regulación que respete los derechos de todas las personas intervinientes, vetando la posibilidad de intercambio económico más allá del abono de las molestias y gastos.
«Nos oponemos rotundamente a modelos de regulación bajo premisas neoliberales y basadas en el intercambio económico», expresaba COGAM hace pocas semanas, cuando abrió el plazo de adhesiones al manifiesto. «Tenemos el convencimiento de que el activismo LGTB debe estar presente en este debate ante la más que previsible legalización de esta técnica de reproducción asistida que se producirá antes o después, pero que tenemos el convencimiento de que llegará como está ocurriendo en los países de nuestros entorno», añadía.