¿Terrorismo tránsfobo? Estalla artefacto en una tienda Target después de posicionarse a favor de que las personas trans usen los baños que deseen
La histeria desatada en los sectores más conservadores de Estados Unidos contra el uso de baños públicos por personas transexuales parece no conocer límites. Aunque no es posible todavía confirmar la relación causa-efecto, los investigadores sospechan que la explosión de un pequeño artefacto en un baño de mujeres de uno de los grandes almacenes Target puede estar relacionada con la decisión de la popular cadena de invitar a las personas trans a usar los baños que mejor se acomoden a su identidad de género.
El pasado 19 de abril Target anunciaba de forma expresa que, en cumplimiento de su compromiso de inclusividad, las personas trans que acudiesen a cualquiera de sus establecimientos y deseasen hacer uso de los baños podrían escoger sin cortapisa alguna el que mejor se adapte a su identidad de género. Un anuncio que en otro contexto resultaría gratuito, pero que en el momento actual, cuando el uso de los baños públicos por personas trans se ha convertido en protagonista de primer orden del debate social y político en Estados Unidos, supone todo un compromiso en favor de la diversidad.
De hecho, simplemente por permitir a las personas trans usar el baño que les corresponde, Target está siendo sometida a una fuerte presión por parte de grupos y activistas ultraconservadores. Desde la American Family Association, por ejemplo, se está promoviendo una petición de boicot a la que ya se han sumado más de 1.300.000 personas. Militantes de la derecha religiosa se manifiestan frente a las tiendas e incluso en su interior, incomodando a los clientes que se niegan a secundar el boicot, y lo que es posiblemente más preocupante para la cadena: desde que anunció su política inclusiva ha sufrido importantes pérdidas bursátiles por las que algunos de sus inversores han pedido ya explicaciones al presidente ejecutivo de la empresa, Brian Cornell, que esta misma semana anunciaba que pese a todo Target mantendría su compromiso inclusivo.
Es por eso que la explosión de un pequeño artefacto en un baño de mujeres de una tienda Target en Evanston (Illinois) ha despertado las alarmas, a pesar de no haber causado apenas daños materiales ni personales. Aunque por el momento no hay confirmación, resulta inevitable sospechar que el artefacto pudo haber sido colocado en el baño de mujeres para amedrentar aún más a Target y forzarle a dar marcha atrás, lo que sería considerado todo un éxito de los grupos ultraconservadores.
Carolina del Norte prendió la mecha de la transfobia
Como hemos detallado en anteriores entradas, el principal catalizador de la histeria ha sido una ley recientemente aprobada en Carolina del Norte, posiblemente la más regresiva de las promovidas en Estados Unidos contra las personas LGTB. La ley prohíbe a los ayuntamientos y condados del estado establecer medidas contra la discriminación de las personas LGTB y deroga las existentes, como la que ya había sido aprobada en Charlotte, que amparaba a este colectivo ante cualquier tipo de discriminación de que fueran objeto en lugares donde se ofrecen servicios, como comercios, restaurantes, hoteles o taxis. Entre esas medidas se hallaba la de permitir a las personas transexuales que pudieran utilizar los aseos correspondientes a su identidad de género real en cualquier centro público, incluidos los escolares.
Esta última medida, por su simbolismo, fue la que se tomó como excusa para organizar con carácter de urgencia plenos en ambas cámaras del estado, a semejanza de lo que había ocurrido meses antes en Houston (Texas), donde la campaña contra el uso de los baños femeninos por las mujeres transexuales fue feroz y vergonzosa, enarbolando el mito del “depredador sexual de niñas disfrazado de mujer”. En ambas cámaras, controladas por los republicanos, el resultado fue abrumadoramente mayoritario. La ley fue luego promulgada por el gobernador republicano Pat McCrory, que hizo oídos sordos a las peticiones para que la vetara, y que pese a la contestación social y a la pérdida de importantes inversiones económicas ha decidido convertirla en el eje de su campaña para la reelección el próximo noviembre, confiado en que le reportará el apoyo masivo de los electores conservadores.
La aplicación de la ley ha encontrado, eso sí, la rotunda oposición de la administración Obama, que ha iniciado una batalla legal al respecto y que ya ha advertido que al menos por lo que a los centros educativos que reciben fondos federales se refiere todos los estados del país deben respetar la identidad de género de sus estudiantes trans.
Mientras, en Massachusetts impera el sentido común
La polémica, de hecho, también está sirviendo para movilizar a los partidarios de la igualdad. Las dos cámaras del estado de Massachusetts, por ejemplo, acaban de aprobar una nueva norma que consagra la no discriminación de las personas trans en todo tipo de servicios e instalaciones, incluyendo por supuestos baños públicos y vestuarios. Está previsto que el gobernador, un republicano moderado, la promulgue sin problema una vez se ajusten algunas divergencias entre los textos aprobados por cada cámara.
Aunque no se trata de una ley especialmente novedosa (otros 17 estados, además del Distrito Federal y numerosas ciudades, cuentan ya con normativas similares), sí es la primera que se aprueba después de un paréntesis de dos años, lo que pone de manifiesto lo difícil de la coyuntura que se está viviendo en la actualidad en Estados Unidos por lo que a este tema se refiere.