Asesinada una mujer lesbiana en Córdoba (Colombia)
Jessica García ha sido asesinada esta semana en la ciudad de Cereté, en el departamento de Córdoba, Colombia. Dos personas que circulaban en moto le dispararon siete tiros. La Fiscalía está investigando el caso para poder esclarecer los hechos lo antes posible. Por su parte, Caribe Afirmativo, colectivo LGTB de la zona, ha instado a las autoridades para que pongan en marcha planes para la protección de las personas LGTB, con el objetivo de que este tipo de delitos no ocurran de nuevo.
Jessica García era una mujer lesbiana de 26 años que ya antes había recibido amenazas e intimidaciones por parte de sus vecinos. Hace unos meses la acusaron de abusar sexualmente del hijo de 18 meses de la que era su pareja, así como de mantener relaciones con un menor de 14 años. La Fiscalía rechazó su imputación al no encontrar prueba alguna de estas acusaciones, lo que no impidió que continuara recibiendo amenazas, que el colectivo Caribe Afirmativo llegó a denunciar ante la Policía y la Defensoría del Pueblo con el objetivo de conseguir para Jessica algún tipo de protección, que nunca llegó.
Caribe Afirmativo espera que «la impunidad no sea el resultado en este caso» y hace un llamamiento a las autoridades para «que fortalezcan la medidas de protección y prevención de la violencia contra las personas LGTBI». El colectivo LGTB colombiano ha destacado muy especialmente que en el caso de Jessica las autoridades ya habían sido alertadas del riesgo que tenía la víctima en su entorno cercano. Según ha hecho público Caribe Afirmativo, la Defensoría del Pueblo de Córdoba citará de manera extraordinaria a las autoridades en materia de seguridad del departamento para revisar, junto al propio colectivo, los niveles de violencia que afrontan las personas LGBTI y proponer mecanismos inmediatos de protección.
En definitiva, un nuevo caso en el que han fallado los mecanismos de protección, y sobre el que las autoridades colombianas tienen en cierta medida responsabilidades. Como en tantas otras ocasiones, no podemos sino concluir que unas leyes que protejan de forma efectiva a las personas LGTB, reforzando la protección por parte de las autoridades y castigando cualquier tipo de violencia, son la mejor solución para este tipo de delitos.