El Ayuntamiento de Madrid, con los votos de PP, PSOE y Ciudadanos, equipara la Feria taurina de San Isidro al Orgullo LGTB
El pleno del Ayuntamiento de Madrid, con los votos a favor de PSOE y Ciudadanos, ha aprobado la propuesta del Partido Popular de declarar la Feria taurina de San Isidro bien de interés general, de la misma forma que se hizo hace un mes con el Orgullo LGTB. «¿Por qué no darles la misma excepcionalidad que al Orgullo?», argumentaba la concejala popular, María Carmen Castell.
En junio, el pleno del Ayuntamiento aprobaba, con los votos a favor de Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos (el PP se abstuvo) la declaración del Orgullo LGTB como bien de interés general de la ciudad de Madrid. Una medida que permite que la que es ya principal celebración cívica de la capital española se beneficie de algunas excepciones pactadas a las ordenanzas municipales (por ejemplo, en materia de ruido), poniendo así fin a años de multas y limitaciones a sus organizadores por parte del Ayuntamiento.
Ha bastado que este reconocimiento jurídico específico (que desde hace años era una reivindicación de los colectivos LGTB) se hiciese por fin efectivo para que el PP, partido que ha gobernado Madrid con mayoría absoluta de forma ininterrumpida entre 1991 y 2015, manifieste de pronto su interés por dotar la la Feria taurina de San Isidro del mismo reconocimiento, aludiendo a su interés turístico y comercial y a los efectos que su celebración supone para los vecinos del entorno de la plaza de toros de Las Ventas. Una propuesta que ha contado con el apoyo inmediato de PSOE y Ciudadanos, lo que le otorga mayoría absoluta pese a la oposición del partido gobernante, Ahora Madrid:
El #PlenoMadrid declara la Feria taurina de San Isidro de interés general (a favor PP, Cs y PSOE; en contra AM). pic.twitter.com/OevCTzuwuO
— Ayuntamiento Madrid (@MADRID) 27 de julio de 2016
En este sentido, la responsable del área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Celia Mayer, ha argumentado que la propuesta no se ajusta al modelo de ciudad que el Gobierno municipal quiere desarrollar. A Mayer, por otra parte, no le consta que existan multas contra la Feria taurina, como sí sucedía con el Orgullo LGTB. La concejala de Ahora Madrid ha recordado además que la actividad de la Feria se realiza dentro de la Plaza de Las Ventas, un recinto municipal, añadiendo que en cualquier caso si sus organizadores quisieran llevar a cabo actividades en el espacio publico podrían solicitar una suspensión de carácter temporal de la normativa sin necesidad de reconocerla como de interés general. Para Mayer no hay comparación posible entre un evento en el cual el «no es público, ni gratuito, ni abierto a todo el mundo» y las fiestas del Orgullo LGTB, que se llevan a cabo en distintos distritos, son de carácter público y abiertas, duran tan solo cuatro días (la Feria de San Isidro se extiende durante 31 días) y atraen a millón y medio de personas. Mayer también se ha referido a la próxima organización, en el año 2017, del Word Pride en Madrid.
Por lo que se refiere a PSOE y Ciudadanos, desde ambos partidos se ha querido destacar que ambos eventos no son comparables. Según la concejala socialista Mar Espinar, «es una ocurrencia surrealista» compararlos, pero ha defendido una política de «término medio» en atención al apoyo que los toros reciben de una parte de la población. También Sofía Miranda, concejala de Ciudadanos, considera que no son comparables, aunque ha defendido que se pueda votar a favor de la propuesta sin que ello implique que a su grupo le guste o no una actividad que al fin y al cabo considera legal, económicamente «autosuficiente» y que genera «un cierto impacto sobre el empleo».
Sin pretender abrir una discusión sobre las corridas de toros, polémica que es ajena a nuestro interés fundamental, a los que hacemos dosmanzanas no nos deja de sorprender (desagradablemente) el empeño del PP en equiparar una Feria taurina, basada en último término en matar animales en un espectáculo público, con una celebración que al fin y al cabo nace de la reivindicación de los derechos civiles de una minoría. Especialmente si se tiene en cuenta que a lo largo de casi 25 años no se preocupó de hacerlo cuando gozó de mayoría absoluta, y que ahora ha bastado un mes para promover la iniciativa. Sorpresa que se hace extensiva a la actitud de seguidismo demostrada en este caso por PSOE y Ciudadanos.