Tanzania prohíbe la importación y venta de lubricantes argumentando que fomentan las relaciones homosexuales y la propagación del VIH
El Ministerio de Sanidad de Tanzania ha comunicado la prohibición de la importación y venta de lubricantes sexuales, debido a que ese tipo de productos fomenta las relaciones homosexuales entre varones —castigadas hasta con la cadena perpetua por el Código Penal tanzano— y contribuyen a la propagación del VIH. Los estudios indican, por el contrario, que la utilización del condón combinado con lubricantes compatibles es el mejor método de protección ante cualquier enfermedad de transmisión sexual.
Ummy Mwalimu, ministra de Sanidad de Tanzania, hacía la siguiente declaración ante la prensa el pasado martes 19 de julio: “Es cierto que el Gobierno ha prohibido la importación y el uso de los geles para frenar la propagación del VIH. Se estima que el 23 % de los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres en Tanzania viven con el VIH. He dado instrucciones a los proveedores que trabajan con personas homosexuales para que retiren esos productos del mercado”.
La excusa de la ministra para su prohibición es que los lubricantes fomentan las relaciones homosexuales entre varones, y de ese modo contribuyen a la propagación del VIH. Los estudios basados en investigación científica indican, por el contrario, que “el uso de condones masculinos o femeninos de manera consistente y correcta se considera la mejor manera de prevenir la adquisición del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual durante el coito anal y vaginal. Es importante destacar que el uso de lubricantes compatibles con preservativos facilita el uso del condón y se asocia con un menor riesgo de que los condones masculinos se rompan o resbalen. Los condones, sencillamente, funcionan mejor en conjunción con un lubricante compatible, especialmente durante el coito anal. El ano no lubrica por sí solo, por lo que la mayoría de las personas que practican el coito anal deben usar siempre algún tipo de lubricante”.
La ministra también declaraba que, según sus informaciones, las asociaciones de lucha contra la propagación del VIH repartían gratuitamente lubricante entre los hombres que mantenían relaciones sexuales con otros hombres. En un alarde de demagogia que evidencia que su decisión parte de una animosidad específica contra la comunidad LGTB, la ministra informaba de que “el Ministerio ha acordado trabajar con los implicados para que den al Ministerio el dinero que estaban usando en comprar e importar lubricantes, para que podamos utilizarlo en la compra de camas para las salas de maternidad”.
El Código Penal tanzano castiga las relaciones “contra el orden de la naturaleza”, entre las que se incluyen la zoofilia o la sodomía, con penas de cárcel que pueden llegar hasta la cadena perpetua. La “grave indecencia” entre varones puede ser penada con cinco años de prisión. Las relaciones lésbicas solo están castigadas en la región insular de Zanzíbar, con penas de hasta cinco años de cárcel que pueden sustituirse por una multa de hasta 500.000 chelines (210 euros, 230 dólares).
Aunque esos artículos del Código Penal son raramente aplicados, Paul Makonda, nuevo comisionado de la ciudad portuaria de Dar es-Salam, la más populosa del país, anunció este mismo mes una fuente campaña de represión contra los homosexuales, que produjo varias detenciones en locales de ambiente. También amenazó con detener a quienes siguieran en las redes sociales a hombres abiertamente homosexuales, por lo que muchos de ellos dejaron de publicar.