El Ministerio de Trabajo de Japón incluye la discriminación hacia empleados LGTB como una forma de acoso sexual
Japón sigue dando pequeños pasos a favor de la igualdad de la comunidad LGTB. El último lo ha protagonizado el Ministerio de Trabajo: los autores de actos de discriminación a personas LGTB en el ámbito laboral se enfrentarán a una acusación de “acoso sexual”. Ahora debe desarrollarse una normativa específica, que comenzará a ser de aplicación a principios de 2017. Por otra parte, 30 grandes empresas con sede en el país nipón (como IBM, Sony o Panasonic) trabajan en la elaboración de unas directrices igualitarias para los trabajadores LGTB.
Un comité del Consejo de Política Laboral del Ministerio de Trabajo de Japón ha llegado a un acuerdo para incluir a los empleados LGTB en las directrices contra la discriminación. Las nuevas reglas deberán ponerse en práctica a partir de enero. La regulación vigente, de conformidad con la Ley de Igualdad de Oportunidades, ya estipula que cualquier lenguaje o acciones de naturaleza sexual hacia empleados debe considerarse como “acoso sexual”. La novedad es que ahora se recogerá de forma específica la casuistica de la orientación homosexual y de la identidad de género.
Yasuhisa Shiozaki, ministro de Trabajo de Japón, ha puesto la primera piedra para atajar situaciones discriminatorias hacia los empleados LGTB en el ámbito laboral. Pero al mismo tiempo, 30 grandes corporaciones con sede en el país también trabajan en la elaboración de una guía que permita dotar de una serie de derechos igualitarios a sus trabajadores LGTB. Algunas de esas empresas son Sony, Panasonic o IBM.
Estas directrices de recursos humanos pretenden dotar de un reconocimiento inclusivo a los empleados LGTB, extender los beneficios conyugales a los trabajadores homosexuales y especificar las políticas apropiadas de utilización de los cuartos de baños por parte de los empleados trans.
Varios municipios japoneses reconocen las parejas de hecho
Como viene recogiendo dosmanzanas, Japón y Taiwán están experimentando avances locales en el reconocimiento de las parejas del mismo sexo. Aunque ningún país asiático ha aprobado por el momento el matrimonio igualitario, la situación del colectivo es diametralmente opuesta en los distintos países del continente. En algunos como Malasia, Brunéi o la India, entre otros, las personas LGTB son víctimas de la homofobia de estado y la intransigencia social. Por el contrario, Taiwán, Japón o Vietnam van posicionándose en líneas más aperturistas e igualitarias (si bien no al ritmo que cabría desear).
La ciudad de Iga (que ronda los 95.000 habitantes, en la prefactura de Mie) se convertía en diciembre de 2015 en el cuarto municipio japonés en abrir a las parejas del mismo sexo la posibilidad de unirse civilmente. Aunque en Japón, como decíamos, tampoco se ha aprobado todavía el matrimonio igualitario, varias ciudades han tomado la delantera, aprobando la inclusión de parejas del mismo sexo en los registros de parejas de hecho.
La primera administración japonesa que anunció la apertura de uniones civiles entre parejas de gais y lesbianas fue la de Shibuya (un distrito especial de Tokio). Por su parte, Setagaya (como Shibuya, otro de los 23 distritos que conforman la municipalidad metropolitana de Tokio) secundaba poco después la iniciativa y se convertía en el segundo territorio japonés en ponerla en marcha.
Asimismo, en la ciudad de Takarazuka, en la prefectura de Hyogo, se iniciaba el pasado mes de junio la expedición de certificados de asociación a las parejas homosexuales. A diferencia de lo que ocurre en Shibuya, los registros de parejas de hecho en Takarazuka y Setagaya no exigen a las empresas privadas que reconozcan a las parejas homosexuales.
Los resultados de una encuesta realizada en el país nipón a finales de 2015 constatan que un 51 % de la ciudadanía sería partidaria de la aprobación del matrimonio igualitario. Una gran evolución, teniendo en cuenta que hasta épocas recientes la homosexualidad era un tema tabú en la sociedad japonesa.