La televisión pública italiana censura una secuencia de una serie estadounidense que mostraba sexo entre dos hombres
En pleno año 2016, la televisión pública de Italia -un país de la Europa occidental, al fin y al cabo- ha censurado un episodio de una serie de televisión estadounidense por mostrar una escena de sexo entre dos hombres. Lo escandaloso del hecho, que ha trascendido internacionalmente y ha llegado a oídos tanto de los creadores de la serie como de los protagonistas de la secuencia, ha provocado las disculpas de la cadena y la ha obligado a emitir de nuevo el episodio sin cortes. Pero no deja de ser un aviso de hasta qué punto hay que defender activamente lo conquistado.
El pasado viernes por la noche Rai 2, el segundo canal de la radiotelevisión pública italiana, estrenaba en abierto tras su paso por el circuito de la televisión de pago Le regole del delitto perfetto, que no es otra cosa que la serie estadounidense How to Get Away with Murder (conocida también en España por Cómo defender a un asesino). Pero lo hacía suprimiendo directamente una secuencia clave de su primer episodio, un flashback que mostraba una escena de sexo entre dos personajes gais, Connor Walsh (interpretado por Jack Falahee) y Oliver Hampton (interpretado por Conrad Ricamora). Una censura que no había tenido lugar en la emisión de pago y que de forma inmediata levantaba las iras de los aficionados de la serie y provocaba toda una reacción de protesta en las redes sociales bajo el hashtag #RaiOmofoba.
Una movilización que llegaba de hecho hasta los propios responsables de la serie, que expresaban su estupor en redes sociales por lo que consideraban una censura intolerable. Es el caso de Pete Nowalk, uno de sus productores, que llegaba a tuitear la escena censurada para que «los espectadores italianos» pudieran verla sin cortes:
Italian viewers, here is the Coliver scene as we intended you to see it: #HTGAWM pic.twitter.com/5r51LMSzPM
— Pete Nowalk (@petenowalk) 9 de julio de 2016
O de Shonda Rhimes, también productora de la serie, que reenviaba el tuit de Nowalk y condenaba la censura de «cualquier amor»:
THIS. Censorship of any love is inexcusable. #HTGAWM #loveislove https://t.co/TPv7BvzBsv
— shonda rhimes (@shondarhimes) 9 de julio de 2016
«Es una condenada locura», podríamos traducir el tuit que por su parte dejaba el actor Jack Falahee, protagonista precisamente de la secuencia censurada, y que de hecho convertía su perfil de Twitter en escenario de protesta contra la censura:
Damn, this is crazy. https://t.co/H3EwwkU0MJ
— Jack Falahee (@RestingPlatypus) 9 de julio de 2016
En definitiva, una reacción que trascendía fuera de las fronteras italianas y que llegaba hasta la propia prensa estadounidense. The Hollywood Reporter, por ejemplo, aprovechaba para hacer un perfecto resumen de la situación de los derechos de las parejas del mismo sexo en Italia: «En mayo, Italia se convirtió en el último país de Europa occidental en aprobar las uniones entre personas del mismo sexo, a pesar de la fuerte oposición de la Iglesia católica. Si bien ha sido considerado por los activistas de derechos humanos un paso en la buena dirección, la nueva legislación dista mucho del derecho al matrimonio pleno y no permite la adopción de los hijos biológicos de la pareja».
Los responsables de la radiotelevisión pública italiana intentaban mientras tanto echar balones fuera. Especialmente sorprendente era la reacción de Ilaria Dallatana, directora de Rai 2, que argumentaba que lo sucedido no había sido censura, sino «un exceso de pudor» del que responsabilizaba a la «sensibilidad individual de la persona que hizo la edición de la serie». Dallatana, de hecho, sacaba pecho por el hecho de que series como How to Get Away with Murder, con personajes gais (aunque no es una serie de trama primordialmente LGTB) o Jane the Virgin, cuya protagonista es una chica que queda accidentalmente embarazada por inseminación artificial, fuesen emitidas por Rai 2, «sensible a la complejidad del mundo contemporáneo». Algo más contundente se mostraba el director de la radiotelevisión pública italiana, Antonio Campo dall’Orto, que reconocía que lo sucedido no había sido una conducta adecuada a los tiempos actuales, aunque se negaba también a reconocerlo como un acto de censura.
Los responsables de la Rai, de hecho, decidían emitir de nuevo este domingo el primer capítulo de la serie, ya sin cortes. Así lo anunciaban oficialmente por Twitter, insistiendo en el «exceso de pudor» como causa de lo sucedido:
Un eccesso di pudore ci ha fatto sbagliare e ci scusiamo. Domani sera la versione originale di #htgawm alle 21.05 su @RaiDue
— Rai2 (@RaiDue) 9 de julio de 2016
Una decisión de la que se felicitaba Jack Falahee (no sin antes agradecer a todas las personas que se habían movilizado para ello en las redes sociales):
Thank you @RaiDue for airing the uncensored version of @HowToGetAwayABC #htgawm tonight. 👏🏽👏🏽👏🏽👏🏽🍋🍊🍐🍎🍏🍇
— Jack Falahee (@RestingPlatypus) 10 de julio de 2016
Precedentes
No es, ni mucho menos, la primera vez que la televisión pública italiana censura series y películas de temática homosexual. En 2008, por ejemplo la propia Rai 2 eliminó varias secuencias de Brokeback Mountain, en concreto las que mostraban de una forma más explícita las relaciones sexuales entre sus dos protagonistas. Posteriormente la Rai volvió a censurar la película de Ang Lee en al menos dos ocasiones: septiembre de 2010 y junio de 2011.
En septiembre de 2011 era el primer canal, Rai 1, el que censuraba un capítulo de una serie de ficción alemana en el que se veía a dos hombres contraer matrimonio en un convento. Y en marzo de 2012, pese a la loable resistencia del director de Rai 4, Carlo Freccero (que acabó por ello siendo suspendido de su cargo) la radiotelevisión pública italiana cedió a las presiones de la prensa conservadora y de grupos católicos y retiraba la serie española Física o Química, uno de cuyos protagonistas era gay, a la que un periódico había llegado a acusar de encarnar ”los ideales de la España de Zapatero”.
Episodios de censura que en cualquier caso ya tienen unos años. Por eso nos ha sorprendido especialmente lo sucedido ahora. Nos quedaremos, como lado positivo de la noticia, en que en este caso la reacción social ha sido capaz de darle la vuelta de forma casi inmediata. Pero no deja de ser un aviso de hasta qué punto hay que seguir defendiendo activamente lo conquistado…