Los organizadores del primer Orgullo LGTB de Beerseba lo cancelan tras prohibir el Supremo israelí celebrarlo en el centro de la ciudad
A pesar de que el tribunal daba la opción de cambiar el céntrico recorrido del primer Orgullo LGTB de Beerseba por otro menos visible, los organizadores no lo han aceptado porque el objetivo “es que sea visto por la sociedad”. El Supremo considera que el Orgullo podía “ofender los sentimientos religiosos”. Previamente, políticos sionistas y entidades religiosas habían presionado para que la administración municipal no concediera ninguna ayuda económica. No obstante, algunos activistas han decidido salir a la calle y la policía ha realizado detenciones por “reunión ilegal”.
Los activistas tenían la esperanza de marchar por el centro de la ciudad más grande del sur de Israel, Beerseba para celebrar por primera vez el Orgullo LGTB. Sin embargo, la policía defendía que había una gran probabilidad de que la podrían producirse episodios violentos “potencialmente mortales” contra los participantes. Las fuerzas de seguridad temían que los asistentes también recurrieran a la violencia para defenderse.
El Tribunal Supremo, por su parte, ha avalado las tesis policiales y añadía que el Orgullo LGTB es susceptible de “ofender los sentimientos religiosos” de una parte de la población. El juez sugirió que los participantes eligieran un recorrido alternativo, pero los convocantes se han negado en redondo. Un grupo de activistas ha decidido protestar frente al Ayuntamiento y la respuesta policial ha sido practicar una serie de detenciones, difícilmente justificables.
Uno de los detenidos ha asegurado que los agentes confesaron que habían sido detenidos por “reunión ilegal”. La policía no ha aclarado el número de detenciones realizadas ni ha proporcionado una declaración pública sobre los hechos. Sí parece que han adelantado que todas las personas detenidas ya han sido puestas en libertad.
Tel Aviv, el oasis de la comunidad LGTB en Israel
Hace ahora un mes, dosmanzanas se hacía eco de la denuncia que el activismo LGTB israelí lanzaba contra el Gobierno de Netanyahu. La acusación ponía en evidencia la “hipocresía de este Gobierno y este primer ministro, que habla en inglés en el extranjero acerca de la libertad de la que gozan los homosexuales en Israel, pero nunca pronuncia esas palabras en hebreo cuando llega a casa”. Y a juzgar con lo sucedido en Beerseba, no parece que fueran muy desencaminados.
Para el activismo israelí no es de recibo que el único interés gubernamental sea atraer turistas internacionales al Orgullo LGTB de Tel Aviv y pensar que con ello “ya han cumplido”. La advertencia surtía efecto y el Ministerio de Economía destinará la misma cantidad invertida en márketing y publicidad internacional del Orgullo a políticas y proyectos desarrollados por las organizaciones que trabajan por los derechos de la comunidad LGTB a lo largo de los próximos 3 años. Aunque la inacción gubernamental en el caso de Beerseba va poniendo a cada uno en su lugar…
El Orgullo LGTB de Tel Aviv es el más importante del país y uno de los mayores del mundo. Este año ha convocado a unas 200.000 personas. Y aunque la realidad de las personas LGTB en Israel es mucho más positiva que la del resto de países de Oriente Próximo, la libertad y la visibilidad de Tel Aviv y de sus alrededores no siempre es extensible al resto de áreas de la nación.
El Orgullo LGTB de Jerusalén, por ejemplo, es mucho más minoritario y cuenta con la hostilidad más o menos manifiesta de los representantes de las principales religiones con presencia en la ciudad, y que siempre debe celebrarse con fuerte presencia policial.
Precisamente durante la celebración del Orgullo LGTB de Jerusalén del año pasado, un fanático ultraortodoxo acuchilló a varios asistentes. Lo hacía 10 años después de haber cometido un delito similar y solo un mes después de salir de la prisión. Desgraciadamente, la agresión terminó con la muerte de Shira Banki, una joven de 16 años, en cuya memoria dedicaron el cambio de nombre de la céntrica plaza de Zion por el de “Tolerancia”.
Con todo, los grupos más radicales de la sociedad de Israel no impiden que el imaginario colectivo del país esté cambiando en relación a la comunidad LGTB. Los resultados de una encuesta reciente revelan que el 76% de los israelíes son partidarios del matrimonio igualitario. Un porcentaje que aumenta al 90% entre los ciudadanos seculares.
La derecha israelí destinando dinero a proyectos de organizaciones LGBTI después de una queja de estas. Vamos, la misma sensibilidad que tiene el PP cuando se le reclama algo, como cuando prohibieron a las lesbianas los tratamientos de fertilidad de la seguridad social. Y después se sorprenden de que no sean invitados al Orgullo. Es que si los invitansen, sería para no ir los demás.
«Previamente, políticos sionistas y entidades religiosas habían presionado para que la administración municipal no concediera ninguna ayuda económica». Quiero aclarar que la mayoría de sionistas (es decir, personas a favor del estado de Israel, la práctica totalidad de los israelíes) están a favor de los derechos LGTB, como se menciona al final del artículo. La frase empleada da a entender que los sionistas, junto a los religiosos, están en contra, cuando es inexacto.