Más de mil millones de personas viven en países donde es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo
Según un análisis del activista LGTB australiano Tony Pitman, en la actualidad más de mil millones de personas viven en países donde es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo. La reciente incorporación de Colombia y algunos estados de México a la lista de las naciones o territorios que reconocen la igualdad de derechos de las personas LGTB ha causado que se alcance esa cifra, quince años después de que Holanda la iniciara. La promesa del reconocimiento del matrimonio igualitario en todos los territorios mexicanos, y del inicio del proceso en Chile hará que se sobrepasen nuevos límites.
El jueves 28 de abril, la Corte Constitucional de Colombia dictaminó, con la aprobación de una amplia mayoría de sus componentes, que el matrimonio es la única institución jurídica que supera el déficit de protección de las parejas del mismo sexo que deseen formalizar su unión de forma equivalente a las de distinto sexo. A lo largo del mes de mayo, con diferencia de pocos días, los estados mexicanos de Campeche, Michoacán, Morelos y Colima engrosaban la lista de los territorios de esa nación que permiten el matrimonio igualitario. Podéis comprobar el alcance del matrimonio entre personas del mismo sexo en el mundo en el siguiente mapa (pinchad en él para verlo a mayor tamaño):
Con estas incorporaciones a la lista de la igualdad, el número de personas en todo el mundo que viven en países o territorios donde se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo supera ya los mil millones, según un estudio realizado por el activista LGTB australiano Tony Pitman. Así lo difundió con el siguiente cuadro, que hemos traducido al español:
Así pues, pasados quince años desde que el matrimonio igualitario fuese aprobado en Holanda en 2001, cerca del 14 % de la población mundial ha adquirido ese derecho, en un proceso con altibajos y distintas velocidades, pero imparable.
Pero aún hay que lamentar que el continente más poblado del planeta, Asia, no cuente con ningún país en el que los ciudadanos LGTB hayan alcanzado la igualdad. También es deplorable que la nación más poblada e influyente de la Unión Europea, Alemania, siga sin aprobarlo, con una líder, Angela Merkel, que se sigue escudando en sus convicciones personales (“para mí, el matrimonio es entre un hombre y una mujer”) para perpetuar la discriminación de las parejas del mismo sexo de su país.
Donde sí se presenta un futuro halagüeño es en países como el propio México, cuyo presidente anunció iniciativas legislativas para que el matrimonio entre personas del mismo sexo alcance a todos los estados. También se está iniciando un proceso legal semejante en Chile, que hará que los habitantes LGTB de todo el cono sur americano vivan en sociedades no discriminatorias.
Muy posiblemente se incorporará a la lista Australia, aunque aún queda por dilucidar qué Gobierno se formará tras las últimas elecciones. La diferencia estribará en si se convocará el referéndum defendido por el conservador Partido Liberal, o si se aprobará parlamentariamente como han prometido los laboristas. Aún así, el autor del estudio, Tony Pitman, lamenta que “Australia todavía no se encuentre entre los países con matrimonio igualitario. Es muy decepcionante que los australianos ya no puedan decir que fuimos uno de los primeros mil millones de personas en el mundo en lograr la igualdad en el matrimonio. Ya es un triste hecho histórico, del que hay que culpar a nuestros cobardes e indecisos políticos».
Por otra parte, hay que señalar que hay países que están legislando en sentido contrario, blindando sus constituciones para impedir que se pueda aprobar una ley de matrimonio igualitario, como ocurre en Bielorrusia, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Hungría, Letonia, Lituania, Moldavia, Montenegro, Polonia, Serbia y Ucrania. Una iniciativa de este tipo se está promoviendo con lamentable éxito en Rumanía. En otros, como en Eslovenia, fue la propia población mediante referéndum la que derogó la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo aprobada por su Parlamento.
Y no hay que olvidar que también existen lugares en los que la mera idea de una legislación igualitaria es una quimera, pues en 78 países y territorios del mundo las relaciones entre personas del mismo sexo están severamente castigadas, en algunos de ellos incluso con la pena de muerte.
Nada más que en Occidente. En el resto del mundo, sigue el miedo y las sombras.