Orgullo LGTB 2016: reivindicación activista y celebración se dan la mano en la que ya es la «fiesta mayor» de la ciudad de Madrid
Un año más hemos vivido un maravilloso Orgullo. La confirmación definitiva, además, de que la reivindicación de los derechos LGTB ha acabado por dar lugar a la más importante festividad de Madrid. Con todas las incomodidades que ello conlleva, sin duda, pero que quedan compensadas por la alegría que rebosa la ciudad y por el caudal de visibilidad que nos aporta. En un año, además, en el que la implicación institucional, muy singularmente del Ayuntamiento de Madrid, ha sido por fin la que merece, aunque haya todavía mucho recorrido para mejorar. Es hora de disfrutar de lo conseguido, hacer balance de aciertos y errores y planificar con tiempo el que en 2017 puede ser el mejor World Pride de los habidos hasta la fecha.
Dos eran este año los lemas o motivos principales de reivindicación. Al igual que en 2015, «Leyes por la Igualdad Real ¡Ya!” era uno de ellos. Porque ha pasado ya otro año y a nivel legislativo el Parlamento español nada ha hecho por avanzar hacia una ley integral de transexualidad que acabe de una vez por todas con la patologización y que incluya de forma efectiva a los menores, ni por aprobar una ley de igualdad de trato y contra la discriminación, ni por conseguir un pacto de estado frente al VIH, ni por combatir el acoso LGTBfóbico en las aulas o en el mundo virtual… Pero tampoco por mejorar la situación de las personas LGTB migrantes y solicitantes de asilo, ni por recuperar el papel perdido de España como avanzadilla de los derechos LGTB en el mundo.
El otro gran campo de reivindicación era este año la visibilidad del colectivo bisexual, tantas veces despreciado, rechazado o minusvalorado incluso dentro del propio colectivo LGTB. No en vano este 2016 ha sido declarado por la FELGTB «Año de la Visibilidad Bisexual».
En la pancarta de cabecera, este año repetían muchos de los representantes políticos y sociales que ya estaban el año pasado (aunque sin la presencia esta vez de «números uno» de partidos nacionales). Allí se encontraban Clara Alonso (secretaria de Comunicación de Izquierda Unida), José María Álvarez (secretario general de UGT), Carla Antonelli (activista LGTB y diputada del PSOE en la Asamblea de Madrid), Javier Blanco (secretario general de USO Madrid), Purificación Causapié (portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid), Jaime Cedrún (secretario general de Comisiones Obreras de Madrid), Iñigo Errejón (secretario de Política y portavoz de Podemos en el Congreso), Ignacio Fernández Toxo (secretario general de Comisiones Obreras), Ángel Gabilondo (portavoz socialista en la Asamblea de Madrid), Ibán García (secretario de Movimientos Sociales del PSOE), Jesús Generelo (presidente de la FELGTB), Jesús Grande (presidente de COGAM), Marta Higueras (primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid), Carlos Izquierdo (consejero de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid), José Manuel López (portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid), Juancho López de Uralde (coportavoz de Equo y diputado en el Congreso), Luis Miguel López (secretario general de UGT Madrid), Rita Maestre (concejala de Ahora Madrid y portavoz del Ayuntamiento de Madrid), Ana Meluska (activista transexual), José Luis Pazos (presidente de CEAPA), Alexandra Pérez (miembro de la Junta Directiva de CESIDA), Shakira Rodrigo (representante de CEAR), Amanda Rodríguez (portavoz bisexual de la FELGTB), Begoña Villacís (portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid) y César Zafra (portavoz adjunto de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid).
Tras la pancarta de cabecera se manifestaron las delegaciones de los diferentes colectivos y organizaciones sociales y políticas participantes (puedes ver una completa galería fotográfica más abajo) y ya cerrando marcharon las 29 carrozas, entre ellas dos del colectivo COGAM y una de Son Nuestros Hijos y las de los partidos PSOE, Podemos, Ciudadanos y Convergencia de la Izquierda. Cerraban la marcha las carrozas de las diversas empresas y negocios participantes (puedes ver aquí el listado).
Pese a la multitud congregada, la manifestación fue poco a poco avanzando. Las mejoras organizativas respecto a años anteriores eran evidentes (también el mayor número de voluntarios), lo que permitió que la pancarta de cabecera llegase sin problemas a la Plaza de Colón, donde tuvo lugar la lectura del manifiesto, que puedes leer en su integridad aquí. Por segundo año consecutivo, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, quiso estar presente en el escenario, con el consiguiente alborozo de los asistentes. Cómo no felicitarse por el contraste con la anterior alcaldesa… Hubo recuerdo, cómo no, al inolvidable Pedro Zerolo, así como a las víctimas de la masacre homófoba de Orlando y a la celebración en Madrid el año próximo del World Pride (considerado el evento LGTB internacional más importante del mundo). Se echó en falta sin embargo la presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que excusó su presencia y estuvo representada en el escenario por el consejero de Presidencia, Ángel Garrido.
Cristina Cifuentes no acudió
Cifuentes no quiso acudir como protesta por el hecho de que ningún representante del PP fuese invitado a portar la pancarta de la Manifestación Estatal. Una polémica que ya se vivió el año pasado y en la que creemos que la presidenta de la Comunidad de Madrid se equivoca. Su partido, el mismo que hace solo unos pocos días ponía el grito en el cielo por una exposición callejera de fotografías del Orgullo en Sevilla (por mencionar solo la polémica más reciente), debe dar aún muchos pasos para merecer estar en una posición, la de la cabecera de la Manifestación del Orgullo, que significa mucho para el colectivo LGTB. Hora es ya de que se ponga a ello.
Por lo que se refiere a la propia Cristina Cifuentes, justo es reconocerlo, ha mostrado su apoyo al Orgullo 2016 y ha colocado la bandera arcoíris en la sede de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol. Respecto al papel que su partido está desempeñando en la Comunidad de Madrid en materia LGTB hay sin embargo diversidad de opiniones. Pudo haber apoyado la ley integral de transexualidad que fue aprobada por los tres grupos de la oposición (con mayoría en la Asamblea de Madrid) y que contaba con el apoyo expreso de los colectivos LGTB, pero prefirió abstenerse. Y en estos momentos, una vez aprobado en comisión el dictamen de la futura ley contra la LGTBIfobia tras conseguir los grupos de la oposición introducir todo un repertorio de enmiendas pactadas con los colectivos LGTB, está retrasando su aprobación final por el pleno de la Asamblea (como lleva denunciando estas últimas semanas Carla Antonelli). Bien parece que en esta cuestión el PP de Madrid rechaza lo que simplemente no puede controlar… Pese a todo no dejamos de reconocer la sensibilidad de Cifuentes hacia las reivindicaciones del colectivo LGTB y creemos un error que no acudiese al Orgullo. Ojalá recapacite en años venideros.
Éxito organizativo y mayor implicación institucional
Por lo que se refiere a la asistencia, resulta imposible hacer cálculos: fue una inmensa marea humana la que este sábado inundó todo el área central de la ciudad. Como en años anteriores se habla de cifras claramente superiores al millón de participantes. Es imposible saberlo en un evento en el que el tipo y grado de participación es múltiple. Sí que nos pareció (repetimos aquí lo que ya dijimos hace un año) que el número de personas en las calles fue superior al de años anteriores, tanto antes como durante y después de la manifestación. El hecho de que las propias fiestas del Orgullo hayan rebasado los límites de Chueca y se hayan extendido a todo el centro de Madrid (con escenarios festivos, además de en Colón, en la Puerta de Alcalá, la Plaza del Rey y la Plaza de España) tiene sin duda mucho que ver: a partir de un cierto momento de la tarde-noche manifestación reivindicativa y celebración festiva se fusionan en un magma indistinguible.
El Orgullo LGTB de Madrid es reivindicación, pero también es ya la «fiesta mayor» de la ciudad. No hay otra que la iguale. Lo decíamos ya el año pasado: a este respecto, el Ayuntamiento debe asumir la parte que le corresponde en un fenómeno que aporta millones de euros a la ciudad y le da una visibilidad internacional impresionante. Y nos alegra decir que por fin parece estar haciéndolo. A este respecto, la declaración la pasada semana del Orgullo como «bien de interés general», a propuesta de Ahora Madrid y del PSOE y apoyada por Ciudadanos (el PP se abstuvo…) es un buen comienzo.
Por lo que se refiere a lo que pudimos constatar con nuestros propios ojos, ya en 2015 vimos avances organizativos por lo que se refiere a infraestructuras de soporte, pero este año han sido aún mayores: más amplia (o desde luego más visible) red de asistencia sanitaria, mayor número de urinarios portátiles (aunque insuficientes), una mejora importante de la movilidad (por segundo año consecutivo se habilitó una vía lateral rápida por la que ambulancias y coches de policía podían circular sin alterar la dinámica de la manifestación, y por primera vez se estableció un carril de seguridad a lo largo de la Gran Vía durante la noche)… Mejoras que no evitan ciertas inconveniencias, comunes a otras fiestas multitudinarias de España, como el gran botellón en que numerosas calles del centro se convierten ya entrada la madrugada o la gran cantidad de residuos que se generan. Se impone, y también nos repetimos en esto, una reflexión calmada sobre el giro que debería ir adoptando la programación de ocio vinculada al Orgullo para intentar reconducir esta situación. Seamos en cualquier caso realistas, y no olvidemos que el hecho de que la mayor fiesta de la ciudad provenga de una reivindicación de derechos y no de una conmemoración religiosa (por muy respetables que sean estas para muchos ciudadanos) es digno de orgullo. Nunca mejor dicho…
Por lo que se refiere a lo gestual, resulta imposible recoger todo lo que se ha podido ver estos días en Madrid. Banderas arcoíris en Ayuntamiento, Juntas de Distrito, Comunidad de Madrid, monumentos de la ciudad (nos imaginamos la rabia que debieron sentir muchos enemigos de la libertad al ver iluminado de arcoíris el franquista «arco de la victoria» por decisión de la Junta Municipal de Moncloa-Aravaca), pasos de peatones… Pero sin duda la imagen de la semana ha sido la de la fachada del Congreso de los Diputados iluminada con los colores del arcoíris. Ojalá que esa imagen sea premonitoria de los avances que en materia LGTB se aprueben en su interior en esta próxima legislatura (numéricamente, ya lo decíamos esta semana pasada, es posible, si hay voluntad…)
Nuestro reportaje audiovisual…
Por segundo año consecutivo hemos elaborado nuestro propio reportaje audiovisual sobre la Manifestación Estatal del Orgullo 2016. Este año contamos con declaraciones de Carla Antonelli, Iñigo Errejón (sin duda la estrella de la pancarta por lo que a atención mediática se refiere), Ángel Gabilondo, Begoña Villacís, Juancho López de Uralde y nuestra Boti García Rodrigo. Damos gracias a todos ellos por su amabilidad y disposición a atender a nuestro micrófono bajo el sofocante calor. También hay un resumen de lo sucedido en el escenario, lectura de manifiesto e intervención de Manuela Carmena incluida. ¡Esperamos que os guste!
… y nuestra galería de fotos
Finalmente, como en años anteriores (2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015) insertamos una galería fotográfica de lo acontecido este sábado en Madrid, como siempre en el caso de dosmanzans con especial atención a la parte más reivindicativa de la manifestación. Intentamos recoger en ella instantáneas de todos los colectivos participantes, aunque pedimos disculpas si se nos escapó alguno: