El Orgullo LGTB de Praga celebra este año «las formas del amor» con numerosas actividades
Esta segunda semana de agosto ha tenido lugar el Orgullo LGTB de Praga, uno de los que más se hace esperar en Europa. Un evento que ha contado con un destacado programa de actividades y que, fiel a lo que es ya se ha convertido una tradición, ha cuidado especialmente la imagen promocional. La República Checa se confirma de nuevo como uno de los países más abiertos a la realidad LGTB de Europa Central y Oriental.
Desde el lunes pasado hasta el domingo 14 de agosto han tenido lugar las celebraciones del Orgullo LGTB de Praga que, sin tener aún las dimensiones de los de otras capitales, ha ganado peso propio a lo largo de los últimos años. Con epicentro en la Isla de los Tiradores (Střelecký ostrov), en pleno centro de la ciudad, el orgullo praguense ha contado este año con un variado programa de actividades culturales, festivas pero también con un claro acento activista.
Como relata Radio Praga, este año el tema rector es “las formas del amor”. En palabras de la directora, Kateřina Saparová, a la Televisión Checa: “Hay dos temas del amor. El amor seguro, es decir, exploramos más que nunca el tema de la prevención del VIH, porque es un tema que mueve actualmente a la comunidad homosexual en la República Checa. Hacemos pruebas de VIH gratis, ofrecemos talleres sobre el uso de preservativos y este miércoles haremos circular un tranvía informativo por la ciudad”.
Este año el Orgullo de Praga se ha ocupado también de la realidad de las personas LGTB refugiadas, ahondando en el tema de la crisis migratoria, que causa especial inquietud en Chequia, muy cerca de las zonas de tránsito hacia Europa de los refugiados que vienen de Oriente Medio. Y es que muchas personas LGTB huyen de sus países de origen, marcados por la LGTBfobia social y estatal, para luego encontrar en su destino esa misma LGTBfobia entre sus compañeros en los centros para refugiados (por no hablar del recelo que reciben de muchos en los países de acogida).
En el programa de actividades, por lo demás, ha destacado la variedad. Está por una parte Pride Voices, en el Instituto Francés, un acto que ha reunido a personas de diferentes países para visibilizar la realidad LGTB. Entre ellos, el nieto del actor Omar Sharif, Omar Sharif Jr., quien tuvo que huir de Egipto y ni siquiera pudo volver para el funeral de su abuelo. O Jacob Huang de China, para quien el principal problema en su país es la ignorancia: “En 2004 el gobierno comenzó con campañas preventivas [contra el VIH] pero no reconoce a la comunidad LGTB. Se limita a repartir condones y decirle a la gente que no tenga relaciones sexuales. Para el gobierno chino no existimos”. Entre los participantes también había representantes de la propia República Checa, como Hana Kulhánková, activista que estuvo en el origen de actividades como el festival de cine LGTB Mezipatra o el propio Orgullo praguense. Con su pareja tiene una hija de medio año, pero no tiene aún plenos derechos: “me siento discriminada por primera vez por unas leyes que solo reconocen a la madre biológica”.
Asimismo, entre otras actividades, ha habido un festival musical, un servicio de prueba rápida del VIH o el concurso “Mister Bear CZ”. También una celebración cristiana LGTB, promovida por la asociación LGTB cristiana Logos en la céntrica iglesia San Martin contramuros (Sv. Martin ve Zdi), muy cerca de la conocida Plaza de la Ciudad Vieja (Staromětské náměstí). Destaca también la exposición del artista ruso abiertamente LGTB Slava Mogutin, “Chicos extraviados, saludos cordiales desde Rusia”, con imágenes de diversos jóvenes LGTB rusos, entre los que se encuentran “amigos del artista y antiguos amantes suyos, soldados y cadetes del ejército, chaperos y atletas…”. Esta exposición se prolongará hasta el 2 de octubre.
Unas cuidadas campañas promocionales
Lo cierto es que los organizadores del Orgullo LGTB de Praga han hecho de la imaginación en sus campañas una seña de identidad. Este año el vídeo promocional lleva por título Milujeme, que puede traducirse tanto por «nos gusta» como «queremos» o «amamos». En él aparecen diversas personas contando qué les gusta o a quién aman (que siempre se corresponde con la misma expresión: miluju).
Esta campaña continúa además algo que se ha convertido en tradición. Hace dos años, la campaña LGBTAvatars, correspondiente a 2014, ganaba un premio en Cannes. Su principio era el siguiente: a través de una aplicación móvil se ponía en contacto a un participante en los actos del Orgullo de Praga, que actuaba como “avatar”, con otra persona de un lugar donde actos similares estuviesen prohibidos, al que enviaba en directo fotos, mensajes y vídeos de lo que estaba viviendo en ese momento. De esta forma, la persona participaba, aunque fuera “a distancia”, del Orgullo checo. Para unirse a la iniciativa bastaba con registrarse en una página web, que no por casualidad reproducía la simbología del período soviético.
Para el Orgullo de 2015 sus responsables utilizaron un ingenioso juego de palabras con un mensaje de inclusividad. Consistía en una serie de fotos con un filtro de efecto térmico, como si de una imagen por infrarrojos se tratara. Las fotos reflejaban imágenes de parejas del mismo y distinto sexo. Acompañándolas, el lema “My jsme všichni stejně teplí” y al lado la temperatura media del cuerpo: 36,5 grados. Literalmente, el lema significa “todos somos igual de templados” (o menos literalmente: “todos tenemos la misma temperatura”). Y es que teplý (en el cartel en plural, teplí) significa “templado” pero también es la forma popular, y más bien despectiva, de referirse a los homosexuales. De este modo, una palabra con connotaciones despectivas adquiría un tono inclusivo.
República Checa y realidad LGTB: una excepción en el antiguo bloque soviético
Por lo demás, el Orgullo de Praga se ha convertido en uno de los signos visibles de la singularidad de Chequia dentro del mundo eslavo por lo que a la realidad LGTB se refiere, como ya hemos señalado en otras ocasiones. Por ejemplo, si atendemos a los datos del Pew Research Center en 2013, un 80 % de los checos considera que la sociedad debería aceptar la homosexualidad (en comparación, España tiene un 88 % y Alemania un 87 %; Italia, en cambio, se queda en el 74 %). La República Checa fue, además, el primer país del antiguo bloque comunista con una ley de parejas, aprobada en 2006, adelantándose varios años a Hungría (donde la situación sociopolítica actual es sin embargo mucho más hostil a los derechos LGTB), Estonia, Croacia o Eslovenia.
En el plano legal, es reciente la sentencia del Tribunal Constitucional levantando la prohibición de adoptar niños de forma individual, para las personas que conviven en una unión civil. El fallo no abre la adopción conjunta a las parejas del mismo sexo —motivo de la protesta arriba citada de Hana Kulhánková—, pero el Gobierno checo ya estudia una ley para permitir la adopción de los hijos del compañero o compañera del mismo sexo (la conocida step-child adoption).
En cualquier caso, se aprecia la diferencia de República Checa con respecto a otros países de su entorno. Sin ir más lejos, en la cercana Budapest, la marcha de 2015 encontró las críticas de su alcalde, que señalaba en una entrevista que no entendía el motivo del Orgullo y que lo encontraba “repugnante”.
Os dejamos con el vídeo promocional del Orgullo de Praga, con subtítulos en inglés:
Buena por Chekia. El tema de la adopción aun es un tema pendiente, en una de los antiguos países de Checoslovaquia.