La mítica Divine contará con un monumento en homenaje a su figura en su Baltimore natal
El actor, cantante y drag norteamericano Harris Glenn Milstead, más conocido como Divine, tendrá su propio monumento en su Baltimore natal, gracias a la iniciativa de un grupo de artistas y seguidores de su carrera y, especialmente, de su controvertido papel en la película de culto Pink Flamingos (1972), dirigida por John Waters, donde interpreta a una delincuente que lucha por convertirse en la persona más inmunda del mundo.
Todo empezó cuando Michal Makarovich y Alexander Fox, amigos y vecinos de Baltimore de toda la vida, se percataron del entusiasmo de gran cantidad de residentes de la ciudad y de visitantes que sentían curiosidad por la célebre Pink Flamingos. En concreto, los aficionados querían visitar la ubicación exacta de la famosa escena final donde Divine come caca de perro en una acera…
Makarovich, propietario de Hampden Junque, una tienda cercana, hizo una petición a la Comisión de Arte Público de Baltimore para que se instalara un monumento de 2,43 metros de alto y 91 centímetros de ancho en honor a Divine. «Habrá peregrinaciones para verlo, creo. Creemos que habrá una base de fans internacional«, ha declarado. “La gente seguía preguntándole a Michal Makarovich en su tienda Hampden Junque dónde ocurrió realmente la escena de la comida de la caca de perrito. Le mostré la ubicación. Se menciona en el final de mi película Divine Trash”, comenta por su parte el cineasta independiente Steve Yeager, uno de los promotores de la iniciativa, en declaraciones a dosmanzanas.
Yeager, amigo de John Waters y profesor de interpretación en la Universidad de Towson (Maryland), explica dónde se ubicaría exactamente el monumento. “Justo al otro lado de la calle de la antigua casa de Pat Moran [amiga y colaboradora habitual de Waters], a tres metros de distancia de la ubicación real. El monumento de mármol y el bronce se montará en el exterior de una casa, en la esquina de las calles Read y Tyson. El perro de Pat, Nazzi, se utilizó en la famosa escena”, apunta. La propuesta de monumento consiste en una pieza de mármol y hormigón, con un mural de Divine caracterizada, que incluiría además una pequeña representación en bronce de la ya famosa caca, en referencia a la mencionada escena.
Además de Mararovich, Fox y Yeager, la idea ha sido promovida por otros admiradores de Divine, entre los que se encuentran Michael Pugh, Parisa Saranj, James Stevenson y los artistas David Hess y Sebastian Martorana. El monumento tendrá un costo estimado de entre cincuenta y cien mil dólares, pero sus defensores aseguran que tendrá un gran valor para la promoción de la historia cultural de la ciudad. Un portavoz de Stephanie Rawlings-Blake, alcaldesa de Baltimore, ha asegurado que la idea le «suena divina» y que espera ver más detalles sobre la propuesta. De hecho, en febrero de este año la Comisión de Arte de Baltimore votó unánimemente a favor de la construcción del monumento y del diseño propuesto. “Creo que es asombroso. Necesitamos más de estos”, aseguró Brian Oster, uno de los miembros de la comisión.
Ahora queda la parte más complicada, la de reunir el dinero necesario para que la iniciativa llegue a buen puerto. Para empezar, los artistas locales que planean este monumento pusieron en marcha hace unos meses una página web, A Divine Monument, que muestra el diseño propuesto para su proyecto. Y, además, han lanzado una campaña de crowdfunfing para recaudar fondos. Larga vida a Divine.