El Gobierno de Tanzania estudia prohibir las organizaciones LGTB y ataca la diversidad de género
Continúa el acoso a las personas LGTB en Tanzania. El Gobierno de esta nación ha anunciado movimientos para ilegalizar las organizaciones LGTB, acusándolas de propagar el VIH/sida. La decisión podría complicar aún más las ya duras condiciones de vida de la comunidad en el país africano.
Según informa Thomson Reuters a través de su fundación, el viceministro de Sanidad Hamisi Kigwangala emitió un comunicado el pasado miércoles en el que asguraba que el Gobierno “protegerá siempre” los valores tradicionales de la sociedad tanzana. “No puedo negar la presencia de personas LGTBI en nuestro país y el riesgo que presentan para la propagación del VIH/sida, pero no suscribimos la reivindicación de que existe una ‘continuidad de género’”. El responsable gubernamental atacaba así en una sola frase a la comunidad LGTB en su conjunto y a las personas trans en particular: “Seguimos reconociendo los dos sexos tradicionales y no hay nada en medio de ellos o más allá”, añadió.
En referencia a las relaciones entre personas del mismo sexo, Kigwangala recordaba que “cualquier intento de cometer delitos contra natura es ilegal y se castiga severamente de acuerdo con la ley”. Amenazó también con proscribir el asociacionismo LGTB: “Tanzania no permite que grupos activistas realicen campañas que promuevan la homosexualidad”. El Gobierno ya habría empezado, de hecho, a vetar el registro de organizaciones LGTB. Nurdeen Supa, de LGBT Voice, expresó su preocupación por que las nuevas medidas aumenten el temor y la inseguridad entre la comunidad.
El Código Penal tanzano castiga las relaciones “contra el orden de la naturaleza”, entre las que se incluyen la zoofilia o la sodomía, con penas de cárcel que pueden llegar hasta la cadena perpetua. La “grave indecencia” entre varones puede ser penada con cinco años de prisión. Las relaciones lésbicas solo están castigadas en la región insular de Zanzíbar, con penas de hasta cinco años de cárcel que pueden sustituirse por una multa de hasta 500.000 chelines (210 euros, 230 dólares).
Aunque esos artículos del Código Penal son raramente aplicados, Paul Makonda, nuevo comisionado de la ciudad portuaria de Dar es-Salam, la más populosa del país, anunciaba en julio una fuente campaña de represión contra los homosexuales, que produjo varias detenciones en locales de ambiente. También amenazó con detener a quienes siguieran en las redes sociales a hombres abiertamente homosexuales, por lo que muchos de ellos dejaron de publicar. Un poco antes, el ministerio comunicó la prohibición de la importación y venta de lubricantes sexuales argumentando que fomentan las relaciones entre varones y la propagación del VIH.