El Tribunal Constitucional de Rumanía aplaza su decisión sobre el reconocimiento de un matrimonio gay celebrado en el extranjero
El Tribunal Constitucional de Rumanía ha pospuesto de nuevo la resolución del recurso presentado por una pareja de hombres, casada en Bélgica, para el reconocimiento legal de su enlace. El fallo, que se aplaza al mes de octubre, podría ser determinante para el proceso de prohibición constitucional del matrimonio igualitario que tiene lugar en el país.
La pareja formada por Adrian Coman, un ciudadano rumano, y Robert Hamilton, estadounidense, contrajo matrimonio en Bélgica y presentó un recurso de inconstitucionalidad contra el Código Civil rumano por violar la libertad de circulación de personas dentro de la Unión Europea al impedir el reconocimiento de su matrimonio. Al no estar legalmente casados en Rumanía, Hamilton no puede permanecer más de tres meses seguidos en el país. Los representó la abogada Iustina Ionescu de la organización Accept.
Tras un largo proceso judicial, en julio de este año el Constitucional anunció que retrasaba la resolución de la demanda hasta el 20 de septiembre. Este martes, su presidente Valer Dordeanu anunciaba que la decisión aún no está tomada y volvía a posponer el fallo, esta vez hasta octubre. El alto tribunal conmina a las partes a comparecer de nuevo para presentar sus alegatos. Para Dordeanu, la extensión y la complejidad del asunto hacen necesaria una deliberación más profunda. “Es un caso muy complejo” y de “elevado impacto mediático” que puede crear un importante precedente, según el presidente de la sala.
El presidente de la organización LGTB MozaiQ, Vlad Viski, animó a armarse de paciencia ante el retraso en la resolución del caso y destacó como positivo que se vayan a oír de nuevo los argumentos a favor de la igualdad en la más alta instancia judicial del país. Según expertos legales citados por el Gay Star News, sin embargo, es muy probable que el Constitucional rumano rechace de todas formas la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo.
Un proceso paralelo a la convocatoria del referéndum
De manera paralela al contencioso de Coman y Hamilton, se está desarrollando en Rumanía un proceso por la prohibición a nivel constitucional del matrimonio igualitario. El Tribunal Constitucional de Rumanía dio el pasado mes de julio su visto bueno a la iniciativa popular de referéndum promovida por la Coalición por la Familia —un grupo de asociaciones respaldado por la Iglesia ortodoxa— que ha reunido más de 3 millones de firmas. De esta manera, la propuesta puede empezar su tramitación en el Parlamento, cuyas dos cámaras deberán aprobarla con una mayoría de dos tercios para luego ser sometida a consulta popular. Existe la posibilidad de que el referéndum se celebre conjuntamente con las próximas elecciones generales, lo cual hace temer que la campaña electoral se centre en los derechos de la población LGTB, con el consiguiente riesgo de que la profunda LGTBfobia social llegue hasta los discursos políticos y electorales.
Actualmente, el artículo 48.1 de la Constitución rumana establece que “La familia se funda por el matrimonio libremente consentido entre los esposos, en base a la igualdad de estos y al derecho y deber de los padres de asegurar el crecimiento, la educación y formación de los hijos”. Es decir, no hay referencia alguna al sexo que deben tener ambos esposos. Por ello, la Coalición por la Familia de Rumanía ha logrado reunir tres millones de firmas para obligar al Gobierno rumano a convocar un referéndum, cuyo propósito es reformar ese artículo para que defina el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, y que además prohíba expresamente cualquier reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo.
Presentadas las firmas en el Parlamento, la propuesta debía obtener un dictamen favorable del Tribunal Constitucional, que debía revisar si la supresión de los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, tal y como se establece en la legislación rumana, es contraria a la Carta Magna.
Sin embargo, el alto tribunal decidió el pasado 20 de julio que se puede permitir la discriminación constitucional de parte de la población de Rumanía en función de su orientación sexual, por lo que la iniciativa popular puede continuar el trámite parlamentario. Para que prospere, debe ser aprobada por el 75% de los representantes de las dos cámaras que constituyen el Parlamento rumano, y después ser sometida a consulta popular. Si sus ciudadanos respaldan finalmente la propuesta, Rumanía engrosaría la lista de países europeos que prohíben constitucionalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo, en la que se encuentran Armenia, Bielorrusia, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Hungría, Letonia, Lituania, Moldavia, Montenegro, Polonia, Serbia y Ucrania.
Perdona, pero nadie ha obligado al Gobierno rumano a convocar un referéndum, a ver si os enteráis mejor antes de publicar artículos. Se trata de una iniciativa ciudadana a favor del matrimonio (el único y verdadero), pues los ciudadanos rumanos tenemos todo el derecho de expresar libremente nuestra voluntad y de defender nuestros principios. Esos principios que tanta falta os falta a vosotros, los occidentales. 😉
A mi no me falta ningun principio, gracias por nada.Que principios son esos que quitan derechos civiles a base de referendums? Todavia me rio recordando a un par de compatriotas tuyos que decian hace unos años que en Rumania no hay gays, que presumian de religiosos y despues se follaban a todo lo que se movia (eso si, querian volver a Rumania para casarse con una buena chica rumana).Curioso que no hubieran gays en Rumania, cuando teniais una de la leyes mas represivas de europa oriental.Que prohibian el hecho de ser homosexual en lugar de las rrlaciones sexuales en si.
Todavia recuerdo el caso de Maria Cetiner, que recibio varias lecciones de «principios» que le provocaron la rotura de dos costillas o las agresiones en el orgullo gay de Bucarest cuando esperaron a los manifestantes fuera de la vista de la policia para darles otra leccion de » principios». Ni principios ni hostias.Sois tan hipócritas como los demas, no hinches tanto el pecho que no teneis derechos de dar lecciones a nadie.Preocupate mas del sufrimiento de los lgbt rumanos que falta les hace viendo comentarios como el tuyo.
Los derechos humanos no pueden nunca estar sujetos a plesbicito.
¿Acaso la esclavitud y/o el servilismo se podrían plesbicitar?
Pues vaya que no hay rumanos viviendo en España y en el degenerado Occidente. ¿Tu país lleno de principios no es capaz de alimentar a sus ciudandanos? Mucho hablar mal de Occidente pero por lo visto bien que os gusta vivir aquí.
Y eso que tiene que ver? Cual excusa es buena para colar un comentario xenofobo.
Que ella tambien lo es porque eso de «vosotros los occidentales» suena la mar de bizantino. ??
La segregación en las escuelas en E.E.U.U se hubiera mantenido hasta ahora…y en aquel momento tambien se llenaban la boca de proteger a su familia y a los niños.
Aunque parezca increíble no fue hasta 1997 que en Estados Unidos las encuestas empezaron a dar un porcentaje de apoyo al matrimonio interracial superior al 50%. Si hubiesen seguido el ejemplo de Rumanía el racismo sería política oficial en ese país. Por otra parte el sistema democrático está para proteger los derechos de las minorías, lo contrario es dictadura.