Australia: la oposición laborista rechaza la propuesta de referéndum sobre matrimonio igualitario
Continúa la situación de bloqueo en el interminable debate sobre la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo en Australia. El líder de la oposición laborista, Bill Shorten, anunció este martes el rechazo de su grupo a la pretensión del primer ministro de celebrar un referéndum en febrero del año próximo. El Gobierno liberal-conservador amenaza con un encallamiento del asunto en lo que queda de legislatura.
Como avanzábamos el mes pasado, la contienda política sobre el matrimonio igualitario en Australia está llevando el asunto hacia una situación de impasse, a pesar de existir una mayoría tanto social como parlamentaria favorable a la medida. El primer ministro Malcolm Turnbull presentaba ante la Cámara de Representantes un proyecto de ley para autorizar la convocatoria de un referéndum en febrero de 2017. La pregunta propuesta era: “¿Debería cambiarse la ley para permitir a las parejas del mismo sexo casarse?”.
La oposición laborista, que ya había mostrado su descontento con la celebración de una consulta “cara y divisiva”, confirmó este lunes su voto negativo a la propuesta de plebiscito cuando esta llegue al Senado. Los Verdes, que cuentan con 9 senadores, ya habían anunciado que votarían en contra y, como los de Shorten, son partidarios de la tramitación directa por el Parlamento. El líder laborista advirtió de los efectos dañinos, en particular para los jóvenes LGTB, la campaña de un referéndum sobre sus derechos. Si se celebrara la consulta, el Gobierno tendría que subvencionar con la misma cantidad de dinero a los partidarios del “sí” y del “no”. El otro temor de los partidos de la oposición, así como de los activistas LGTB, es que la movilización de los sectores homófobos de la sociedad australiana junto con una escasa participación provocaran una victoria del “no” en la votación.
El primer ministro no ha adelantado si proseguirá la tramitación de la propuesta de referéndum en la cámara alta, dada su probable derrota. Turnbull ha advertido, eso sí, de la posibilidad de que todo el proceso legislativo hacia la igualdad matrimonial entre en vía muerta durante el resto de la legislatura si no se permite la consulta. Y es que el acuerdo entre laboristas, verdes y otros grupos en el Senado, donde la coalición de Gobierno carece de mayoría, haría fracasar sus planes de someter la medida a votación popular.
Ahora, el principal partido de la oposición (que hasta hace pocos años mantenía una posición ambivalente sobre una posible aprobación del matrimonio igualitario) continuará presionando al primer ministro para que permita un voto libre de los proyectos de ley sobre la materia que ya se han presentado en la Cámara de Representantes. Un empeño que se antoja complicado, toda vez que el referéndum fue la solución de compromiso a la que llegaron los partidarios (entre los que se encuentra el propio Turnbull) y los detractores de la igualdad LGTB en el seno de la coalición liberal-conservadora. La consulta, sin embargo, cuenta con el rechazo mayoritario de la sociedad australiana, a tenor de una encuesta reciente. Seguiremos con atención los acontecimientos.
Es absurdo que los derechos básicos de las personas se tengan que someter a referéndum.