Octavillas degradantes, agresión a una pareja gay, vandalismo neonazi contra un paso de cebra arcoíris… Brote homófobo en Holanda
Octavillas homófobas, una agresión a una pareja gay en la Estación Central de Ámsterdam… Varios incidentes ocurridos en los últimos días en Holanda han sembrado la inquietud en la comunidad LGTB de ese país, uno de los más avanzados por lo que a la aceptación de la diversidad sexual se refiere. El último de ellos ha quedado, de hecho, registrado en vídeo: varios jóvenes, cuya apariencia y actitud hacen pensar que eran de ideología neonazi, han boicoteado un paso de cebra arcoíris. Uno de ellos hizo después el saludo fascista.
Comencemos por el principio. La policía holandesa ha recibido numerosas denuncias por parte de ciudadanos de Ámsterdam, en concreto de los distritos de West y Nieuw-West (al oeste de la ciudad), que en días pasados han encontrado en sus buzones panfletos abiertamente homófobos. Se trata de octavillas impresas en color, que por uno de sus lados hacen un llamamiento a las tres grandes religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islam) a unirse en contra de la homosexualidad. Utilizan, para ello, citas del Levítico (uno de los libros incluidos tanto en la Torá judía como en el Antiguo Testamento cristiano), del Corán y del Nuevo Testamento (en concreto, la Primera Epístola de Pablo a los Romanos). Por el otro lado, el panfleto hace alusión a una serie de supuestas «estadísticas» que demostrarían el carácter perverso y enfermo de los homosexuales, como que «el número de niños abusados sexualmente por padres homosexuales asciende al 29%» o que sus tasas de depresión y suicidio son mucho mayores que las de los heterosexuales.
Siendo justos, lo cierto es que la difusión del panfleto (del que por el momento se desconocen sus autores) ha generado una ola de indignación en la capital holandesa, cuyo Ayuntamiento tiene de hecho previsto abordar el tema en un próximo pleno. Lo peor, sin embargo, es que la ola de homofobia no se quedó aquí. Al mismo tiempo que se conocía la distribución de los panfletos homófobos, en la noche del pasado sábado, una pareja gay, de 52 y 55 años, era brutalmente atacada cerca de la Estación Central, en pleno centro histórico de la capital holandesa. Tras ser insultados, uno de ellos fue golpeado, cayó al suelo y recibió una patada en el rostro. Afortunadamente varios testigos de la agresión acudieron inmediatamente en auxilio de la pareja, pero los agresores consiguieron huir sin ser capturados.
Para completar una semana nefasta, sobre las tres de la madrugada de este mismo lunes un grupo de jóvenes se personaba en un paso de cebra decorado desde el año pasado con los colores del arcoíris como homenaje a la comunidad LGTB en Leiden, localidad a medio camino entre Ámsterdam y Rotterdam, y equipados con varios cepillos lo teñían de pintura.
El acto vandálico, perfectamente planificado, quedó registrado en vídeo gracias al empleado de un café cercano. En la grabación se puede ver perfectamente al grupo de jóvenes, de los que por su apariencia y actitud se sospecha que eran activistas de extrema derecha. Uno de ellos, de hecho, al acabar de perpetrar la «hazaña», se quita la camiseta y posa con el torso desnudo haciendo el saludo fascista mientras otro le fotografía:
Los servicios de limpieza de Leiden, eso sí, tardaban pocas horas en limpiar de nuevo el paso de cebra, que ya el mismo lunes a mediodía lucía de nuevo sus colores:
Gelukkig is onze regenboog-zebra weer schoon. #Leiden blijft tolerant pic.twitter.com/wvaCBhWOtN
— Roos van Gelderen (@RoosvGelderen) 17 de octubre de 2016
Un rosario de noticias en cualquier caso preocupantes, que confirman en definitiva que la lucha contra la LGTBfobia es una tarea continua e inagotable. Incluso en países como Holanda, con una larga tradición de respeto a los derechos LGTB, el odio homófobo agazapado encuentra cualquier resquicio para hacerse presente cuando uno menos se lo espera.
Creo que ya atraparon a los tipos que propagaron los folletos homófobos