Cataluña implantará un modelo de atención sanitaria a las personas trans que destierra la necesidad de diagnosticar «trastorno» alguno
Solo dos días después de la celebración del Día Internacional por la Despatologización de la Transexualidad, el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya ha presentado el que será su nuevo modelo de atención sanitaria a las personas trans, que elimina la necesidad de un diagnóstico clínico de «disforia de género» para acceder a las diferentes prestaciones asociadas al proceso de transición. Un nuevo modelo que la Generalitat considera «pionero en Europa» y del que el consejero de Salud, Antoni Comín, ha declarado sentirse especialmente orgulloso.
El nuevo modelo (puedes descargar aquí sus líneas maestras) ha sido consensuado entre el Departamento de Salud, la Plataforma Trans*forma la Salut (que engloba a siete colectivos trans de Cataluña) y profesionales sanitarios que atienden las necesidades de las personas trans. Se trata de un modelo que «se centra en las necesidades y las expectativas de la persona trans, su autodeterminación, su autonomía y en un proceso de decisiones compartidas». No será necesario definir ni justificar la identidad de género, y será la propia persona trans la que fijará hasta dónde quiere llevar su tratamiento.
La puerta de entrada al sistema ya no será la Unidad de Identidad de Género del Hospital Clínic, sino unas denominadas «Unidades Tránsito» que se localizan en el nivel de Atención Primaria. La primera de ellas, que de hecho fue puesta en marcha en el año 2012 como una iniciativa que buscaba desmarcarse del «modelo tradicional» de atención a las personas trans, se ubica en el Centro de Atención Primaria Manso de Barcelona, y cuenta, además de médico de familia, con ginecólogo, enfermera, psicólogo, trabajador social y administrativo. Las siguientes se irán creando de forma progresiva en función de la demanda y una vez que se cuente con suficientes profesionales formados en este área. Cualquier equipo de Atención Primaria y Salud Comunitaria de Cataluña podrá derivar a la unidad territorial que le corresponda a las personas transexuales cuando estas soliciten asesoramiento sobre el proceso de transición, el deseo de iniciarlo o bien problemas de salud atribuibles al mismo, o al tratamiento hormonal.
Estas unidades, como parte de Atención Primaria, serán las encargadas de derivar a otros especialistas (endocrinólogo, cirujano plástico, salud mental, etc.) solo cuando sea necesario. En el caso de los procedimientos quirúrgicos más complejos, el Departamento de Salud de la Generalitat seguirá no obstante contando con la experiencia acumulada por los profesionales del Hospital Clínic, aunque no descarta extender esta actividad a otros centros hospitalarios en función de las necesidades. En este sentido, la sanidad pública catalana ofertará en su cartera de servicios la mastectomía, histerectomía, anexectomía, faloplastia y metaidoioplatia para los hombres, y la vaginoplastia, mamoplastia, orquiectomía y cricoidectomía para las mujeres. También atenderá la solicitud de preservación de material genético (tejido ovárico y gametos) y permitirá el acceso al tratamiento bloqueante y hormonal en las diferentes fases de desarrollo puberal en los menores.
Nac Bremón, representante de la plataforma Trans*forma la Salut, se ha mostrado satisfecho durante la presentación del nuevo plan, pero ha insistido en que el Departamento de Salud cierre la Unidad de Identidad de Género del Hospital Clínic, que según sus palabras «ha dejado un camino muy oscuro difícil de olvidar”. El director del Clínic, Josep Maria Campistol, que se encontraba presente, ha pedido de hecho la palabra para pedir disculpas a las personas que se hayan sentido maltratadas por la unidad y ha mostrado su apoyo al nuevo modelo. El consejero de Salud, Antoni Comín, ha respondido por su parte que ninguna persona trans será tratada donde no quiera, pero ha defendido al mismo tiempo el conocimiento de los profesionales del Hospital Clínic a hora de hacer las intervenciones quirúrgicas.
El nuevo modelo incluye la creación de una comisión de seguimiento, en la que participarán representantes del colectivo trans, y que evaluará periódicamente su funcionamiento y propondrá las correspondientes mejoras.
Un modelo que debe mejorar la actual situación
Se trata, sin duda, de una excelente noticia, que una vez más pone a Cataluña a la vanguardia de España. Por desgracia, el nuevo modelo se refiere solo a la atención sanitaria, en la que Cataluña tiene competencias. La rectificación registral de sexo, para la cual sigue siendo necesario el diagnóstico de «disforia de género», es sin embargo competencia estatal, por lo que la situación no cambiará hasta que los grupos políticos del Congreso de los Diputados se pongan de acuerdo en actualizar la ya anacrónica ley de identidad de género de 2007.
Habrá que ver, en cualquier caso, cómo se despliega ahora el nuevo modelo y si se le dota de los recursos suficientes. Valga un dato: según recoge hoy mismo La Vanguardia, en el Hospital Clínic hay en este momento 155 personas en lista de espera para someterse a una vaginoplastia y otras 98 para someterse a mastectomía, algunas desde hace más 6 años. Lo cierto es que por mucho cambio de modelo que se haga difícilmente va a suponer una mejora significativa si no se le dota de recursos suficientes, tanto en el nivel de Atención Primaria como Especializada.
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Flick
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