El ministro alemán de Justicia presenta un proyecto de ley para indemnizar a las víctimas del homófobo artículo 175
El ministro de Justicia de Alemania presentó el pasado viernes un proyecto de ley para indemnizar a los condenados por el infame artículo 175 del Código Penal, que durante décadas criminalizó las relaciones consentidas y en privado entre hombres. El socialdemócrata Heiko Maas aún debe discutir algunos pormenores de la redacción con los demás miembros del Gobierno de gran coalición, antes de que la iniciativa comience su tramitación parlamentaria.
Ya el pasado mes de mayo informábamos de la iniciativa de Maas de dar los pasos necesarios para resarcir a los procesados por las sentencias basadas en el artículo 175. La decisión se producía después de que la directora de la Oficina Federal Antidiscriminación presentara un extenso informe en el que se analizaba el alcance de la persecución a los hombres homosexuales durante el más de un siglo de vigencia de la legislación homófoba. Las conclusiones del documento eran claras: la criminalización de una parte de la población atentó contra los derechos fundamentales de los ciudadanos y el Estado tiene ahora la obligación de eliminar los antecedentes penales que aún pesan sobre los que fueron objeto de esas injustas sentencias y de resarcirlos.
Más de cinco meses después, el ministro de Justicia ha presentado por fin un proyecto de ley con medidas concretas para materializar la reparación de las víctimas del §175. Cada condenado recibirá 3.000 euros por sentencia y 1.500 euros más por cada año que haya comenzado en prisión. El ministerio espera unas 5.000 solicitudes y un coste máximo de unos treinta millones de euros. Además, la medida prevé una indemnización colectiva que simbolice la rehabilitación de aquellos que han fallecido esperándola. La fundación Magnus Hirschfeld podría recibir por este concepto la suma de 500.000 euros.
La mala noticia es que los tiempos del Gobierno de Merkel en temas LGTB son dilatados, y el proyecto de Maas tiene que recibir ahora el visto bueno del resto de departamentos. Se desconoce, por tanto, cuándo llegará finalmente al Bundestag. Como ha ocurrido ya en varias ocasiones dentro de la gran coalición entre CDU/CSU y SPD, los democristianos tienen menos prisa que sus socios para implantar medidas a favor de la igualdad LGTB. En particular, los socios bávaros de la canciller han criticado los planes del ministro de Justicia por ir “demasiado lejos”. El diputado verde Volker Beck, por el contrario, cree que se debe resarcir también a aquellos que, sin llegar a ser condenados en firme, perdieron sus trabajos y cayeron en el estigma por la simple apertura de un procedimiento en su contra.
Artículo 175: más de cien años de infamia
La criminalización de las relaciones sexuales consentidas entre hombres llegó a Alemania en 1871, año en que se ilegalizaron “los actos contra natura entre personas del sexo masculino o entre personas y animales”. La pena alcanzaba entonces los seis meses de prisión. La situación empeoró considerablemente bajo el régimen nazi, cuando toda forma de afecto entre hombres fue castigada con cinco años de prisión; miles de homosexuales o sospechosos de serlo fueron enviados a los campos de concentración, donde la mayoría de ellos murieron a causa de los malos tratos y los trabajos forzados.
Pero mientras que las demás víctimas del Holocausto fueron debidamente compensadas y reconocidas tras la Segunda Guerra Mundial, y las leyes contra ellas derogadas, el artículo 175 mantuvo su vigencia y las personas LGTB siguieron siendo perseguidas; a veces, incluso, con pruebas recogidas durante los años del nazismo. La evolución fue diferente en la República Federal de Alemania (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA): el Gobierno comunista de la RDA dejó de perseguir a homosexuales a partir de finales de los años 50, reformó la legislación para permitir las relaciones consentidas entre varones adultos en 1968 y equiparó la edad de consentimiento con la del sexo heterosexual en 1988. Sin embargo, la RFA castigó las relaciones entre varones hasta 1973 y no eliminó por completo el vergonzante artículo 175 hasta 1994, ya después de la reunificación.
Con posterioridad a la derogación, los colectivos LGTB se centraron en conseguir la anulación de las sentencias por homosexualidad y la reparación de sus víctimas. Por sorprendente que parezca, hasta 2002 no se consiguió la nulidad de las condenas dictadas durante el régimen nazi, y ello todavía contra el criterio de los democristianos de la CDU/CSU y de los liberales del FDP. Las sentencias posteriores a 1945, a pesar de basarse en la versión agravada del artículo 175 aprobada por los nazis, siguen siendo consideradas como válidas. Según la CDU, “las decisiones de un Estado de derecho y sus tribunales no pueden ser consideradas de manera global como injustas”. Una posición que condena a cientos de homosexuales a vivir con el estigma de tener antecedentes penales por el mero hecho de serlo.
Supongo que sera la pildorita para quedar bien despues de cargarse la posibilidad del matrimonio. Ahora haran como aqui, desaparicion de documentos, ninguneo de los afectados, un puñado de casos reconocidos y todos contentos.