La FIFA sanciona a seis federaciones por la conducta homófoba de sus aficiones
La FIFA ha comunicado nuevas sanciones efectuadas contra las federaciones de varios países, debidas a las infracciones cometidas por sus aficiones durante los partidos clasificatorios para la Copa del Mundo de Fútbol de 2018. Entre los comportamientos objeto de multa se incluyen los cánticos de tinte homófobo, lamentablemente habituales en muchos campos. Varios de los países sancionados son reincidentes, lo que demuestra una vez más el escaso carácter disuasorio de estas medidas disciplinarias.
Los países sancionados por conductas homófobas son Brasil, Chile, El Salvador, Honduras, México y Perú, con cierre de estadios y multas de carácter económico. El montante de las mismas sigue siendo bastante exiguo, con lo que las consecuencias son dudosas: Chile y México acumulan ambas varias sanciones en los últimos años.
En el caso de Chile, la multa asciende a 65.000 francos suizos (unos 59.500 euros) y la prohibición de utilizar el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos en el partido de clasificación para el Mundial del próximo 28 de marzo de 2017 frente a Venezuela. La federación chilena ostenta el triste récord de partidos con incidentes homófobos: un total de seis sólo en el último año.
México es otro de los reincidentes: la sanción por las dos últimas ocasiones en las que se han producido cánticos homófobos en sus estadios asciende a 30.000 francos o 27.500 euros aproximadamente. Se trata de la tercera vez en este año (tras enero y junio) que la federación recibe una multa por la conducta homófoba de su afición, y en particular por el desgraciado grito “ehhhh… puto” que realiza cuando el portero rival despeja la pelota. La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) se ha mostrado contraria a la sanción y ha anunciado que apelará ante la FIFA.
Los demás países apercibidos deberán pagar montantes de 20.000 francos o 18.300 euros (Brasil), 45.000 francos o 42.000 euros (El Salvador), 65.000 francos (Honduras, igual que Chile) y 30.000 francos (Perú, misma cantidad que México) por los últimos episodios de homofobia en sus campos de fútbol. Estas federaciones se libran, sin embargo, del cierre de estadios.
Y es que quizás sea la clausura de los campos de fútbol una sanción más temida que las exiguas multas de carácter económico, que no parecen tener efecto alguno, si tenemos en cuenta el carácter reincidente de la mayoría de las federaciones sancionadas. En todo caso, la sensación es que la conducta homófoba de las aficiones de fútbol, tanto de los equipos como de las selecciones nacionales, son lamentablemente habituales, y que ni FIFA ni las federaciones continentales como UEFA (Europa) o CONMEBOL y CONCACAF (América) están haciendo lo suficiente para erradicarlas de los estadios.
Recordemos, además, que FIFA adjudicó la celebración de la Copa del Mundo de Fútbol de 2018 a Rusia, y el siguiente, el del 2022, a la Federación de Catar, países donde lo que está penado es la defensa de los derechos de las personas LGTB.