Más de 1.300 personas detenidas bajo la acusación de practicar la homosexualidad en la India en 2015, incluyendo 207 adolescentes
Preocupantes noticias las que nos siguen llegando desde la India en clave LGTB. Según los informes que ha hecho públicos la Oficina Nacional de Registro de Delitos (un organismo dependiente del Ministerio del Interior de este país asiático) se habrían producido, como mínimo, 1.347 arrestos por supuestas prácticas homosexuales en 2015. Todavía más grave si cabe es que 207 de esas detenciones se realizaron contra adolescentes, 11 de los cuales eran menores de 12 años. Unas cifras que ilustran la terrible homofobia de estado que padece la comunidad LGTB india, perseguida y estigmatizada por la sección 377 del Código Penal. De hecho, la legislación vigente en la India califica las relaciones homosexuales como actos “contra natura” y las persigue con independencia de que sean consentidas.
La homofobia de estado en la India crece exponencialmente. Atendiendo a los datos oficiales, las persecuciones “legales” contra personas homosexuales habrían aumentado un 17,3% en 2015 en comparación con el año anterior. El diputado Shashi Tharoor, uno de los pocos políticos indios comprometidos con la despenalización de la homosexualidad, considera que “la cultura y la historia de la India no revelan intolerancia hacia la diferencia de orientación sexual, pero muchos políticos prefieren la ley colonial británica”.
De los 1.347 detenidos por practicar la homosexualidad en 2015, alrededor de 96 tenían entre 16 y 18 años, 100 tenían entre 12 y 16 años y 11 eran menores de 12 años, según las nuevas cifras publicadas por la Oficina Nacional de Registro de Delitos de la India. Esto significa que el 14% de las personas arrestadas por su orientación sexual eran menores de edad. Asimismo, entre las víctimas de estas persecuciones por la intolerancia LGTBfóbica de estado hay que señalar que la gran mayoría fueron hombres, si bien también hubo 16 mujeres afectadas.
Dosmanzanas viene siguiendo de cerca el deterioro de la situación de la comunidad LGTB de la India. Auque en 2009 el Alto Tribunal de Delhi hacía pública una histórica sentencia en la que declaraba “inconstitucional” la prohibición de las relaciones entre personas del mismo sexo, a finales de 2013 la Corte Suprema decidió recriminalizar la homosexualidad. Desde entonces, las distintas iniciativas presentadas para revertir la penalización por orientación homosexual no han logrado salir adelante en el segundo país más poblado del planeta.
La Lok Sabha (cámara baja del parlamento de la India) rechazaba a finales de 2015 y nuevamente en marzo de 2016 sendas proposiciones de ley del diputado Shashi Tharoor para despenalizar las relaciones homosexuales. Sin embargo, en febrero de 2016, conocíamos la admisión a trámite del último recurso posible contra la persecución de la homosexualidad por parte de la Corte Suprema de la India. Cerrada por el momento la vía parlamentaria, todas las esperanzas recaen sobre una hipotética sentencia favorable a la despenalización por parte de la Justicia.
LGTBfobia política, social y policial en la India
Como decíamos, desde la recriminalización de las llamadas relaciones “contra natura” en este país, no ha cesado el hostigamiento social y policial contra ciudadanos que manifiestan voluntaria o involuntariamente cualquier signo contrario a la heteronormatividad impuesta.
En 2014, un año después de la recriminalización de la homosexualidad en la India, el activismo LGTB denunciaba un repunte de la violencia homófoba. Y a principios de 2015 recogíamos que en 2014 se realizaron un mínimo de 600 detenciones a personas que habían sido acusadas de practicar la homosexualidad. Una cifra que, además de acabar creciendo en los informes oficiales, no refleja en todo caso el alcance de la corrupción policial y la cantidad de afectados por extorsiones económicas a cambio de evitar el arresto o el procesamiento judicial (lo mismo que ocurre con los datos que publicamos en este post sobre el año 2015).
Pero ahí no acaba la cosa. La estigmatización y los prejuicios provocan todo tipo de injusticias. A principios de este año nos hacíamos eco del intento de suicidio de un adolescente de quince años, quemándose vivo, tras ser acosado por ser gay. Igualmente, al conocer que el papa Francisco convertía en Santa a Teresa de Calcuta, recordábamos que su congregación, las Misioneras de la Caridad, cerraron en 2015 sus orfanatos en la India para evitar que personas LGTB pudieran adoptar.