Víctor Gutiérrez (waterpolista): «Soy un goleador nato; lo llevo en la sangre»

Tiene 25 años y juega como boya en el club madrileño Real Canoe N.C. También estudia el doble grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos. Hace unos meses decidió darle una patada al armario de cemento del deporte español y confesar públicamente que era gay. Le apasiona salir con los amigos, el fútbol, el cine, las series y jugar a la playstation: “Como ves, nada del otro mundo”.

¿Hablo con el sirenito más mono del reino?

[Risas] ¡Ni mucho menos! Hablas con uno más. Aunque reconozco que uno no está nada mal.

¿Se considera el mejor boya de España?

Creo que mis números hablan por sí solos. Trabajo mucho cada día para superarme a mí mismo, y por supuesto que en mi cabeza soy el mejor boya español.

Dice que tras su revelación le escribieron otros deportistas en su misma situación. ¿Se siente un poco Virgen de la Esperanza?

En absoluto. Dar el paso públicamente no me costó nada, y sabía que otras personas o deportistas podían sentirse identificados conmigo. Intento animar y aconsejar de la mejor manera que puedo a las personas que se ponen en contacto conmigo para contarme su situación.

¿Y qué les dice?

Cada persona tiene su historia e intento escuchar y entender. Pero hay algo que siempre repito y es que en ningún caso merece la pena vivir con miedo, porque hay cosas maravillosas esperando ahí fuera una vez se da el paso al frente. Tenemos que ser valientes.

Los armarios que siguen cerrados a cal y canto son los de nuestros futbolistas. ¿Verán nuestros ojos cómo se abre alguno o no viviremos para contarlo?

¡Ja, ja! Es cierto. Ojalá me equivoque, pero creo que tendrán que pasar aún más años para que veamos que un futbolista salga del armario. En el fútbol lo que menos importa es el deporte. Los equipos son empresas con intereses propios.

Igual es que se trata del único deporte patrio donde no hay nadie gay…

Sí, ¡ja, ja! Y en la sincronizada son todos hombres, ¿no?

¿A qué saben los cuartos de Río?

La selección ha entrenado mucho y el objetivo de España, como siempre, era estar en la lucha por las medallas. La competencia en unos juegos es máxima y los cuartos de final fueron contra la que resultó campeona olímpica, Serbia. El séptimo puesto debe hacer reflexionar.

¿Le fastidió que le dejaran fuera del equipo que iba a los Juegos?

Fue una gran decepción. Tras mi gran temporada y el rendimiento que estaba teniendo en la preparación, pensaba que estaría entre los trece. Sin embargo, el seleccionador consideró que otros jugadores encajaban mejor en su sistema. Seguiré entrenando y dando lo mejor de mí para poder estar en las próximas citas.

¿Se le da bien meter goles, también fuera del agua?

¡Ja, ja! Soy un goleador nato. Lo llevo en la sangre.

¿La arruga es bella, también en los dedos de los pies y las manos?

Entrenando seis horas al día, mi cuerpo está más que acostumbrado al agua, así que las arrugas de las yemas no aparecen tan fácilmente.

Estudia Periodismo. Cuando se canse de tanta piscina y sprint, ¿dejará el CV en Telecinco o es usted más de A3?

Cuando acabe mi carrera deportiva, veré quién me da la oportunidad de desarrollarme en otro ámbito. De momento, me queda aún mucha piscina.

¿Qué tiene de ‘gato’?

Mucho. Soy madrileño de pro. Un enamorado de mi ciudad. Cuanto más viajo, más me gustan Madrid y su gente.

¿De qué más anda enamorado?

Afortunadamente, siento pasión por todo aquello que hago. Por mi deporte, por mis estudios, por mis amigos… Pero en el aspecto sentimental, estoy más solo que la una.

Será porque quiere.

Soy de los que piensa que estar por estar no merece la pena. Cuando aparezca alguien que despierte en mí lo necesario, entonces será el momento.