Costa de Marfil encarcela por primera vez a una pareja de hombres por mantener relaciones sexuales consentidas
Muy malas noticias las que nos llegan desde Costa de Marfil, donde por primera vez una pareja de hombres ha sido encarcelada por mantener relaciones sexuales. El encarcelamiento es buena muestra del deterioro de la situación de los derechos LGTB en Costa de Marfil, una antigua colonia francesa que no castiga expresamente las relaciones homosexuales (como sí hacen, por ejemplo, muchas excolonias británicas, que mantienen todavía en sus códigos penales la prohibición de la sodomía heredada de la época colonial).
La historia es especialmente triste. P.L., de 31 años, y L.A., de 19 años, fueron descubiertos manteniendo relaciones sexuales por un tío de este último, que los denunció a la policía en Sassandra, al sur del país. La pareja acabó delante del juez, ante el que reconocieron los hechos y admitieron ser pareja, al tiempo que declararon que no eran conscientes de que estuviesen cometiendo un delito.
Tenían razón, de hecho: Costa de Marfil se incluye, tradicionalmente, en la lista de países africanos que no castigan expresamente las relaciones homosexuales. Pero sí que castiga la «ofensa a la decencia en público» con penas de prisión de entre 3 meses y dos años, y de hecho contempla penas agravadas si el «acto impúdico» ha sido cometido con alguien del mismo sexo. Y a ello se han agarrado tanto el fiscal como el juez, que los ha encontrado culpables y los ha condenado a prisión. Lo que no podemos confirmar es si ha sido a 3 meses de cárcel, como sostienen medios internacionales, o a 18 meses, como hemos podido leer en un medio local. En lo que sí coinciden todos los medios que recogen la noticia es que se trata de la primera vez que dos hombres van a prisión por mantener relaciones sexuales consentidas en Costa de Marfil.
Todo parece indicar que el odio homófobo en Costa de Marfil, un país cuya población se encuentra dividida a partes casi iguales entre el cristianismo y el islam y que hasta hace pocos años no se encontraba entre los considerados más peligrosos para la comunidad LGTB, viene mostrándose con más crudeza de un tiempo a esta parte. En enero de 2014 recogíamos el grave ataque homófobo que sufrió el activista Claver Touré, presidente de la asociación Alternative-Côte d’Ivoire (cuya sede quedó de hecho destrozada). Y en junio de este mismo año varios hombres se vieron obligados a abandonar sus hogares, después de que la Embajada de los Estados Unidos publicase una foto de ellos firmando en el libro de condolencias por el atentado homófobo de Orlando, en Florida, y los identificase como miembros de la comunidad LGTB.