Detenido un hombre en Nigeria por mantener relaciones homosexuales, tras negarse a ceder a un chantaje
Un hombre nigeriano se enfrenta a cargos por mantener relaciones homosexuales, tras negarse a ser víctima de un chantaje. Al parecer, todo fue urdido por una pareja de madre e hijo, que se dedican a extorsionar a homosexuales con la amenaza de denuncia. La víctima ya ha tenido que abonar grandes sumas de dinero en gastos judiciales, y teme acabar ingresando en prisión. El Código Penal de Nigeria castiga las relaciones homosexuales con penas de hasta 14 años de cárcel.
El pasado mes de octubre fue detenido un hombre en la ciudad nigeriana de Sapele, en el estado de Delta, acusado de “tener conocimiento carnal contra natura”, por haber mantenido relaciones sexuales con una persona de su mismo sexo. Según declaraciones al medio LGTB NoStringNg, el acusado había sido contactado por un joven, con quien finalmente se relacionó físicamente. Tras el encuentro, el joven le exigió una cantidad de dinero a cambio de no denunciarle por violación. Más tarde supo que la idea del chantaje había partido de la madre del extorsionador. “Eso es a lo que se dedican”, afirma la víctima, “lo descubrí después del incidente. Chantajean a la gente, que les pagan movidos por el miedo”.
Sin embargo, él decidió no ceder al chantaje y se negó a pagarles ninguna cantidad. Casi inmediatamente, la Policía se presentó en su domicilio y procedió a detenerle por haber mantenido relaciones homosexuales. Presentados los cargos, la víctima del chantaje ya ha comparecido ante el juez en seis ocasiones, aunque el juicio definitivo tendrá lugar el próximo 6 de diciembre. El coste legal ya le ha supuesto un desembolso de más de 120.000 nairas (cerca de 360 euros, 380 dólares), una abultada cantidad para el nivel económico nigeriano, de la que se está haciendo cargo su familia.
El mayor temor del acusado es terminar en prisión, pues, tras su detención y presionado por las fuerzas del orden, terminó confesando en comisaría que había mantenido relaciones homosexuales, si bien aún no ha hecho ese tipo de declaración ante el tribunal. Según el artículo 214 del Código Penal de Nigeria, se enfrenta a una pena que puede llegar hasta los 14 años de cárcel.
Nigeria: violencia social y de Estado
Desde la promulgación de la ley que agrava el tratamiento penal para todo aquello relacionado con la homosexualidad, no han cesado de sucederse los actos de barbarie de la población civil contra las personas LGTB de Nigeria, alentados por los líderes políticos y religiosos que han creado un ambiente de profunda homofobia social. En dosmanzanas hemos informado de algunos de estos terribles hechos, aunque es de suponer que la información de la mayoría de este tipo de actos execrables no alcance a los medios de comunicación occidentales.
En enero de 2014, una multitud de miles de personas rodeaba un tribunal islámico, donde se juzgaba a once hombres acusados de practicar la homosexualidad, exigiendo su ejecución inmediata. Meses después, cuatro de los detenidos, que confesaron los hechos probablemente bajo tortura, fueron condenados a recibir públicamente 15 latigazos y al pago de una multa o un año de prisión.
En febrero del mismo año, otra horda enfurecida asaltó los domicilios de doce homosexuales en la capital, Abuja, a quienes terminaron por arrancar de sus casas y golpearles incluso ante las puertas de la comisaría local. En las mismas fechas, en la localidad sureña de Port Harcourt, otros dos homosexuales fueron arrastrados fuera de su hogar y obligados a realizar actos sexuales ante una multitud agresiva.
En enero de 2015, la policía islámica de Kato, una ciudad al norte de Nigeria, comunicaba la detención de doce personas por participar en la celebración de una supuesta boda entre dos personas del mismo sexo. La ley vigente en Nigeria, anteriormente citada, castiga con hasta 14 años de prisión a quienes participen en una ceremonia de unión homosexual.
En marzo de 2016, una turba violenta atacó a 20 jóvenes de quienes sospechaban, por su aspecto afeminado, que eran homosexuales. Todos ellos habían sido arrastrados fuera de sus casas y reunidos para golpearlos sin compasión. La brutal paliza a que les sometieron hizo temer por sus vidas. Ninguna de las víctimas quiso presentar denuncia, por temor a las represalias de sus agresores y por no enfrentarse al estigma de ser considerados homosexuales públicamente. En mayo, seis jóvenes fueron detenidos en Benin City acusados de mantener relaciones sexuales.
Actuaciones de este tipo provocaron que el Parlamento Europeo aprobara en marzo de 2014, con el acuerdo de los principales grupos, una resolución de condena a las leyes homófobas de Uganda y Nigeria. El texto de la resolución solicitaba su derogación y proponía que si no había marcha atrás se suspendiese a los dos países del acuerdo de Cotonú sobre intercambio comercial y asistencia entre la Unión Europea y los estados de África, Caribe y Pacífico.