Inma Serrano (cantautora): «Los miembros del jurado de OT no tenemos un WhatsApp común»
Tiene 48 años y es una de las compositoras e intérpretes más conocidas del panorama nacional. Es alicantina, aunque desde hace nueve años vive entre España y Mexico. Formó parte del jurado del exitoso Operación Triunfo durante tres ediciones, y estos días celebra sus 21 años de carrera con un nuevo disco, el undécimo de su carrera, Inmalandia. Lo ha hecho actuando en el Lunario del Auditorio Nacional de Ciudad de México, en un país que asegura «que cura».
Tiene cara de no haber roto un plato. ¿Es usted una perita en dulce?
Cantando soy muy dulce, para defender mi profesión. A veces saco carácter y, en general, puedo decir que no me he reprimido cuando he sentido que necesitaba probarme con algún ‘reto’.
A los dieciséis años hizo las maletas y se marchó de casa. ¿Le daba pereza estudiar?
Lo cierto es que hice un pacto con mis padres, acabar el COU y dedicarme de pleno a la música. Pero fue un poquito más tarde de esa edad cuando, al acabarlos, me fui a estudiar exclusivamente música a Barcelona.
Ha vivido en Valencia, Barcelona y Madrid. ¿Dónde ha ligado más?
¡Ja, ja, ja! No creo que la localización sea definitiva para eso… La respuesta acertada es ‘Dónde me han dejado’.
Ahora pasa temporadas en México. ¿Qué deberíamos aprender de los aztecas?
¡Muchas cosas! Fíjate que los españoles somos divinos, claro [risas]. Pero la amabilidad, el optimismo y el cuidado que percibes de unos con otros es algo que deberíamos importar a España sin duda alguna.
¿Y qué producto nacional deberíamos exportar?
No soy yo quien deba decirlo. Lo cierto es que ya viajamos todos y mostramos nuestra música muchos. ¡Eso es muy bueno!
“Yo todo me lo tomo con humor”. ¿Le parece chistoso el IVA de la cultura?
La vida hay que tratar de tomársela con filosofía, sobre todo en los momentos menos agradables, que los hay. Y del IVA, si fuera más chiquito por lógica ayudaría a que el consumo se dinamizara.
Ha formado parte de la cúpula directiva de la SGAE, a la que se tacha de mafiosa, anticuada y abusiva. ¿Lo comparte?
Un caso específico no invalida el todo. Cuando el uso del repertorio de un autor genera beneficio económico, este autor tiene derecho a que le repercuta positivamente. Eso para mí es lo justo.
¿Enseña cada vez un poquito más en las portadas de sus discos por marketing o para ahorrar en estilista?
[Risas]. No lo había pensado así, pero es un buen recurso para ahorrar. Recuerdo que enseñé los hombros en Polvo de estrellas. En el resto de discos he ido bien tapadita.
Dice que compuso Cantos de sirena en la cocina de un piso. ¿Qué otras cosas se cuecen en sus fogones?
Todo. La cocina es de los lugares más concurridos en cualquier fiesta. Y cocinar para amigos, según qué platos, es de mis labores favoritas.
Participó en varias ediciones de OT. ¿También comparten grupo de WhatsApp los miembros del jurado?
Que yo sepa no. Eso es algo muy bonito que comparten los participantes. Los miembros del jurado, que yo sepa, no tenemos un WhatsApp común.
¿Es usted más de Bisbal, Bustamante o Rosa López?
De Vicente Seguí.
Vamos, que es más de Chenoa.
Sinceramente, me parece que todos ellos tienen mucho mérito. No por el programa en sí, que no fue sencillo para ganarse el favor del público, sino por la presión posterior, dando la talla.
Lleva más de veinte años tocando la guitarra. ¿En qué otras cosas es tan habilidosa y coordinada?
En lo que mejor me defiendo es cantando y tocando la guitarra. Es lo que más me divierte y mejor se me da.