La Fundación Eddy-g quiere ampliar su ayuda a víctimas de la LGTBfobia en la Comunidad de Madrid
Dosmanzanas ha querido conocer de primera mano el funcionamiento de hogar LGTBI que la Fundación Eddy-g está gestionando en un piso próximo a Chueca, el emblemático barrio de la ciudad de Madrid. «Hogar Eddy», nombre que recibe el proyecto, está sostenido gracias a los fondos privados de la fundación, así como a las donaciones de particulares. Según aclara Manuel Ródenas, su director, «el objetivo final es proporcionar a los jóvenes LGTBI una alternativa a la exclusión, dotando de herramientas a las personas jóvenes que han visto sus puertas cerradas y por su orientación sexual y/o identidad de género para que reconduzcan sus vidas hacia una autonomía personal y profesional». Hemos elaborado un vídeorreportaje para enseñaros cómo funciona y cómo viven los usuarios del hogar.
Ha transcurrido un año desde que se pusiera en marcha el «Hogar Eddy», un proyecto promovido por la fundación que lleva el mismo nombre para luchar contra el riesgo de exclusión social al que se enfrentan las personas jóvenes víctimas de la LGTBfobia. Manuel Ródenas valora «positivamente» los resultados y asegura que «se está cubriendo una necesidad no resuelta y dando respuesta a un problema oculto».
El «Hogar Eddy» es el primer proyecto en España que desarrolla un programa en un piso de convivencia para personas LGTBI sin recursos. Su propósito fundamental es ofrecer protección y asistencia integral a las víctimas de la LGTBfobia que se ven en la necesidad de abandonar sus casas. Asimismo, brinda un espacio abierto las 24 horas del día, durante los 365 días al año, en el centro de Madrid, desde el que se atienden las necesidades básicas de las personas usuarias, contando con itinerarios personalizados de apoyo para su integración social. En la actualidad, cuenta con ocho plazas de capacidad. Rodenas justifica que «es necesario ampliar para atender la demanda», por lo que «la siguiente fase es la búsqueda de más espacios para poder alojar y atender a más personas. Es un problema al que muchos jóvenes en España se ven abocados, a pesar de los avances legales y sociales que estamos viviendo en los últimos años».
Los requisitos para poder acogerse al programa son ser mayor de 18 años y menor de 30 y víctima de la LGTBfobia, la serofobia y de la violencia producida en cualquier ámbito (familiar, social, escolar, bullying, laboral, pareja o cualquier otro). También está abierto a las personas LGTBI migrantes, solicitantes de asilo, refugiadas y aquellas que huyan de países y situaciones donde se vulneran los derechos humanos y sean perseguidas por su orientación sexual o su identidad de género.
A todos los usuarios se les ofrece un programa personalizado de acogida y atención con objeto de apoyarles y dotarles de habilidades para su desarrollo personal y su integración laboral futura. «La orientación y apoyo en la búsqueda de empleo es fundamental», argumenta el director de la fundación. Durante el tiempo de permanencia los usuarios disponen de un hogar donde vivir y sus necesidades básicas quedan cubiertas. «Un equipo de profesionales les realiza un programa personalizado de desarrollo personal y orientación al empleo, atendiendo a sus circunstancias y perfil. Todos reciben apoyo psicológico, atención social y cursos de formación, también potenciamos las actividades culturales y de ocio y tiempo libre», asevera Ródenas.
Os dejamos con el vídeorreportaje en el que documentamos el funcionamiento del «Hogar Eddy»: