La segunda autopsia realizada a Cristina La Veneno confirma que la artista murió debido a un accidente doméstico

Tras casi tres semanas de incertidumbre, parece que la artista Cristina Ortiz Rodríguez, «La Veneno», podrá descansar al fin. Este lunes se le practicó una segunda autopsia en el Instituto Anatómico Forense de Madrid, y el resultado viene a confirmar que la vedette falleció por un accidente doméstico. De esta forma se pone fin a una angustiosa espera, envuelta en dolor y numerosas y variadas hipótesis sobre lo que pudo pasarle realmente a Cristina el día de la fatídica caída que le provocó la muerte.

Según el resultado de esta segunda autopsia, por un lado “se aprecian los signos propios de haber estado sometido a tratamiento médico-quirúrgico, así como la existencia de vías mecánicas para el resto del tratamiento clínico-hospitalario”. También revela que “son muy evidentes las livideces cadavéricas distribuidas por toda la anatomía del sujeto fundamentalmente en extremidades inferiores y partes acras así como en la región superior y cuello”. Por lo que se refiere al traumatismo que en último término la llevó a la muerte, el informe señala que “No se aprecia ni una sola contusión, a excepción de una herida (que se suturó en quirófano) en región supraciliar derecha o frontal derecha, y producida por una caída”.

La familia de Cristina no habría aceptado de buen grado este nuevo resultado, al considerar inadecuado que se ignoren los numerosos hematomas que según aseguran presentaba el cuerpo de la artista el día que pudieron verla en el hospital. “No concuerda nada. Estamos en shock. No puede ser que haya salido otra vez lo mismo (…) Es que ella había puesto una demanda por malos tratos el día anterior. No puede ser que llegase al hospital sin ninguna contusión”, ha declarado a El Español Francisco Ortiz, hermano de la artista.

Tanto es así que, antes de proceder a la incineración del cuerpo y tras hablar con su abogado, la familia de Cristina tiene intención de solicitar un tercer examen de forma privada. Todo ello a pesar del elevado coste que les supone mantener el cuerpo de la vedette en el Tanatorio Norte de Madrid: 360 euros al día (en total, ya habrían desembolsado más de siete mil euros, teniendo en cuenta el tiempo que lleva el cuerpo allí). Esta tercera prueba, que se realizaría en estos días, consistiría exclusivamente en una inspección visual del cuerpo.

Una primera autopsia

Pese a las dudas de la familia y de algunos allegados, ya la primera autopsia practicada a La Veneno en el Instituto Anatómico Forense de Madrid, un día después de su fallecimiento, parecía confirmar que la artista falleció, en el Hospital Universitario La Paz de Madrid el miércoles 9 de noviembre, debido a una caída accidental producida unos días antes en su domicilio del madrileño barrio de Tetuán.

No obstante, la familia no dio por bueno este resultado y, gracias a la petición de su abogado, logró que un juez ordenase la paralización del entierro y la inmovilidad del cuerpo de Cristina. De ahí que se le volviese a realizar una segunda autopsia.

Despedida entre homenajes

Desde su fallecimiento, numerosos seguidores y allegados han querido despedirse y rendir homenaje, de una u otra forma, a Cristina «La Veneno». El primero de ellos lo organizó la asociación Arcópoli el pasado domingo 20 de noviembre. Una fecha simbólica en la que, además, se celebraba el año el Día Internacional de la Memoria Transexual, que recuerda la violencia ejercida contra las personas trans en el mundo. El emotivo homenaje a la artista tuvo lugar en la mítica Plaza de Chueca, donde a pesar de la lluvia llegaron a reunirse cerca de 200 personas. En ese acto, se reivindicó la figura de Cristina como una mujer transexual valiente y pionera en lo que a visibilización del colectivo trans en España se refiere.

Entre otras cosas, varios de los allí presentes leyeron durante dos horas diversos fragmentos del libro ¡Digo! Ni puta ni santa: las memorias de La Veneno, escrito por la periodista Valeria Vegas. Asimismo, el acto también sirvió para pedir a la familia de Cristina que cumpla sus últimas voluntades, es decir, que su cuerpo no sea enterrado en Adra, su localidad natal, y que en cambio se incinere, esparciendo sus cenizas por el Parque del Oeste. Fue allí donde Cristina ejerció durante varios años el trabajo sexual y donde fue también descubierta en 1996 por una reportera del programa Esta noche cruzamos el Mississippi, conducido por Pepe Navarro, que la lanzó a la fama.

Además, Arcópoli aprovechó el acto para solicitar a la Junta de Distrito de Moncloa-Aravaca “la colocación de una placa en el Parque del Oeste donde Cristina pasó cientos de noches” y señaló que comenzaría “una recogida de firmas para que el Ayuntamiento de Madrid reconozca la figura de Cristina Ortiz con una calle, y nuestra propuesta sería cambiar la de cualquiera de los personajes homófobos que inundan nuestro callejero” (propuesta de la que ya informamos con detalle hace unos días). Por otro lado, en la tarde del pasado jueves 24 de noviembre la Iglesia de San Antón ofició una misa funeral en su memoria, a la que según ha podido saber dosmanzanas acudieron unos pocos allegados y el propio novio de la artista.

Reliquias de la artista

La muerte de La Veneno ha dado lugar, por otra parte, a todo un culebrón familiar protagonizado por sus allegados. Alín, su pareja, sigue residiendo en el domicilio de esta. Una propiedad que estaba a nombre del padre de Cristina y de la propia artista. Lo cierto es que el joven asegura no tener adónde ir y, a pesar de que la familia reclama ahora la casa, no está dispuesto a abandonarla de momento. Además, en las últimas dos semanas Alín ha vendido la mayor parte de las pertenencias personales de la artista a todos aquellos fans que se acercaban a su casa y le pedían alguna reliquia con la que su ídolo hubiese aparecido en alguna actuación o programa de televisión. Desde cuadros hasta vestidos, pasando por numerosos collares, pendientes, zapatos y fotografías de la popular artista. También aseguró que buscaba inmigrantes sin papeles que quisieran compartir casa con él a cambio de algo de dinero.