Los estados africanos intentan revertir el nombramiento de un experto de la ONU contra la violencia y la discriminación a las personas LGTB
La labor del primer experto de las Naciones Unidas independiente sobre la protección contra la violencia y la discriminación de las personas debido a su orientación sexual y su identidad de género está en peligro. El grupo de Estados africanos, formado por 54 miembros, ha emitido un comunicado pidiendo que se revise la decisión de crear este nuevo alto cargo, que está llamado a jugar un importante papel en la evaluación de los derechos LGTB en el mundo.
Hace un mes que recogíamos el nombramiento del tailandés Vitit Muntarbhorn por un periodo de tres años para ser el titular inicial del puesto de experto independiente sobre la protección contra la violencia y la discriminación de las personas debido a su orientación sexual y su identidad de género. El 30 de junio, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas había aprobado por 23 votos a favor, 18 en contra y 6 abstenciones la creación de esta figura, propuesta por varios países de América Latina. El proceso no fue precisamente fácil y tuvo que enfrentarse, además de a numerosas enmiendas, a una propuesta de retirada promovida por Arabia Saudí, que finalmente no prosperó.
Pero los representantes de los Gobiernos contrarios a los derechos de las personas LGTB no se han dado por vencidos. El viernes pasado, el embajador ante la ONU de Botsuana presentó en nombre de los 57 países del grupo africano una resolución para pedir “la suspensión de las actividades del experto independiente”. Y ello hasta que se dirima la legalidad de la creación de un cargo para defender la protección contra la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género, unas “nociones” sobre cuya mera existencia “no hay un acuerdo internacional”, según los firmantes (ver texto).
El derecho al desarrollo y la lucha contra el racismo son, para los representantes de los países africanos, objetivos más importantes que se verían supuestamente relegados por el incremento de la vigilancia frente a los abusos contra la población LGTB. Una postura habitual para algunos de los Estados más contrarios al reconocimiento de esta realidad, que suelen luchar denodadamente contra la inclusión de las minorías afectivo-sexuales en los acuerdos para promover los derechos humanos de todos los individuos.
La propuesta de los países africanos se podría votar el próximo martes en el tercer comité de la Asamblea General de las Naciones Unidas, encargado de los asuntos sociales, culturales y humanitarios. Si sale adelante, el pleno de la Asamblea deberá adoptar una decisión definitiva antes de fin de año. Estaremos muy pendientes de lo que ocurra.
Las funciones del nuevo cargo
Muntarbhorn es un profesor de Derecho Internacional con una dilatada trayectoria al servicio de Naciones Unidas. Fue además uno de los juristas que participaron en la elaboración de los muy importantes “Principios de Yogyakarta” sobre la aplicación de la legislación internacional de derechos humanos en relación con la orientación sexual y la identidad de género, aprobados en noviembre de 2006 (y que puedes descargar en su integridad aquí).
El experto cuenta con el siguiente mandato, según la resolución aprobada el pasado junio (reproducimos literalmente):
- Evaluar la aplicación de los instrumentos internacionales vigentes de derechos humanos relacionados con los medios de superar la violencia y la discriminación contra las personas por motivos de orientación sexual o identidad de género, e identificar las mejores prácticas y las deficiencias;
- Concienciar a la población acerca de la violencia y la discriminación contra las personas por motivos de orientación sexual o identidad de género, y determinar y abordar las causas fundamentales de la violencia y la discriminación;
- Entablar un diálogo con los Estados y otros interesados pertinentes, incluidos los organismos, programas y fondos de las Naciones Unidas, los mecanismos regionales de derechos humanos, las instituciones nacionales de derechos humanos, las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones académicas, y celebrar consultas con ellos;
- Trabajar, en cooperación con los Estados, para promover la aplicación de medidas que contribuyan a la protección de todas las personas contra la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género;
- Hacer frente a las formas múltiples, interrelacionadas y agravadas de violencia y discriminación con que se enfrentan las personas por causa de su orientación sexual o identidad de género;
- Organizar, facilitar y apoyar la prestación de servicios de asesoramiento, asistencia técnica, fomento de la capacidad y cooperación internacional en apoyo de las iniciativas nacionales de lucha contra la violencia y la discriminación de las personas por motivos de orientación sexual o identidad de género.
Muntarbhorn deberá presentar un informe anual tanto al Consejo de Derechos Humanos como a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La verdad, no sé qué pensar. Por un lado, parece que se usa este tema como disenso propio de países alineados-no alineados. Y eso no es bueno, porque los DDHH deben ser universales. Por otro, cuando se dice «bienvenidos refugiados» hemos de entender que también vienen formas de pensar que no concuerdan con nuestra cultura. Pero yo espero que el respeto y el reconocimiento se difundan por todo el mundo algún día.
Si, hace tiempo que oigo eso de » derechos humanos occidentales» pero los derechos humanos son iguales aqui y en » la china popular».
Hay paises ( sobretodo con una religion detras) que confunden el derecho de ir a macdonalds a comer o ponerse unos vaqueros ajustados con los derechos humanos y no tienen nada que ver.No es una cuestion cultural, es la diferencia entre la civilizacion y la barbarie.
En la ONU ya se estan poniendo de acuerdo los paises musulmanes y el vaticano para que se castigue la blasfemia a nivel institucional.Y eso que pone en verdaderos apuros a las minorias religiosas de todo el mundo, incluidas las catolicas.
En eso si se ponen de acuerdo los cabrones.
Incluso en Occidente existen personas que piensan que los Derechos Humanos son solo para occidentales.