Rumanía: el Senado pospone la convocatoria del referéndum para prohibir el matrimonio igualitario hasta después de las próximas elecciones
Alivio momentáneo para los activistas LGTB en Rumanía. El Senado del país decidió el pasado lunes posponer la decisión sobre la convocatoria de un referéndum para prohibir constitucionalmente el matrimonio igualitario. El debate se traslada a las cámaras que salgan de las elecciones legislativas del próximo mes de diciembre.
El Tribunal Constitucional de Rumanía dio el pasado mes de julio su visto bueno a la iniciativa popular de referéndum promovida por la Coalición por la Familia —un grupo de asociaciones respaldado por la Iglesia ortodoxa— que había reunido más de 3 millones de firmas. Las dos cámaras del Parlamento deberán aprobarla con una mayoría de dos tercios para luego ser sometida a consulta popular. En un principio se planteó la posibilidad de que el referéndum se celebrara conjuntamente con las próximas elecciones generales.
Dos senadores del Partido Social Demócrata (PSD) presentaron el viernes pasado un proyecto de ley para autorizar la consulta. Pero el líder de la formación Liviu Dragnea les pidió que lo retiraran para no mezclar la campaña electoral con la del referéndum. Aunque decidieran ignorar esta petición, el Parlamento solo dispondría de dos semanas, hasta su disolución, para tramitar la propuesta. Por lo que parece altamente probable que el asunto se traslade finalmente a la próxima legislature y la comunidad LGTB gana, al menos, tiempo para organizar su estrategia.
El posicionamiento de Dragnea no implica que esté en contra de la discriminación a las personas LGTB. El líder del primer partido del Parlamento se mostró partidario de separar las elecciones generales de la consulta, pero manifestó su apoyo al fondo de la cuestión: “soy un hombre tradicional y conservador”. El expresidente Traian Băsescu también ha expresado su postura favorable al veto constitucional al matrimonio igualitario. Băsescu sí apoya una regulación en forma de uniones civiles, eso sí, siempre que se reserve la adopción a las “familias normales, formadas por un padre y una madre”.
Una posición diferente a la del actual presidente Klaus Iohannis. En unas declaraciones de hace unas semanas, Iohannis abogaba por el respeto a los derechos de las minorías y condenaba el extremismo religioso. A pesar de no mencionar expresamente al colectivo LGTB, sus palabras fueron recibidas con esperanza por parte de los activistas, que ven al menos un cambio de actitud con respecto a sus antecesores.
Dos procesos paralelos sobre el matrimonio igualitario
Los derechos LGTB en Rumanía están pendientes en la actualidad de dos procesos, que deben ser resueltos próximamente. Por un lado, la pareja formada por Adrian Coman, un ciudadano rumano, y Adrian Coman, estadounidense, contrajo matrimonio en Bélgica y presentó un recurso de inconstitucionalidad contra el Código Civil rumano por violar la libertad de circulación de personas dentro de la Unión Europea al impedir el reconocimiento de su matrimonio. Al no estar legalmente casados en Rumanía, Hamilton no puede permanecer más de tres meses seguidos en el país. Tras un largo proceso judicial, en julio de este año el Tribunal Constitucional anunció que retrasaba la resolución de la demanda hasta el 20 de septiembre. Pero en esa fecha, su presidente Valer Dordeanu anunciaba que la decisión aún no estaba tomada y volvía a posponer el fallo, esta vez hasta octubre. Ahora se espera para el 29 de noviembre. Para Dordeanu, la extensión y la complejidad del asunto hacían necesaria una deliberación más profunda.
El otro proceso que se está llevando a cabo en Rumanía tiene que ver con la prohibición a nivel constitucional del matrimonio igualitario. El Tribunal Constitucional de Rumanía dio el pasado mes de julio su visto bueno a la iniciativa popular de referéndum promovida por la Coalición por la Familia —un grupo de asociaciones respaldado por la Iglesia ortodoxa— que ha reunido más de 3 millones de firmas. De esta manera, la propuesta puede empezar su tramitación en el Parlamento.
Actualmente, el artículo 48.1 de la Constitución rumana establece que “La familia se funda por el matrimonio libremente consentido entre los esposos, en base a la igualdad de estos y al derecho y deber de los padres de asegurar el crecimiento, la educación y formación de los hijos”. Es decir, no hay referencia alguna al sexo que deben tener ambos esposos. Por ello, la Coalición por la Familia de Rumanía ha logrado reunir tres millones de firmas para obligar al Gobierno rumano a convocar un referéndum, cuyo propósito es reformar ese artículo para que defina el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, y que además prohíba expresamente cualquier reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo.
Si sus ciudadanos respaldan finalmente la propuesta, Rumanía engrosaría la lista de países europeos que prohíben constitucionalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo, en la que se encuentran Armenia, Bielorrusia, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Hungría, Letonia, Lituania, Moldavia, Montenegro, Polonia, Serbia y Ucrania.