«LGTBfobia»: una de las doce candidatas a palabra del año para la Fundación del Español Urgente
La Fundación del Español Urgente ha escogido «LGTBfobia» como una de las doce candidatas a «palabra del año 2016». Para esta institución, se trata de «una palabra que, por desgracia, hemos oído con frecuencia este año».
Según explica esta fundación, creada en 2005 por un acuerdo entre el banco BBVA y la agencia EFE, y cuyo objetivo es velar por el buen uso del castellano en los medios de comunicación, LGTBfobia es una palabra «curiosa desde el punto de vista lingüístico», ya que «se crea a partir de una base léxica que es una sigla y el elemento compositivo -fobia». «Este tipo de composiciones no por ser novedosas en español son incorrectas, pese a que, como en este caso, las siglas que sirven de base léxica sean una sucesión de consonantes», añade la Fundación del Español Urgente, que cuenta con el asesoramiento de la Real Academia Española de la Lengua (y que reacciona más rápido que esta a las necesidades de nuevos términos).
La Fundación del Español Urgente (también conocida como Fundéu BBVA) comenzó a escoger «palabra del año» en 2013, con intención de destacar aquellos nuevos términos que han estado presentes en la actualidad informativa del año en cuestión y manifiestan además algún interés o curiosidad desde el punto de vista lingüístico. En las tres ediciones previas las elegidas fueron escrache (2013), selfi (2014) y refugiado (2015). Este año 2016, LGTBfobia «compite» con sorpaso, bizarro, youtubero, populismo, posverdad, abstenciocracia, cuñadismo, ningufoneo, vendehúmos, papilomavirus y videoarbitraje. El 30 de diciembre se conocerá la seleccionada.
¿Buena o mala noticia?
No sabemos si considerar esta una buena o una mala noticia… Por un lado, el hecho de que la Fundéu BBVA haya incluido LGTBfobia en su listado es una prueba más de que, por desgracia, el odio y la discriminación hacia las personas LGTB y la negación de su derecho a la igualdad jurídica y social han sido una realidad muy presente a lo largo de este 2016 que está a punto de acabar.
Por otra parte, sabemos por experiencia que lo que no se nombra en los medios parece «no existir» para las autoridades o para la propia sociedad civil. Quizá el hecho de que LGTBfobia comience a ser un término conocido ayude a visibilizar el inmenso problema al que nos enfrentamos.
Con independencia de lo que decida finalmente la Fundéu BBVA, confiemos en que el año que comienza la batalla contra la LGTBfobia consiga éxitos mayores a los conseguidos este 2016. No será fácil: los enemigos son poderosos y la coyuntura, especialmente a nivel internacional, no será la más favorable. No son tiempos de bajar la guardia.