Abre sus puertas el primer colegio para alumnos transexuales en riesgo de exclusión social de la India
La activista LGTB, escritora y actriz trans Kalki Subramaniam ha inaugurarado el primer centro de enseñanza para alumnos trans de la India. La escuela se encuentra en el distrito de Ernakulam (en el estado de Kerala, al suroeste del país) y, por el momento, cuenta con una decena de estudiantes. “La mayoría de nuestros padres biológicos no nos aceptan y por esta razón la mayoría de nosotros quedamos en la calle y obligados a mendigar y a realizar trabajos sexuales. Esto tiene que cambiar si queremos modificar el destino de aquellas personas que fueron abandonadas por sus familias y que habían perdido la oportunidad de educarse”, ha explicado Subramaniam. Por otra parte, recordemos que en 2013 la India volvió a penalizar las relaciones homosexuales y solo en 2015 fueron detenidas más de 1.300 personas, incluyendo 207 adolescentes.
Desde el pasado 30 de diciembre ya está en funcionamiento la escuela Sahaj International para alumnos trans en la ciudad india de Thrikkakara (Ernakulam, Kerala). La polifacética Kalki Subramaniam ha definido este hito como algo “histórico”. La alcaldesa Neenu KK, por su parte, también ha dicho que es un “orgullo” que su municipio sea el primero de la India en acoger un colegio libre de discriminación para alumnos transexuales en riesgo de exclusión social.
Sin embargo, la puesta en marcha del proyecto no ha sido fácil. Los promotores han tenido muchas dificultades para encontrar un espacio adecuado, ya que los propietarios de varios inmuebles se negaron a alquilar sus instalaciones al conocer cuál iba a ser el uso de las mismas. En esta ocasión, la organización cristiana CMC Vimala Province fue la arrendataria de un edificio sobre un terreno de más de 6.000 metros cuadrados en Thrikkakara. Un detalle significativo teniendo en cuenta que otras organizaciones religiosas del país no han dudado en agitar la bandera de la LGTBfobia. En 2015, sin ir más lejos, las Misioneras de la Caridad cerraban sus orfanatos en la India para evitar que las personas LGTB pudieran adoptar.
El colegio Sahaj International, por el momento, cuenta con una capacidad de 10 alumnos y con 60 formadores (entre los que se incluyen profesores, trabajadores sociales y personal sanitario). Este centro de aprendizaje alternativo trabaja en colaboración con el Instituto Nacional de Educación Abierta (NIOS) de la India y pretende poder aumentar progresivamente el número de alumnos. El director regional de esta institución, de hecho, ha asegurado que la escuela “pronto será una institución acreditada de NIOS”.
Para la activista trans Kalki Subramaniam “la herramienta más importante para la comunidad trans, marginada y oprimida, es la educación, porque la educación aporta luz, conocimiento, verdad y confianza”. En este sentido, Vijayraja Mallika, directora y una de las impulsoras del colegio, ha referido que “Kerala tiene unas 25.000 personas trans, y el 57% de ellas fueron obligadas a abandonar la escuela debido al estigma”.
Homofobia de estado en la India
El artículo 377 del Código Penal de la India castiga las relaciones sexuales “contra natura” con hasta 10 años de prisión. A finales de 2013, la Corte Suprema decidió recriminalizar la homosexualidad, dejando sin efecto la histórica sentencia sancionada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009 (en la que declaraba “inconstitucional” la prohibición de las relaciones entre personas del mismo sexo). En los últimos años, dosmanzanas se ha hecho eco del aumento exponencial de la violencia contra personas LGTB en la India, a raíz de la ilegalización de las relaciones homosexuales.
Como ocurre en muchos otros países en los que existe homofobia de estado, los grupos homófobos en la India (incluidos los policiales) se creen en el derecho de realizar impunemente cualquier acción contra las personas sexualmente diversas. No es necesario que las víctimas sean realmente homosexuales (lo que en ningún caso les eximiría de su responsabilidad criminal), con que ‘lo parezcan’ es suficiente.
En 2014, un año después de la recriminalización de la homosexualidad en la India, el activismo LGTB denunciaba un repunte de la violencia homófoba. Dosmanzanas recogía que este mismo año se realizaron un mínimo de 600 detenciones a personas que habían sido acusadas de practicar la homosexualidad. Una cifra que en 2015 se elevaba a más de 1.300 personas, incluyendo 207 adolescentes. Por otra parte, la estigmatización y los prejuicios provocan todo tipo de injusticias. A principios de 2016 nos hacíamos eco del intento de suicidio de un adolescente de quince años, quemándose vivo, tras ser acosado por ser gay.