Otro juez del Líbano se muestra favorable a despenalizar la homosexualidad en este país de Oriente Próximo
A pesar de la LGTBfobia manifiesta de buena parte de los representantes políticos del Líbano y de la vigencia de prácticas policiales internacionalmente ilegales para “detectar” la supuesta homosexualidad de los acusados (como los exámenes anales, por ejemplo), los tribunales parecen cada vez más reacios a aplicar el artículo 534 del Código Penal que castiga con un año de prisión los actos sexuales “contra natura”. Rabih Maalouf es el cuarto juez libanés que se manifiesta en contra de la criminalización de la homosexualidad porque su persecución, considera, “constituye una violación de los derechos humanos más fundamentales, consagrados en la constitución libanesa y de las leyes internacionales de derechos humanos”.
El fallo emitido por el juez Rabih Maalouf abre las puertas a la despenalización de la homosexualidad en el Líbano. En una nueva sentencia histórica, hecha pública el pasado 26 de enero, el magistrado ha dictaminado “el derecho de los homosexuales a establecer unas relaciones humanitarias o íntimas con las personas que deseen, sin ningún tipo de discriminación en términos de orientación, ya que es uno de los derechos naturales más elementales, inherentes a ellos como seres humanos”.
La citada resolución viene a completar las tres disposiciones anteriores que interpretan la necesidad de revocar el artículo 534 del Código Penal libanés por considerarlo discriminatorio y en clara oposición con el artículo 183, que garantiza los derechos fundamentales de la ciudadanía. La primera de las sentencias fue emitida por el juez Mounir Soliman (el 2 de diciembre de 2009), la segunda la firmó el juez Naji Dahdah (el 28 de enero de 2014) y la tercera el juez Hisham Kuntar (el 5 de mayo de 2016). Además, como recogió dosmanzanas en su momento, la jueza libanesa Janet Hanna dictaminaba a favor de los derechos de un hombre transexual, que solicitaba ver reconocida su condición de varón en el registro civil.
El camino hacia la despenalización de la homosexualidad en el Líbano
Todos estos importantes hechos jurídicos del Líbano parecen confirmar que los tribunales, como ha ocurrido en otros países del mundo, están por delante de la clase política en lo que a la defensa de los derechos del colectivo LGTB se refiere. Además, importantes instituciones y organizaciones de diversa naturaleza también apoyan a la comunidad LGTB. La Sociedad Libanesa de Psiquiatría ha hecho público en diversas ocasiones la necesidad de que “el artículo 534 del Código Penal libanés que procesa actividades homosexuales sea abolido”, siendo el primer país árabe en el que tiene lugar tal posicionamiento.
Desde dicha entidad profesional argumentan que aunque antaño se consideró, erróneamente, que “la homosexualidad era el resultado de dinámicas familiares problemáticas o del desarrollo psicológico”, en las últimas décadas se ha demostrado que esas premisas estaban basadas “en desinformación y prejuicios”. La Sociedad Libanesa de Psiquiatría, a su vez, se refiere a los posicionamientos de la Asociación Americana de Psiquiatría de 1973 o al de la Organización Mundial de la Salud de 1990, entre otros, para declarar que internacionalmente “la homosexualidad no cumple los criterios para ser considerada una enfermedad”, por lo que “la experiencia clínica indica que quienes integraron su orientación sexual en un sentido positivo del yo funcionan de manera psicológicamente más saludable que aquellos que no lo han hecho”.
Por su parte, otras organizaciones como el colectivo LGTB Helem, Legal Agenda y la Arab Humans Rights Fund también trabajan por los derechos humanos de la ciudadanía, con independencia de su orientación sexual o identidad de género. Hace unos meses, estas asociaciones publicaron un vídeo pedagógico en el que explican de forma muy básica los derechos de las personas detenidas acusadas de homosexualidad.
En dicho vídeo, que insertamos a continuación, se pone de manifiesto que “en 2016 personas homosexuales todavía son detenidas y perseguidas por su orientación sexual”. En este sentido, recuerdan a las víctimas que tienen derecho a mantener la privacidad de sus relaciones sexuales, a guardar silencio y a realizar una llamada telefónica. Igualmente, informan que los acusados pueden negarse a revelar sus comunicaciones privadas y a que se les practique un examen anal, considerado como una prueba ilegal.
Activismo versus LGTBfobia institucionalizada
Las relaciones homosexuales en el Líbano (una república árabe multiconfesional en la que coexisten musulmanes sunitas, musulmanes chiítas, cristianos de diversas confesiones y drusos) son formalmente ilegales. Una de las manifestaciones proigualitarias más importantes de los últimos años tuvo lugar en 2012. Entonces, decenas de personas se manifestaron frente a los tribunales de justicia en Beirut (capital del país), para protestar por el uso de exámenes anales contra hombres sospechosos de ser homosexuales. La concentración tenía lugar tras la detención de 36 hombres en un cine frecuentado por gais, que fueron posteriormente sometidos a dichos exámenes. El acto fue convocado por el colectivo LGTB Helem bajo el lema “contra los exámenes de la vergüenza, vaginales o anales”, en solidaridad también hacia las mujeres víctimas de exámenes vaginales para determinar su virginidad”.
En mayo de 2013 año informábamos de las declaraciones del ministro del Interior libanés, Marwan Charbel, que se jactó de que su país es hostil a los gais y propuso negar la entrada al mismo de las parejas del mismo sexo que se casen en Francia, precisamente durante el proceso de aprobación del matrimonio igualitario en el país galo. Estas declaraciones homófobas tenían lugar apenas dos semanas después de que se produjera una redada en la principal discoteca gay de Beirut, la capital del país. La policía arrestó, desnudó y golpeó a seis asistentes, que fueron acusados de “promover la prostitución, las drogas y la homosexualidad”. En 2014, asimismo, recogíamos que 27 hombres fueron detenidos en un hamam por sospechas de comportamiento homosexual.