El viceministro de Sanidad de Tanzania ordena la detención de tres varones homosexuales por «promover la sodomía» en las redes sociales
Prosigue la persecución de las personas LGTB en Tanzania por parte de un Ministerio, el de Sanidad, que parece haber hecho de la represión de ese colectivo un objetivo prioritario. En esta ocasión, el viceministro titular, Hamisi Kigwangala, ha ordenado la detención de tres hombres acusados de “promover la sodomía” a través de las redes sociales. Un nuevo paso en la estigmatización de las personas LGTB, a quienes se trata de culpar de ser los únicos responsables de la propagación del VIH, mientras el Ministerio de Sanidad elimina cualquier medida preventiva.
El pasado martes, el viceministro de Sanidad de Tanzania, Hamisi Kigwangala, emitía un comunicado en el que daba razón de la orden de detención de tres ciudadanos homosexuales tanzanos. Se trata de James Delicious, Dani Mtoto wa Mama y Kaoge Mvuto, a los que, según el viceministro, se acusa de “promover la sodomía”en las redes sociales. Concretamente, daba cuenta de que James Delicious había publicado en Instagram un vídeo en el que mostraba una relación homosexual, no se sabe exactamente de qué carácter.
Esta nueva orden supone un paso más para el Ministerio de Sanidad tanzano en la represión de la población LGTB. El hecho de que sea un titular de ese organismo quien ordene la detención de tres ciudadanos por razón de su orientación sexual no es baladí. El propósito es, como en otras ocasiones, estigmatizar la homosexualidad como un problema de salud pública, relacionándola mendazmente con la propagación del VIH.
El julio de 2016, la ministra de Sanidad, Ummy Mwalimu, dictaba la prohibición de importar geles lubricantes, al culparlos de fomentar las relaciones homosexuales y propagar el VIH. La ministra, en un alarde de falaz demagogia, instaba a las asociaciones que luchan contra la propagación del VIH a que, en vez de repartir lubricantes como medio de prevención, diesen el dinero destinado a su compra al Ministerio, para que pudiese comprar camas para las salas de maternidad.
El propio viceministro, Hamisi Kigwangala, emitía un comunicado en septiembre de 2016 en el que aseguraba que el Gobierno “protegerá siempre” los valores tradicionales de la sociedad tanzana. “No puedo negar la presencia de personas LGTBI en nuestro país y el riesgo que presentan para la propagación del VIH/sida”, afirmaba Kigwangala, mientras recordaba que “cualquier intento de cometer delitos contra natura es ilegal y se castiga severamente de acuerdo con la ley”. También amenazaba con proscribir el asociacionismo LGTB: “Tanzania no permite que grupos activistas realicen campañas que promuevan la homosexualidad”. El Gobierno ya habría empezado, de hecho, a vetar el registro de organizaciones LGTB. Nurdeen Supa, de LGBT Voice, expresó entonces su preocupación por que las nuevas medidas aumentasen el temor y la inseguridad entre la comunidad.
El Código Penal tanzano castiga las relaciones “contra el orden de la naturaleza”, entre las que se incluyen la zoofilia o la sodomía, con penas de cárcel que pueden llegar hasta la cadena perpetua. La “grave indecencia” entre varones puede ser penada con cinco años de prisión. Las relaciones lésbicas solo están castigadas en la región insular de Zanzíbar, con penas de hasta cinco años de cárcel que pueden sustituirse por una multa de hasta 500.000 chelines (210 euros, 230 dólares).
Aunque esos artículos del Código Penal son raramente aplicados, Paul Makonda, nuevo comisionado de la ciudad portuaria de Dar es-Salam, la más populosa del país, anunciaba en julio de 2016 una fuente campaña de represión contra los homosexuales, que produjo varias detenciones en locales de ambiente. También amenazó con detener a quienes siguieran en las redes sociales a hombres abiertamente homosexuales, por lo que muchos de ellos dejaron de publicar.
¿Expandir el VIH? Vaya, el seguir como borregos los dictámenes más rancios de la carcundia católica demonizando el uso del condón no tiene nada que ver… Imbécil