Un joven estadounidense demanda a Grindr por permitir la existencia de perfiles falsos que suplantaban su personalidad
Matthew Herrick, un joven de 32 años, ha demandado a la compañía Grindr ante la Corte Suprema del estado de Nueva York. El motivo, la mala gestión ante el acoso derivado de una suplantación de personalidad que asegura sufrir desde hace varios meses.
Todo comenzó el año pasado, en octubre, cuando Herrick recibió la visita en su apartamento de un usuario de Grindr que decía haber quedado con él. Fue en ese momento cuando Herrick descubrió que efectivamente había un perfil en Grindr con su nombre que no era el perfil que él sí había abierto, y que incluía además una foto suya (tomada de su perfil de Instagram) y datos personales, como su dirección. Aunque la existencia de perfiles falsos no es algo nuevo o extraño en esta aplicación móvil, lo preocupante es que ese perfil falso suplantaba, sin él saberlo, su personalidad.
Herrick lo reportó, pero muy a su pesar las visitas a su domicilio de otros hombres que habían interactuado con su perfil falso no solo continuaron produciéndose, sino que aumentaron en número. Se presentaron incluso en el restaurante en el que trabajaba. Los visitantes también conseguían su número de teléfono (con todas las consecuencias que eso conlleva); llegaban algunos que esperaban experiencias sexuales en las que mediaban las drogas e incluso hombres que, haciendo caso de lo que se decía en las conversaciones falsas, se mostraban agresivos. Y es que al parecer los perfiles falsos de Herrick se habían multiplicado y diversificado.
Matthew Herrick, que asegura estar viviendo «un infierno», ha demandado a la compañía ante la Corte Suprema de Nueva York por no actuar y mediar en la situación en la que vivía este usuario. Según asegura, se ha puesto en contacto con la compañía más de 50 veces para informar de lo que estaba pasando, pero solo conseguía respuestas preprogramadas y ninguna solución. De hecho, según ha declarado Herrick ha recibido numerosas solicitudes de encuentro de usuarios de la aplicación incluso después de que hace varios días un juez le ordenase suprimir todos los perfiles falsos.
Para ejemplificar la que considera actitud negligente de Grindr, Herrick ha comparado lo que le ha pasado con los perfiles falsos que aparecieron en otra aplicación, Scruff. Cuando el joven se percató de que también en esta aplicación había aparecido un perfil falso suplantando su personalidad lo reportó y el perfil fue cerrado en menos de 24 horas. Además, tomaron medidas para que la dirección IP y el dispositivo de ese perfil ya no pudiese abrir otras cuentas.
Herrick, que también ha denunciado lo sucedido a la policía, ha señalado como posible responsable de la generación de perfiles falsos a un exnovio con el que cortó la relación hace un tiempo. A pesar de ello, la demanda ante los tribunales está dirigida contra Grindr, a la que acusa de permitir la suplantación de su persona y agravar la situación con una pésima respuesta para solucionar el problema.
Estaremos atentos a lo que sucede finalmente. Según algunos expertos legales que han opinado sobre el caso no es fácil predecirlo, en tanto que la responsabilidad de los servicios online sobre los contenidos subidos directamente por sus usuarios es, hoy por hoy, una cuestión discutida.