Condenados a tres meses de cárcel dos de los jóvenes que participaron en la protesta contra un profesor homófobo de la Universidad de Santiago
Tres meses de cárcel por desórdenes públicos es la condena impuesta a dos de los jóvenes estudiantes que llevaron a cabo una protesta en el aula contra Domingo Neira, el profesor de la Universidad de Santiago de Compostela que fue suspendido temporalmente en 2013 por sus comentarios homófobos en clase, pero que al que luego se le permitió reincorporarse. Un tercer joven que ha sido juzgado por los mismos hechos ha sido absuelto. La denunciante, recordemos, fue la propia Universidad de Santiago, la misma institución pública que mantiene a un personaje como Neira entre sus profesores.
El origen de la historia se remonta a 2013: en respuesta a la pregunta de una alumna de la Facultad de Ciencias de la Educación, Domingo Neira relacionó pederastia y homosexualidad, de la que afirmó que era “una alteración congénita o vicio”. En declaraciones concedidas al diario El País, Neira ratificó luego sus opiniones, argumentando que “si no hay certificación de que sea congénito, no hay más que discutir; pero si hay esa certificación, también puede ser por vicio. ¿O no hay desviaciones por vicios?”. Es más, el profesor se refirió a los homosexuales como“maricones” que sufren “desviaciones”, para distinguirlos de los “hombres-hombres”. Neira aseguró también que la adopción debería estar prohibida a parejas del mismo sexo, porque la homosexualidad es “contagiosa” y esas parejas “le pasarían el mal a su hijo”. Alumnos de Neira aseguraron de hecho que su discurso homófobo no era una novedad. Según denunciaron, el profesor les exigía además, para aprobar el examen de su materia, superar una prueba sobre un libro escrito por él mismo.
La Universidad de Santiago suspendió de empleo a Neira durante el curso 2013-2014, pero este volvió a las aulas el curso siguiente, ante la sorpresa de numerosos alumnos o de ALEAS EU (el Área de Libertad de Expresión Afectivo-Sexual de Esquerda Unida), que ya entonces manifestó su rechazo a que alguien así se le permitiera dar clases en una universidad pública. El malestar por la reincorporación se reflejó, entre otras acciones, en una protesta que unos setenta alumnos vinculados a movimientos de izquierda llevaron a cabo en mayo de 2015 en forma de escrache al final de una de sus clases, y que desembocó, tras la denuncia de la Universidad de Santiago, en el procesamiento de tres de ellos. En su momento, los jóvenes explicaron que la acción de protesta (consistente en la muestra de carteles y banderas arcoíris y el grito de consignas reivindicativas) respetó el desarrollo de la clase y solo se llevó a cabo en los últimos minutos, ya cuando Neira había comenzado a recoger. El juicio quedó visto para sentencia en octubre pasado.
Casi cinco meses después, los tres jóvenes han dado a conocer en Facebook la sentencia. Dos de ellos, Antia y Mario, han sido condenados a tres meses de prisión. El tercero de ellos, Martín, ha sido absuelto. Los jóvenes piensan recurrir la condena, que consideran que no tiene otro fin que «amedrentar de forma ejemplificante a todas aquellas personas que salen a la calle y se movilizan por sus derechos». Desde dosmanzanas les trasladamos nuestra solidaridad.
Asustar a la gente para que no proteste, ahora que la clase política está robando a manos llenas mientras el pueblo pasa penurias. Esa es ra razón de la ley mordaza. Que también se aplica a todo aquel que ose levantar la voz en cualquier actividad.
Y el profesor Neira, vaya retrógrado. Deberían largarlo para siempre. Pero conociendo a las autoridades académicas no me extraña nada que lo matengan ahí.