HazteOír lleva su campaña tránsfoba a Navarra, donde su «autobús del odio» causa heridas a una manifestante
La campaña de HazteOír contra los niños y niñas transexuales y sus familias ha llegado este martes a Navarra, donde ha sido recibido entre sonoras protestas. La Policía Municipal de Pamplona, por su parte, ha obligado a la organización ultraconservadora a tapar todos sus mensajes publicitarios para permitirle circular. El episodio más grave ha ocurrido cuando el autobús atropellaba parcialmente a una joven que intentaba detener su avance, a la que ha causado heridas en un pie.
El «autobús del odio» llegaba a Navarra desprovisto de la cartelería tránsfoba en su carrocería, después de lo sucedido en Cataluña, donde los Mossos d’Esquadra obligaron a HazteOír a retirarla, aunque miembros de su comitiva sí mostraban paneles móviles con exactamente los mismos mensajes. Antes de llegar a la capital, en el área de servicio de Zuasti, era recibido por varias decenas de manifestantes que coreaban lemas contra HazteOír y su campaña tránsfoba. El presidente de HazteOír, Ignacio Arsuaga, aprovechaba mientras tanto declaraciones a la prensa en las que insistía en la que es ya estrategia de su organización: derivar la atención desde su campaña de odio hacia un supuesto debate sobre la «libertad de expresión».
Tras subir de nuevo al autobús los representantes de HazteOír, la Guardia Civil les abría paso y les permitía continuar su camino hacia Pamplona, entre las protestas de los manifestantes. Al llegar a la capital navarra, sin embargo, la Polícia Municipal lo ha interceptado, obligando a sus ocupantes a cubrir la publicidad de la organización antes de poder seguir su camino, ya desprovisto de señales identificativas. Aun así se han vivido momentos de gran tensión cuando algunos manifestantes han intentado impedir que el vehículo circulara por las calles de Pamplona, registrandose entonces el episodio más grave de la jornada: una de las jóvenes que trataba de frenar su avance era parcialmente arrollada por el vehículo y resultaba herida en un pie (ha tenido que ser trasladada en ambulancia a un centro hospitalario). El autobús, en lugar de volverse a detener para no causar más daño, ha seguido su avance.
Los representantes de HazteOír han intentado hacer entrega en el Parlamento Foral de Navarra de un escrito pidiendo «que se respete la libertad de expresión de los ciudadanos que no compartimos la ideología de género». Un Parlamento Foral cuya composición actual es, por fortuna, mayoritariamente contraria a los postulados de la organización ultraconservadora: el pasado mes de enero, de hecho, aprobó una declaración institucional de apoyo a los derechos de las personas transexuales “incidiendo especialmente en los menores” que incluía además el apoyo expreso a la campaña de concienciación sobre la realidad trans en la infancia promovida por Chrysallis Euskal Herria (lo hizo, eso sí, con la abstención del Partido Popular).
Finalmente, al impedir los manifestantes que el autobús se acercase al Parlamento, el escrito ha tenido que ser entregado en la sede del Gobierno foral de Navarra.
Como reflexión final, no podemos sino mostrar nuestra preocupación por la escalada de provocaciones de HazteOír y por la inactividad que está demostrando la Fiscalía, incapaz de detener lo que cada vez es más evidente que consiste en una campaña sistemática, perfectamente planificada y organizada. Por lo pronto, la próxima escala del «autobús del odio», si HazteOír cumple con el programa que en su momento difundió, serán las capitales vascas.
Os dejamos, para cerrar esta entrada, con algunas imágenes de la jornada, recogidas por Ahötsa.info (vídeo superior). Debajo, un fragmento del programa de Al rojo vivo, de La Sexta, en el que se aprecia el momento del atropello: